Capítulo 7: "El pasado de Lobo"

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No mentía. En verdad pensaba que el ser humano está podrido y que yo no era cómo ellos. Pero, después de todo, tenía mi parte humana también. Una parte de mi corazón estaba podrido y haría cualquier cosa para saciar la ambición que poseía.

-Eres diferente... -mencionó. No era tan diferente, Lobo. Seguía siendo una persona inútil para el mundo e interesada. Tal vez... Por eso, Dios se fue de mi lado y me dejó a la mereces de un ser tan espantoso y aprovechado.- Los humanos no reconocen sus fallos... Piensan que son seres que, aunque imperfectos, tienen corazón puro... Si lo tuvieran... Yo... No estaría aquí... Abandonado a mí suerte en un bosque inhóspito.

No sabía a qué venía eso. Debí imaginarme que no sólo era un lobo... Era evidente su gran parecido con un humano... Y... Aún así... Su corazón era puro y digno, como el de un animal.

-Lobo...-tenía que saber una cosa. Si era lo que yo pensaba, me vendría muy bien- ¿Usted antes vivía con los humanos?

Se quedó callado unos instantes. Era evidente que iba a preguntar pero, seguro no se esperaba qué hiciese la pregunta de forma tan condescendiente. Es que, ¿para que negarlo? No me gusta andarme con rodeos.

-¿En serio crees que te lo voy a decir?- ahí tenía razón. Hasta hace un par de horas éramos completos desconocidos... Tampoco voy a decir que me importase demasiado pero...

-Sí, me lo vas a decir- sabía que parecían palabras vacías; sin embargo, había una razón por la que estaba segura que aceptaría contármelo.-

¡¿Cómo?! ¿¡Y cómo estás tan segura de eso niñata?!

-Por la ley de Talión: "Ojo por ojo, y diente por diente". Yo te cuento mi pasado y tu me cuentas el tuyo- obviamente no sería mi verdadero pasado, pero, si me la trabajo bien, tal vez cuele. Es cómo cuándo madre trae hombres a casa y miente hasta en su nombre.

-¿Por qué me interesaría saber tu pasado?- siendo sincera, eso no me lo esperaba. El perrito ingenuo va aprendiendo. Sólo me quedaba un as en la manga.

-Bueno... Si no quieres saber el motivo de porque acepto ir acompañada por un lobo para ir a la bifurcación del camino y, allí, hacer una carrera hacia casa de mi abuela arriesgándome a perder y no estar un 100% segura de que no se comerá a mi querida abuelita...- y lo mejor de esta carta, no contiene mentira. Sólo tienta.

-...-esperé un par de minutos antes de que me contestase pero, por lo menos su respuesta fue...- Está bien. Acepto.

-Vale, ¿quién empieza?

-Si quieres yo... ¡Pero lo hago porque quiero! ¡No porque no quiero tener un momento incómodo! ¿¡Entendido?!-dijo sacando su vena tsundere. Por Dios, adoro molestar a los tsunderes, son tan fáciles de enfadar...

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ATENCIÓN: En esta parte de la historia va a narrar Lobo. Es su pasado, lo narra él, así de sencillo. También tened en cuenta que esto es una excepción especial, el resto de los capítulos, sino son todos son casi todos, los narra Caperucita.

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Todo empezó mal desde el día en que nací... Mi madre era humana y mi padre un lobo. Esto tiene una razón, mi madre, según me contaron los vecinos, estaba loca; tanto por acostarse con un lobo, cómo para tenerme a mí. Digo que me lo contaron los vecinos porque, yo jamás conocí a mi madre. Ella murió al darme a luz. Todos los aldeanos me odiaban, y los lobos no me consideraban parte de su manada... No era lobo ni humano... Vivía en la pequeña casa de mi madre... Pero no sabía hacer las cosas de la casa y, mi instinto cada vez de desarrollaba más. Los aldeanos me trataban como a un monstruo... Al final, con 9 años se cansaron de mí y me echaron. Durante esos 9 años aguanté palizas, maltratos, violaciones... Sólo por tener un lugar para resguardarme bajo la lluvia y algo de alimento... Pero no... Me echaron porque se cansaron de mí. No querían a algo diferente a ellos cerca... "Los humanos son seres podridos". Eso, para mí, ya era un hecho. Y ese hecho no lo iba a cambiar nada ni nadie... Por lo menos no hasta que la conociese... Ella... Era diferente a todos esos aldeanos... Ella me trataba con dulzura y amabilidad... Me da igual que sea por cortesía... Me da igual que sea por beneficio propio... No quiero perder este sentimiento.... Así que... Por favor... No te alejes de mí... Roseatte, mi Caperucita Roja.

CONTINUARÁ...

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Nota de la autora: Por Dios... Que le estoy haciendo al pobre lobo... Ahora mismo me estoy odiando a mi misma... Pero bueno, esperemos que el pobre lobo algún momento sea feliz. O tal vez no lo será...

Gracias por leer y... Hasta el próximo capítulo...

Caperucita Roja Y El Lobo... ¿Feroz?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora