Caperucita Roja Y El Lobo... ¿Feroz?

Capítulo 2: "Las entrañas del bosque"

Al cruzar la frontera, me di cuenta de lo diferentes que eran el pueblo y el bosque. El primero, es un lugar ajetreado dónde las personas se sienten cómodas y protegidas; mientras que el segundo, es un lugar dónde el ser humano no tiene poder, dónde los animales reinan junto con el aura de misterio que lo rodea y, lo más importante, es SU territorio.

A mí nunca me gustó el pueblo, a mi parecer es un lugar insípido, lleno del ajetreo de la gente y con la impresión de ser una cerca dónde lamentablemente, tienes que vivir. El bosque me resulta bastante más atrayente, con todos sus rincones inexplorados, las diferentes especies luchando para sobrevivir y nada garantizando tú seguridad. El que nadie, excepto tú, pueda decidir si sobrevives o mueres, eso es la libertad. No estar en una jaula que te imponen para que no te hagas daño. Quizás, sea más animal que humano.

Mientras estaba absorta en pensamientos cómo éstos, iba avanzando poco a poco por el diminuto y descuidado camino. Se notaba que hacía bastante que nadie pasaba por allí...

-Hola pequeña- dijo alguien a mi espalda, lo que hizo que retrocediera algunos pasos y ponerme en guardia- No te asustes pequeña... Sólo soy un humilde cazador que pasaba por aquí

-¿Cazador?-dije extrañada- Pero si ya no hay ciervos en los alrededores... ¿Viniste a cazar al supuesto lobo?

-Parece que no se te escapa una pequeña- dijo con una amplia sonrisa- Deberías tener más cuidado si sabes que hay un lobo. ¿Tienes algo para defenderte?

Negué con la cabeza. Tiene razón... Inclusive si no me aparto del camino, el lobo podría aparecer...

-Entonces ten- me entregó una hermosa daga de cobre, estaba un poco desgastada, pero sus hermosos tallados estaban muy bien conservados- Así estarás un poco más protegida.

-Pero... ¿No lo necesitará usted?...

-No pequeña, soy bastante fuerte como para luchar sin ese arma- exclamó con un aire de arrogancia.

-Gracias señor. Se la devolveré la próxima vez que nos veamos.- dije intentando ser amable; no sé por qué, pero éste tipo me irritaba...

-De nada pequeña, adiós.

Después de despedirse el hombre se fue desapareciendo entre la niebla. Decidí seguir mí camino sin preocuparme más por ese arrogante cazador más, no iba a dejar que ese tipejo cogiese a ese lobo; o por lo menos, no antes que yo.

CONTINUARÁ...

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Notas de la autora: Aquí está el segundo capítulo de mi historia, no sé si en verdad es buena pero, estoy bastante contenta con el resultado.

Gracias por leer y... Hasta el próximo capítulo...