11.

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Hoy me tomaron desprevenida la esperanza y el regocijo...
Aparecieron en un rostro surcado por la edad y la experiencia...
No sé presentaron, ni me saludaron, pero a cambio me dejaron pensando en ellas el resto de la tarde...
Cómo tiraron de las comisuras de los labios de aquella huésped...
Cómo se reflejaron en sus pupilas...
Cómo me miraron con los ojos de ella...

Es algo para no olvidar.


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