La Bestia TERMINADA

Capitulo 3

Algunas personas tienen su lugar en el mundo en su casa, su habitacion o mismo su jardin, otros en alguna parte del mundo como Londres, Italia, Miami, otros su mundo es parte de la vida cotidiana pero en mi caso, mi lugar en el mundo era la biblioteca de mi colegio. Podia estar horas leyendo y leyendo acerca de cosas increíbles o irreales, o sobre casos de violencia. Nunca iba a poder superar esa horrible tapa de mi vida, así que aparte del ballet, la biblioteca del quinto piso, era excelente. 

La campana sonó así que, cerré el libro y lo puse en su lugar, tome mis cosas y sali casi corriendo de ese lugar. Cuando di la vuelta para salir, choque con fuerza con alguien y cai al suelo, haciendo que mis libros y algunas hojas salieran volando. 

-Ten mas cuidado por donde caminas, tonta -Dijo

Sus amigos se rieron y salieron de la biblioteca, junte mis libros y mis hojas y me fui de la clase. Estaba un poco atontada por el golpe todavía. A veces la violencia puede llegar a venir en forma verbal, y eso también me dolía, por que cada vez que alguien me decía que era una tonta o una inútil, me venia esa imagen de..

-Hola amiga -Me interrumpió- 

-Hola -Dije con media sonrisa-

-¿Que pasa? -Dijo Solange

-Nada, solo estaba pensando en algo -Sonriendo-

-Chicas chicas chicas -Dijo Jenifer- Dicen que hay un nuevo chico en nuestra clase 

-¡¿En serio?! 

-Si, dicen que es amigo de los de cuarto año, y que viene de Irlanda -Dijo aplaudiendo-

-Genial -Dije 

-Me miro- Astrid, nena, algún dia vas a recuperar eso que perdiste y te vas a volver a enamorar 

Solange y Jenifer eran mis amigas desde la infancia y ellas sabían hasta los secretos mas oscuros de mi vida. Ellas habian estado en cada momento que yo las necesite, y obviamente ellas son como mis hermanas. Recuerdo que cuando sali de la clínica, ellas organizaron una cena en casa de Solange y las tres pasamos un hermoso fin de semana juntas. Cada vez que las veía sonreir, llorar, abrazarme o aunque sea hacerme esos mimos que me llenaban el alma podia sentirme como si estuviera en mi hogar, ellas eran vida pura y yo una luz apagada, pero con ellas podia sentirme bien aunque sea en los peores dias de mi vida. 

Entramos al aula y nos sentamos las tres juntas, como todos los años. La profesora entro y pidio silencio. Ella era la profesora Gabriela Drimers, era nuestra profesora de aleman hacia ya tres años y era una muy buena persona y muy sexy. Rubia, alta y con una sonrisa conquistadora, lindas piernas, perfecto cuerpo y siempre estaba vestida con unos sexies y cortos vestidos, tacos altos y era muy buena en atrapar las miradas masculinas del salon. Ella se puso frente a la clase y se presento como siempre, para luego darle paso al nuevo alumno

-Jason Muralez

El muchacho entro por aquella puerta, y como la señorita Drimers se llevaba las miradas masculinas, el se llevo todas las femeninas. Alto, morocho y de ojos verdes, tenia puesto una camisa de color negra abierta con las mangas remangadas hasta los codos, y una musculosa negra tambien, jeans achupinados y unas vans blancas y rojas. Tenia la mochila en la espalda y se podia ver que tenia los brazos completamente tatuados hasta los codos. Obviamente Solange y Jenifer no paraban de mirarlo, pero luego cuando el chico abrio su boca para saludar, sin muchos animos, me di cuenta quien era.

-Me acerque a las chicas- Este es el que me llevo puesta en la biblioteca -Dije susurrando-

-Es lindo -Susurro Solange

-¿Lindo? Es perfecto -Suspiro Jenifer

-Señor Muralez, puede sentarse junto a la señorita Vallejos 

¿Por que el primer dia de clase el tenia que sentarse a mi lado? Paso entre la gente sin quitarme la mirada de encima hasta que llego a su asiento y se sento rapidamente en el. Largo sin ninguna importancia la mochila al suelo y luego de eso, la clase comenzo. Tome lentamente la silla y me separe lo mas que pude de Jason, no solo no queria estar cerca de el, si no que no queria ni siquiera tocarlo. Podia sentir su mirada pesada sobre mis hombros, ¿Que quiere? ¿Que esta buscando? Me esta poniendo demasiado nerviosa. 

Al terminar la clase, tomamos nuestras cosas y nos fuimos del salon. Jason salio tan rapido que me llevo puesta al salir. 

-Me miro- Ten cuidado tonta

-Cierra la boca, imbesil -Dijo Solange

-Sonriendo- No tengo la culpa que ella sea tan tonta que no vea por donde va 

-Cerre el puño con fuerza y sali corriendo-

-¡Astrid! 

Entre a la biblioteca y me sente en el quinto pasillo donde siempre solia estar cuando leia. Lloraba sin consuelo, ¿Por que tengo que ser yo? ¿Por que soy tan tonta? ¿Por que tuve que nacer en este cuerpo? ¿Que la vida no me castigo demasiado?