Capítulo dos

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Ya no podía caminar con naturalidad por las calles de Alexandria

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Ya no podía caminar con naturalidad por las calles de Alexandria. Se sentía observada y aún no entendía realmente el porqué.

Pasó saliva y apretó los labios. Sentía los pasos tras ella, provocando que cada segundo que transcurría en el camino a casa de los Monroe su nerviosismo aumentaba. ¿De verdad la estaban siguiendo?

A unos metros frente a ella Deanna le sonreía, mientras bajaba las escaleras del pórtico de la más grande de las casas en la comunidad.

—Hola Kate —saludó—, espérame en mí oficina por favor, voy en un momento.

Asintió sin protestar y continuó avanzando hasta que la puerta la detuvo. Observó la perilla pero su curiosidad la llevó a voltearse en busca de quien le seguía. Pero no vio a nadie, siquiera Deanna estaba en la calle; y no puedo evitar pensar que se estaba volviendo loca.

Volvió su vista al frente con resignación para adentrarse a la propiedad, pero algo bloqueaba su paso.

Se llevó una mano al pecho e intento tranquilizar su acelerado corazón.

—Lo siento, ¿te he asustado? —interrogó con gracia el hijo menor de Deanna; Spencer.

Elevó su mirada y lo observó mejor. No notó gran cambio en él; seguía siendo aquel joven alto de cabello castaño rizado y unos ojos marrones que la observaban con amabilidad. Lo único diferente en él es que ahora llevaba una delgada barba que le cubría parte del rostro, y que Kate no pudo evitar pensar en cuán guapo de hacía ver. 

—Está bien —murmuró—. Eh, Deanna me ha dicho que le espere en su oficina —se apresuró a decir.

—Pues pasa —se hizo a un lado dejándole el paso libre a la castaña—. Ya sabes, mí casa es tú casa —citó en Español, lo que causó la risa de la muchacha.

—¿Como has estado? —se atrevió a preguntar, volviéndose a observarlo una vez más. 

—Me gustaría responderte, pero mí madre ya viene —señaló con la quijada a la mujer que caminaba con prisa hacía su casa—. Habrá que dejarlo para otro momento —agregó, con una sonrisa de lado.

Kate reprimió una sonrisa y asintió, creyendo que eso concluiría la acotada conversación. Sin embargo, se sorprendió al sentir la gran mano del hombre su mejilla derecha, pero lo hizo todavía más cuando se acercó a ella y  depositó un suave beso en la frente. ¿Realmente Spencer Monroe acababa de hacer eso? 

—Nos vemos Kate —se despidió antes de desaparecer por los pasillos.

—¿Todo bien?

La voz de Deanna inundó él lugar. La muchacha la observó y asintiendo suavemente la siguió hasta su oficina.

—¿Para qué me necesitas? —realizó aquella pregunta que le atormentaba.

—No sé si estás enterada pero hace unas semanas el grupo de expedición tuvo una perdida de uno de sus miembros —comenzó a hablar antes de sentarse frente a la castaña en el sofá. Al ver a la joven negar continuó—; bueno, el caso es que luego de meditarlo decidí que algunos de los nuevos habitantes serán parte de él, junto a Aiden y Nicholas. Tres; Noah, Tara y Glenn —pauso un momento, y sonrió al ver el rostro de confusión de la chica frente a ella—. Tuvieron algunos problemas en la ultima salida —explicó moviendo sus manos, dándole más seriedad al asunto—. Terminaron golpeándose.

Hopes « Rick Grimes [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora