Un simple experimento.

Día 3

La pelirroja mira por su pequeña y redonda ventana, aún no sé a volteado a hablar con su novio y ya se está aburriendo.

–¿Sigues molesta?– habla el rubio tocándole el hombro.
–Si, supongo...–se voltea a verlo, cara a cara.–Pero es que a veces eres bien idiota.– se acerca y le da un beso en la mejilla.
–Ya quiero volver a casa...– susurra la chica y se queda dormida.
...
La castaña busca entre sus cosas, no encuentra su bata de laboratorio, tampoco sus tubos de ensayo.

Luego ve en el viejo armario.
–Debe de estar ahí...– susurra.
Saca una llave de su cajón y abre el armario donde guarda todas las cosas que dejó de usar, justo en la parte de arriba divisa una caja de cartón donde se lee: Fátima Laboratorio.
Sonríe y se para de puntitas para alcanzar la caja, pero esta cae al suelo.

–¡Mierda!...– se levanta y ve todos los tubos de ensayo rotos en el piso.–Necesito un chocolate– dice y baja a la cocina.
–Esto me va a costar caro.– dice comiendo su chocolate, enciende la televisión y se sienta en sillón.–¿Cuánto costarán 7 tubos de ensayo nuevos?– se pregunta.–Rayos... ¿Por qué seré tan distraída?– se acomoda y ve la televisión sin importancia.
...
–Norma ya está listo.– dice Alex pasando su mano por su frente, limpiando el sudor.
–¿Estás segura? No lo veo tan limpio.– dice acomodando sus lentes.
Alex se ríe
–Yo ni sabia que usabas lentes.– sonríe y Norma se ríe.
–No estaría nada mal escuchar algo de música ¿no?– dice Norma bailando hasta la radio.
...
–¡Tiene que estar listo! Necesito que Carrie venga rápido o nada va a funcionar ¡Joder! No hay tiempo.– Warren camina hasta su escritorio y con furia bota todos sus apuntes de la mesa.–Necesito apurarla...– coge el celular y la llama.

¿Hola? Warren eres tú ¿no?
-Carrie, tienes que venir de inmediato, si no vienes no va a funcionar nada.
No se escucha nada al otro lado de la línea
-¿Carrie?
Mira... Warren entiendo tu preocupación pero... En el proyecto hay más personas y no me gusta que me trates a mí como la más importante de todas.
-Bueno... Solo te digo que te apures.
Y cuelga.
...
–Pero que idiota...– susurra.
Su novio ya está dormido, faltan pocas horas para que lleguen.
La pelirroja se levanta para llamar a la azafata.
–Dígame señorita.– pregunta la azafata
–¿Tiene más de esas ricas galletas de coco?– pregunta con una sonrisa.
–Creo que sí, ahora le traigo un paquete.– se va caminando por el pasillo.
Carrie se recuesta en su asiento y ve la cara de su novio, ¿Por qué no le puede gustar el laboratorio tanto como a ella?
¿Qué tiene de malo estar ahí?

La azafata aparece interrumpiendo sus pensamientos.–Aquí tiene señorita.– le da el paquete de galletas.–Gracias.– dice la pelirroja.
–¿Necesita algo más?
–No, estoy bien gracias.–sonríe y abre el paquete.
–Que pasará cuando llegue al laboratorio...