CAMBIAR LO QUE SÍ PUEDES CAMBIAR

560 20 7
                                    

                  

"El secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en luchar contra lo viejo, sino en construir lo nuevo" -Sócrates-

Ahora viene una de las partes que más miedo nos produce: Cambiar lo que sí puedo cambiar, paradójico, ¿verdad?

Como hablábamos en el anterior capítulo: "Aceptar lo que no se puede cambiar", es lo más sano para nuestra salud emocional, es difícil hacerlo, pero muy liberador. En cambio, "Cambiar lo que sí puedo cambiar" sería merecedor de un calificativo más allá del meramente "difícil", sería un reto con nosotros mismos.

¿Cuántas personas conocemos, o nosotros mismos, nos vemos en situaciones que nos causan malestar, y por muy diversas razones, permanecemos en ellas? y no solamente eso, incluso a veces se da la situación -valga la redundancia- de que, salimos de ella y al poco tiempo volvemos a caer en el mismo problema.

¿Por qué soportamos situaciones dolorosas aun a sabiendas que podemos cambiarlas? Indudablemente, cada persona es un mundo, y dentro de cada persona convergen miles y un motivo diferente para permanecer en dicha problemática. Pero, al margen de ello, sí que se da en toda aquella persona que se niega a cambiar x situación de su vida, una emoción primaria y de todos conocida: el miedo.

El miedo es una emoción que es muy sana si nos servimos de ella para retarnos y superarnos, si sabemos lidiar con el miedo y convertirlo en valor y coraje. Pero, cuando el miedo nos impide tomar el rumbo de nuestros anhelos más profundos, de cambiar situaciones problemáticas por otras más placenteras y armónicas, el miedo se convierte en uno de nuestros mayores enemigos.

Pero, ¿realmente que se esconde debajo del miedo en estos casos, que nos impiden dar el salto y cambiar? Más concretamente, se esconde más específicamente, el miedo a salir de nuestra zona de confort. Conocéis el dicho que reza: "Más vale malo conocido que bueno por conocer", ¿verdad?

Cuando estemos en la cuerda floja, es decir, -en el caso que estamos hablando- de estar viviendo una situación que nos causa dolor, pero que, a la vez, podemos vislumbrar un ápice de coraje en nosotros para dar el paso, pero con serias dudas a la vez, podremos preguntaremos y cuestionaremos lo siguiente:

-Cambiaría mi situación, si mi situación económica me lo permitiera.

-Daria el paso, si tuviera el apoyo de mi familia.

- ¿Qué haré si dejo "x cosa o persona" y me quedo sola o solo?

-No es el momento adecuado; esperaré 6 meses más a ver si se tranquiliza todo.

¿Te suena todas éstas preguntas y cuestiones? Seguro que sí ¿verdad? Yo misma me ponía miles de excusas a cuál más estúpida, para no coger el toro por los cuernos, y cambiar lo que sí podía cambiar. Porque sí se puede; eso sí, tuve que armarme de mucho valor, hacer un viaje de conocimiento de mí misma, porque ¿si no, nos conocemos, como sabremos qué dirección coger, o, mejor dicho, cuál será la dirección exacta y la más acertada para nosotros?

Como ves, para cambiar lo que sí puedes cambiar, se necesita (te hablo desde mi propia experiencia) indudablemente de querer cambiar. Una vez que estamos seguros de querer cambiar x situación, sea la que sea, tenemos que adquirir una fortaleza interna, otorgarnos el poder personal que nos pertenece, y esto se consigue con el autoconocimiento de nosotros mismos.

Ah! Y no menos importante, será, no tener miedo a la soledad. No olvides, que el camino del autoconocimiento y de los cambios, a veces llevan consigo, pagar el precio de una soledad y una incomprensión, pero que verás con creces multiplicada más adelante, de paz y felicidad. ¿Me sigues en el viaje?

-

Busca tu esencia verdadera Where stories live. Discover now