Capitulo 34: Buenas y malas noticias

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1 semana después

-No sabes cuánto apreció lo que estás haciendo- dice Dominic tomándome de la cintura

-No es nada, esa pequeña niña necesita ayuda y si yo puedo dársela ten por seguro que lo haré, además tanto como tú la quieres lo hago yo- finalizó y el da un beso en mi frente

Juntos salimos de la gran casa donde vivía cuando llegamos recién, junto a los chicos, había sido finalmente convencida por mi castaño novio de quedarme junto a ellos

En el trayecto al orfanato íbamos hablando de temas triviales, cuando llegamos, de nuevo con regalos, todos nos recibieron muy afectuosos y amables, Susana aún no sabia de mi decisión, pero estaba segura de que cuando se enterara se pondría muy feliz, yo lo estoy, aunque en realidad es una mezcla de nervios y alegría

-Hola Sus- salude cuando estuvo frente a mi y a Dominic

-Hola!- dijo sonriente como la primera vez- No es muy pronto la visita, es una vez al mes

-Esta visita es algo diferente

-Ha si?, por qué?

-Traemos buenas noticias- intervengo- Es sobre Rossi

-Rossi?... - dice pensativa y luego sus ojos se iluminan- Oh mi Dios, es acaso...

-Lucí, es el mismo tipo de sangre que la pequeña- sonríe Dominic mientras da a conocer la noticia

-Y estoy dispuesta a ser donante- finalizó

-Santo Dios, gracias!!- dice ella y me abraza, al principio me toma por sorpresa pero luego le correspondo, se escuchan sollozos y siento algo gotear sobre mi hombro. Está llorando

-Tranquila, toda saldrá bien

-Ay!- exclama con su misma sonrisa- que tonta, e mojado tu camisa- esta vez parece avergonzada y le hago una seña para que no de importancia

-Solo debemos de planear la cirugía, todo corre por mi cuenta- interviene Dom detrás de mí abrazándome levemente, sonrío

-Claro!!, debería ser lo antes posible, no queremos que Rossi empeore

-Si, esta bien, hablaré con Hugo, es el doctor de confianza del grupo- cuando termina veo como saca su móvil y se aleja un instante mientras empieza a hablar

-Gracias Lucí- dice Susana

-No es nada, esa niña se robo perdidamente mi corazón- digo con una sonrisa, ella me devuelve el gesto y toma mis manos

-No sólo por eso, sino por Dominic, su abuelo era un hombre bueno, a pesar de todo, siempre le gustó ayudar, gracias a él este orfanato sigue en pie, pero cuando él murió, todos decíamos, en especial su nieto, aunque tiempo después, todo mejoro, el siguió ayudando a esta causa y ahora es gracias a él que nos mantenemos en pie- sonríe entristecida- En verdad te quiere- suelta ligeramente y la miro atenta

-Yo también lo quiero a él- susurro más para mí que para ella

-No lo niego, eso es evidente, y por eso estoy agradecida, Dominic es como mi hijo, quizás Dios no permitió que tuviera alguno, sin embargo me lo dio a él- suspiro- Es un buen muchacho, te quiere linda, y sé que tú a él

Enternecida por su comentario le dedico una de mis sonrisas más sinceras

-Todo está listo, dentro de dos días podrán operar a la pequeña- aparece Dominic y vuelve a tomar mi cintura

-Gracias a los dos, de verdad

-No es nada Susana, ahora sí me permites iré a entregar algunas cosas a los pequeños, volvemos en un instante

Y luego sin decir más, tomados de la mano Dominic y yo nos dirigimos en busca de los pequeños...

Narra Susana

Dominic había llegado junto a su novia, Lucí, esa chica verdaderamente es un ángel, nos habían ayudado tanto y ahora nos traen la mejor noticia que pueda haber recibido

-Hola Susana, hay una pareja de padres que quieren hablar contigo- dice Ivi, la secretaria o suplente al cargo

-Oh, está bien, voy enseguida- finalizó y ella asiente, camino con dirección a la oficina donde se hacen los tratados para planificar adopciones, esto siempre es triste, pero nos aseguramos de que los niños estén con buenas personas

-Buenos días, soy Susana- hablo cuando estoy frente a los señores presentes

Ellos asienten y se presentan, son el matrimonio Morgan, señores muy educados y amables

-Entonces les mostraré los expedientes de los niños - Empiezo a sacar las carpetas

-queremos adoptar una niña- dice sonriente la señora Morgan, asiento y empiezo a mostrarle. Daniela, Gaby, Liana, Alexa, Sabrina, Paula, Simone, Sophia, Romina, Megan, Hilary, Danna, Rossetta y Mía

-Valla, cariño, son niñas preciosas- interviene el hombre sonriente

-Observa... Mía, tienes 6 años, sus padres murieron cuando ella cumplió un año de nacida- hace un gesto de tristeza- Es muy pequeña y hermosa, le daríamos una vida muy buena, estudiaría en uno de los institutos más costosos, le enseñaríamos algunos idiomas y a ser una señorita- sonríe, me renuevo incomoda, Mía es mejor amiga de Rossi, que la adoptarán sería como alejarlas

-Debemos adoptarla a ella- finalizan los dos muy seguros de su decisión. Ay no!

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