Capítulo Único: Cerca.

632 67 10
                                    

'Puta que se ve lindo concentra'o este weón', pensó al verlo fruncir el ceño mientras puteaba la pantalla. Sabía que el jefe era complicado, el mismo se había pasado casi una semana completa pegado a la consola puteando y maldiciendo a los realizadores del juego y a la Juancha -gata culia maldaosa'- que no había encontrado nada mejor que ponerse a jugar con los cables de la Juana y desconectarla del transformador de corriente cuando estaba por ganar, y sabía que el Naiko llevaba el doble intentando pasarlo y aún no lograba bajar la barra de vida del jefe a la mitad. 'Mono culiao duro por la chuchens' pensó al ver como el jefe esquivaba un golpe que podría haber sido crítico.

Era chistoso ver al Naiko concentrado: fruncía el ceño y murmuraba puteadas bastante floridas entre dientes mientras se movía de un lado al otro cuando le pegaban a su personaje. 'Dan ganas de webearlo'.

— ¡No weón! —grito cuando su personaje no esquivo el golpe del jefe— ¡Que me vái a hacer perder la wea de partida, mono culiao! —el game over en la pantalla fue un buen indicativo que no lo habían escuchado. Con un suspiro dejó el control a un lado y se cruzó de brazos maldiciendo y prometiendo dejar el juego de lado.

— Tu y yo sabemos que vas a volver a jugarlo en cuanto te calmes.

Se deslizó por el borde de la cama hasta caer sentado detrás del Naiko, con las piernas a cada lado del mayor. Puso las manos sobre los hombros tensos de Nicolás e hizo presión hacia atrás. No fue difícil, no encontró mucha resistencia a su avance. Cuando Naiko estuvo apoyado en su pecho paso suavemente los brazos por sobre su cintura y entre cruzó sus dedos sobre el estómago del mayor, apoyó el mentón sobre la cabeza de su acompañante y una suave sonrisa estiró las comisuras de sus labios cuando el cuerpo entre sus brazos se relajó y unas manos calentitas se apoyaron sobre las suyas.

Como le gustaba que el Naiko fuera de piel.

No había nada que le gustara más que bajarle el enojo en base a regaloneos y mamonerías. Tal vez tenerlo jadeando sentado a horcajadas sobre el pidiéndole más pero ese era un tema aparte. Si seguía por ese camino se iba a calentar y a la mierda el intentar bajarle el enojo al Nico cuando le sintiera el bulto crecer contra la espalda. Ya le había llegado un manotazo bien fuerte más de una vez por esa wea.

No era su culpa tener una líbido saludable por la cresta.

— Me carga este juego culiao y me molesta aún más el que no pueda dejar de jugarlo... —murmuro molesto Naiko, acariciando con sus pulgares las manos de Edgar. Sabía que el otro había tenido razón, iba a volver a jugarlo hasta que derrotara al jefe. Si no se la podía ganar, su orgullo estaba de por medio.

Una risilla le recordó que tenía toda la atención de Edgar para el.

Dejó que su cabeza cayera sobre su propio hombro y miró el control de la Xbox en el suelo fijamente, sintiendo como se drenaba el mal humor por perder la partida con la cercanía del menor.

La respiración tranquila de Edgar en su cuello y sus labios sobre su hombro, justo donde la polera comenzaba a dejar al descubierto la piel, comenzó a adormecerlo. Era agradable poder disfrutar de momentos como esos, regocijarse de la compañía mutua, de un abrazo y un regaloneo loco. Le gustaba la sensación media nerviosa que le daba en la base de la guata y el estremecimiento que le subía por la espalda cuando el Eddie acariciaba con sus labios el pulso en su cuello.

Conchasumadre... estaban en ese momento en que las cosas podían ponerse realmente interesantes si no paraban.

Pero estaba tan cómodo y el enojo se estaba yendo.

— Naiko... —la voz de Edgar sonó íntima y cálida en el silencio que los rodeaba. Se despabiló un poco, sólo lo suficiente para lograr abrir los ojos y enfocaba la mirada. Ladeó la cabeza para verlo en respuesta.— ¿Y si mejor apagamos la consola?

— No. —respondio en voz baja, dándole el tinte íntimo que hacia perdurar el ambiente.— Solo... —acaricio con la yema de sus dedos los nudillos de Edgar, logrando relajar el agarre firme de las manos sobre su vientre y meter sus dedos entre los entrecruzados del menor.— Me gusta estar así contigo. Quedémonos un poquito más así.

— Te poní' mamón.

Aunque lo hubiera querido, la risa que lo atacó no podría haberla evitado.— Está buena esa, el burro hablando de orejas.

Edgar rió con el.

Apretando el abrazo, Edgar lo acercó más a el. Sabía lo que venía, así que sólo cerró los ojos y esperó. La tibieza y suavidad de los labios sobre los suyos le dio un vuelco en el estómago, un vértigo excitante. Entreabrió los labios como respuesta al contacto y se abandonó a la caricia. Le gustaba como Edgar besaba: suave y entregado pero con cierta ansia dominante que hablaba de querer devorarlo.

Que fuera sólo de él.

Un peso sorpresivo cayó sobre las piernas de Nicolás lo que hizo que se separará con un sobresalto de Edgar. Al mirar hacia sus piernas, unos ojos verdes le devolvían la mirada a ambos con total indiferencia. El menor podría jurar que había cierta burla y gozo en los ojos de su gata. Él sabía que la Juancha había disfrutado el interrumpirlos.

Podía verla haciéndole un hoyudo y sonriendo con petulancia.

'Gata culia'

— Deja de mirarla con odio, Eddie. Si la Juanchita se sentía sola, ¿cierto? —como si la gata lo entendiera un fuerte ronroneo respondió a las caricias que le prodigaba Naiko. Edgar sabía que el momento de intimidad se había ido y con un suspiro derrotado alcanzó el control de la consola y le dio a la opción de continuar la partida. Si no podía desquitarse con su gata porque al Naiko le gustaba, se desquitaría jugando y haciendo cagar al jefe.

— ¡Ni se te ocurra pasar al jefe vo' solo weón! —le grito Naiko acomodándose entre sus piernas y haciendo un movimiento mata neuronas en contra de su entrepierna con el culo sin percatarse.

'Conchasumadre...'

Tal vez no podría desquitarse con la Juancha, ni con el jefe del juego pero con el Naiko... Ah! Con ese weón sería otro tema.

'Que no se queje si mañana no puede caminar.'

___________________

Primero, muchas gracias por leer (:

Sigo sacando de a poquito los días del reto. No van en orden porque los sacó en base a las ideas que me llegan.
A lo largo de la historia use varias veces el 'Nico' o 'Nicolás' para referirme a Naiko, como sólo aparecen el y el Eddie me dije 'por que no puedo nombrarlo como Nico si es su nombre?' He aquí el porque del uso indiscriminado de apodo/nombre.

Muchas gracias, TotchiPhobisch por ayudarme a elegir la portada, leerme y darme ánimos! Eres lo máximo mujer! *emoticón besito*

Closer [GOTH - Edgar/Naiko]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora