Capitulo 18

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Leo decía que le gustaba como sudaba la nariz, que le gustaba la forma en que mis labios se movían, y que era graciosa, o divertida. Él nunca dijo que yo le gustaba. O que me quería, o que estaba enamorado de mí.

Eso me hizo pensar mucho en lo que tuvimos. Si fue solo un capricho adolescente de mi parte, y él solo buscaba el peligro de eso. de todas formas, un mes después de que se llevaran arrestado a Leo Torres de en frente de mi antigua casa, me llegó un email a mi correo electrónico de un correo "lta951" decía así:

"Hola.

Creo que te debo unas disculpas, creo que te debo miles de explicaciones.

Mara lamento el cruce de nuestras vidas y los inconvenientes causados, nuestra relación fue divertida. Me gustabas.

Estoy libre. Fui libre antes de que pusiera un pie en la correccional. No sé que te dijeron sobre lo que pasó, pero fue así.

No estoy en el parque industrial. No me busques allí.

Adiós Marita.

Pd: Sí necesitas ayuda con algo muy importante puedes responder a este email en cualquier tiempo. Si no, por favor abstente de responder o me veré obligado a bloquearte. Hablo en serio."

Es tan dulce y grosero... ¡pero al menos no me dejó en el limbo!

Aunque seguía siendo una "víctima" del acosador, mi castigo fue estricto. Me cambiaron de escuela porque no podía continuar con los rumores que crecieron después de lo que salió en el periódico, ¡aunque no hubiesen mencionado mi nombre! Todos sabían que hablaban de mi.

Micaela me visita los sábados y miércoles y nuestra amistad está muy bien. Dago se hizo novio de Beatriz, yo supongo que se cansó de que Micaela le dé tantas vueltas al asunto. En consecuencia, no habla conmigo, fue estilo: "Ya que no tengo nada con Micaela no tengo que seguir fingiendo que me agradas Mara, eres una insensible que solo le importa una sola persona, ¡y esa eres tú!, eres tan mala amiga."

Eso me golpeó más fuerte que una pelota de kitball. Dago era mi amigo por varios años y le contaba cosas que algunas veces no le contaba a Micaela. Yo realmente lo creí mi amigo, quizás, y después de todo, él había iniciado los rumores de que yo era una roba-maridos en mi antigua escuela.

Tengo diecisiete años y en ocho meses muchas cosas pueden cambiar. Comienzas a crecer y a ver las cosas importantes, te conectas con la vida real. Supongo que yo vivía en una extraña fantasía que no podía ser nunca, pero si pudo, porque besé a Leo Torres cinco veces.

Pronto entraré a la universidad y me iré de la Provincia, seré grande y viviré sola. Y seguro nadie me creerá que ya con dieciséis años, destruí un matrimonio, y besé a mi crush inalcanzable cinco veces, es decir, si hice eso, ¿Qué más no podría hacer?

Y bueno, mi enamoramiento platónico con Leonardo Torres fue una cosa real en su momento.

Sigue siendo secreto de ambos.

Secretos en el VecindarioOnde histórias criam vida. Descubra agora