Capitulo 6 " Merianelle"

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*

En este instante hay 7,403,305,706 billones de personas en el mundo, y una de ellas marcará tu vida para siempre. Cuando menos te lo esperas en el momento exacto que pierdes toda esperanza llega tu humano predestinado y tu vida da un giro de trescientos cincuenta grados y todo cambia.

Mire a Clara y vi su rostro emocionado y su ceja dando una expresión curiosa a la vez, esperando que continuará mi narración. Volví mi mirada al pasto y pensé en ella, ella fue mi persona, de siete billones de personas fue ella quien estuvo en el momento exacto para salvarme.

-¡Tierra a Addie!
-¡Addie a tierra- replique asegurando mi aterrizaje que irónicamente significaba volar hacia el recuerdo de aquella noche inesperada y confusa otra vez. Cuál pasó de ser el susto más grande de mi vida a lo mejor que me a pasado.

*

-Wow...Um..Muchas gracias.- dije al fin huyendo de su mirada, ahora dirigida a él tipo inconsciente en el pasto.

-Dios.-susurro cerrando los ojos y después los abrió como si recién despertara de una pesadilla. Me miro alarmada cerró los ojos otra vez y cubrió su rostro dejando caer el fierro. -Lo mate. Tenemos que salir de aquí antes de que llegue la policía y vaya a la carcel y pierda mi tienda y todo se vaya a la caca del toro.

Solté una carcajada y toda mi tensión bajo un poco. Era muy linda.

-Cálmate no está muerto mujer, solo está inconsciente.-trate de calmarla porque yo ya estaba drogada y ella diciendo cosas como, "Caca del toro" no ayudaba a mi cerebro.-Solo ayúdame a caminar a una cafetería no sé con que me mierdas me drogo pero casi no puedo moverme.

-¿Y para qué quieres ir a una cafetería? -preguntó mientras recogía el fierro del suelo y movía al hombre como para comprobar si tenía alguna gota más de vida en su cuerpo.

-Para ver si se me quita esto con un café. Me bailan las neuronas.- explique y coloque mi mano sobre mi oído derecho.

-Bien, ven te ayudo grandulona.

-Muchas gracias enana extraña.- dije burlándome de su estatura mientras colocaba mi brazo alrededor de sus hombros.

Un gemido seguido de un gas provino del cuerpo del tipo y las dos pegamos un grito de niña cuando abrió sus ojos.

-¡De prisa! ¡Móntate! - ordenó la chica abriéndome la puerta del pasajero de; supuse su auto.
Me apresuré a entrar y ella tiró mi puerta y despego rodeando el carro, se montó y arranco fuera de allí.

(.....)

Estacionó el carro frente a una cafetería pequeña que nunca había visitado antes y luego me miro. Había sido un camino corto y callado hasta allí; solo se escuchaba el sonido proveniente de las ruedas contra el asfalto. El silencio era raro no sabía ni su nombre pero había sido extrañamente confortable.

Nos bajamos y agradecí a las estrellas que ya podía sentir mis piernas. Ella medio segundo se encontraba a mi lado agarrando mi brazo con esa expresión preocupada otra vez como si me conociera de toda la vida. ¿De dónde le salía todo esto de salvarme? ¿ Salía por las noches a rescatar almas perdidas o que?  Ósea no me quejo. Ojalá anduvieran todas las chicas lindas salvándome por ahí.

-¿Puedes caminar?- preguntó interrumpiendo mis pensamientos.

-Tengo calambre creo que deberías ayudarme aun.- dije y ella no lo pensó dos veces para envolver su corto brazo alrededor de mi torso.

-¿Mejor? - Preguntó y me di cuenta de que me iba a divertir mucho con ella.

-Mejor, pero aún no me como el snickers.-

Mi dedico una sonrisa de complicidad, alzando una ceja y al fin soltó una risita muy particular y embriagante.

-Por lo que veo te gusta hacer chistes.-

-Por lo que escucho me va a encantar hacerte reír.- dije refiriéndome a su risa y ella me dio esa mirada otra vez.

-Eres muy niña para mí y no quiero ser encarcelada por secuestro y pedofilia, gracias.- Levanto su dedo índice, puso sus ojos en mis labios y siguió por tocar la punta de mi nariz. Me guiñó un ojo y abrió la puerta de la cafetería.

¿Mayor que yo? Okay esa no me la esperaba. Espera. ¿Por qué estaba tan cerca? Y ¿Porque me guiñó el ojo? Dios, debe ser la droga. Tome asiento en una de las pocas y pequeñas mesas en el lugar y la mire como caminaba hacia la mesa con dos cafés y un cartucho en sus manos.

-Cumpliré los 18 en tres meses. Además no eres tan mayor señora pedofilia. Digo mírate, si por apariencia fuera podrías ser mi hermana pequeña.- contraataque y tome un sorbo de café.

-Ew eso es incesto.- dijo y solté una carcajada mientras tragaba causando que sintiera hasta mi intestino quemarse. Tosí sin poder de reír a la vez.

-Por Dios. ¿Intentas matarme?- Pregunté sin poder evitar una sonrisa gigantesca.

-Acabo de poner en juego mi libertad condicional por salvar tus nalgas. ¿Tú que crees?- mi sonrisa se cayo y rápidamente levante un tenedor para apuntarle con el.

-¿Eres convicta?- pregunté asustada e inmediatamente me sentí tonta al verla perder todo su aire de la risa. Me pegue en la frente y ella me miró sonriente y me quede embobada. ¿Cómo alguien puede brillar así a estas horas de la madrugada?

-¿Cómo te llamas?- Preguntó y sus ojos oscuros brillaron en mi mirada azul mezclándose creando el azul marino del cielo en las noches y supe que esto sería el Titanic modernizado.

-Adeline. ¿Y tú?-

Levanto su ceja por tercera vez en la pasada hora, mostrando que era uno de sus hábitos. Separó sus carnosos labios y las próximas letras que salieron de su boca nombraron toda mi vida después de esa noche.

-Merianelle.

Perdón por la tardanza. Dejen sus comentarios. Muchas Gracias - Dayii💕

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⏰ Last updated: Feb 29, 2016 ⏰

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NadelineWhere stories live. Discover now