Everytime i see

Preguntas y más preguntas

A veces siento que puedo pasar una eternidad pensando la misma cosa, en este caso siento que puedo pasar toda la eternidad recostada en el hombro de Zack, luego de que por fin el asunto de la comida quedó solucionado salieron otros temas de muchas cosas, de nosotros, de otros y de cosas extrañas. Justo ahora el tema era  sobre tu vida de pequeño y era mí turno de recordar mí infancia y estaba cómodamente recostada en su hombro y sosteniendo una de mis rodillas con mis manos entrelazando mis dedos.
- Bien, recuerdo que de pequeña amaba jugar al colegio...
- Espera...¡¿Qué?!
- En mí mente el colegio era divertido.
Zack se ríe, le parece una idea totalmente ridícula.
- Bien, contínua.
- Bien... ¿ No vas a interrumpirme de nuevo?- Niega rotundamente con la cabeza.
-Tienes toda mí atención.
Ahora está muy serio y fija su mirada en mi.
- Bien... como sea, el colegio en mí mundo era geníal y recuerdo que tenía una camisa unida a una falda a cuadros y solía decir que era mi uniforme.
Me quedo en silencio recordando las tardes que pasaba en el jardín . Me sonrío sin darme cuenta que Zack se ah quedado fijo observandome, aun así mi mente no se separa del recuerdo.
-¿Hola?.
Dice Zack haciendo que vuelva al mundo real de nuevo.
- Perdona.
- Descuida, seguramente fue un lindo recuerdo.
- No se porqué me hacía la idea de un colegio divertido...
- ¿Que edad tenías?
-...Creo que cuatro, aún no iniciaba el jardín de niños.
-Entiendo.
-¿Qué entiendes?
-Que eras una completa tonta.
Zack se burla de nuevo y despeina mí cabello con dulzura. ¿ La sala de enfermería es mágica o algo?, nunca había tenido una conversación tan larga, profunda y confortable con él.

-¡Cómo sea!- Digo en voz alta, apartando su mano de mí cabello, justo ahora se divierte mucho.
-De acuerdo, mí turno.
-Adelante- Digo haciendo un gesto con mí mano.
Zack se acómoda, por lo que yo tengo que levantarme de donde estaba, al notar esto me toma de la cintura y me coloca en su pecho, en medio de sus piernas y arrecuesta su barbilla en mí cabeza, inhala suavemente mí cabello, reacción a la que me pongo tensa, pero intento disimular.
-Tu cabello....- Empieza- huele a frutas...
-Gracias, creo.
-Ese olor en específico, me recuerda a uno de los mejores viajes que hice.
- ¿Ah si?
-Sí, nos mudamos de casa unas miles de veces, pero había una con un jardín lleno de flores, que seguro te encantaría, a mi madre le encantó por supuesto, pero no nos quedamos mucho.
-¿ Por qué?
Zack se tensa y ahora me siento incómoda, no debí preguntar.
-Que curiosa eres.
-Lo siento, no tienes que contarme si no quieres.
-Pero quiero hacerlo.
Vuelve a relajarse y me pega más hacía él, como si fuera una especie de almohada.
-El lugar era hermoso, tenía todo lo que pudieras imaginar... y para un niño que detesta estar encerrado... era perfecto, pero mamá era alergíca a la mayoría de cosas ahí, siempre estaba enferma, no podía soportar verla así, ninguno de nosotros, buscamos otra casa luego de eso.
- Oh... lo siento mucho
-Si bueno, no había pensado en esa casa hasta que tu cabello tocó mí nariz, creo que nadie vive ahí ahora.
- ¿ En que piensas?
-Quiero mostrartela.
Sonríe.
También lo hago.
El tiempo contínua y nuestras siluetas se van apagando como si la historía estuviera a punto de terminar....