Capitulo 4: nueva casa con dos extraños.

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Fue un viaje tranquilo a su hogar temporal en Inglaterra, aunque no lo admitiera le fascino un poco la ciudad y los cambios que había tenido durante el tiempo, al igual que las distintas ciudades del mundo que habían visitado durante su larga búsqueda.

_. Aun no puedo entender cómo es que encerraron a este angelito en ese reducido cuarto –dijo el azabache mientras acurrucaba a un dormido ojiverde, no podía evitar actuar de esa forma con la/el pequeña/o era demasiado tierna y su parte algo paternal lograba calmarle como lo había hecho tiempo atrás con cierta criatura que había mordido en aquel momento de angustia.

_. Su familia debe ser realmente idiota, ni lo más nobles de la realeza maltratan a sus hijos hasta aquel punto, más bien una que otra reprimenda y eso era todo –dijo sin despegar la vista del camino, era en verdad los nobles eran estrictos con sus hijos pero siempre lo hacían por un bien de su sangre y el linaje, mantener el porte de un sangre pura llevaba tiempo y educación, siempre para ser el mejor y mirar hacia abajo a los demás como si fueran un insecto en su camino, ocultando sus sentimientos ante los demás.

 Estuvieron un buen rato andando por las calles llegando así a un gran edificio en el centro de la cuidad, bajaron del automóvil, mientras el azabache ingresaba directamente al lobby (creo que así se llama.__.) del hotel para esconderse un poco del frio clima él no lo necesitaba pero la pequeña criatura que tenía en brazos sí, mientras que el rubio le pasaba la llaves del auto a un valet para que aparcara el automóvil para así luego seguir a la rubia y al moreno dormido hacia el cuarto donde se estaban quedando.

_. Debe estar realmente cansado como para quedarse dormido –murmuro el ojiverde una vez dentro del elevador mientras veía como el rubio apretaba el último botón que llevaba a su piso, realmente el rubio no conocía la palabra pasar desapercibido, siempre quería lo mejor de lo mejor y mientras más grande mejor.

_. Bueno es normal lloro la mayoría del camino y no se sabe cuánto tiempo llevaba llorando antes de que llegáramos a donde estaba, tiene los ojos realmente hinchados... -dijo examinándolo con la vista, era una pena que esa carita estuviese arruinada por un par de ojos hinchados, unas gafas redondas y un feo moretón en su mejilla, soltó un pesado suspiro mientras cerraba los ojos y se masajeaba el puente de la nariz, solo unos días más y volverían su querida Francia, ya comenzaba a extrañar de algún modo el tranquilo ambiente de ese lugar junto con las luces adornando la cuidad de noche.

Al llegar al penthouse, el azabache dejaría al menor en el sofá mientras iba a arreglar una habitación para este, mientras que el rubio pedía servicio a la habitación, de seguro el o la infante tendría hambre, aun no estaba seguro del sexo de esta pero al que despertara aclararía sus dudas, al terminar el pedido tomaría al menor mientras caminaba a si propio cuarto, sería mejor que durmiera en un lugar más cómodo que aquellos sofás, inconscientemente abriría su ataúd para recostarle en aquel sitio.

_. Que haces? –dijo en un tono bajo para no despertar al menor, no quería que a este le diera un infarto al despertar en un ataúd oscuro, tomo a este en brazos delicadamente para salir de la habitación y llevarle a la contigua de ellos acomodo en la cama para luego arroparle con aquellas pesadas mantas. Al cabo de unos cortos minutos regresaría y tomaría la mano del rubio que no se había movido del sitio el cual solo sonreía de forma inocente sacándolo así de la habitación- en que estabas pensando Lestat, el niño hubiese muerto de un susto al despertar en un lugar así de oscuro.

_. En nada Cher... solo se me olvido –diría encogiéndose de hombros mientras sonreía, no mentía en cierto modo pero tampoco decía toda la verdad. Se acomodaría la ropa elegantemente, mientras miraba como su querido se iba a sentar al sofá prendiendo la tele para ponerse a ver un canal de cocina que daban a esas horas, a veces se preguntaba por qué Lou conservaba esas costumbres tan... humanas...camino donde este para sentarse a su lado para luego de unos minutos de aburrimiento se dejó caer en las piernas de este abrazándole por la cintura de forma melosa.

Un nuevo comienzo, una nueva vida.Where stories live. Discover now