friendzone; c.d

39.

Parte 2.

-Nash, no te duermas.- dije acariciando su cabello.

-Vamos, podría no hacerlo pero tú no dejas de jugar con mi cabello.- murmuró él sonriendo. Reí. Estábamos camino al aeropuerto para dejar a mamá, ella saldría de viaje por lo menos una semana, podrían ser dos, no lo sé. Bueno, el punto es que convencí a mamá de dejar que me quedara en casa, claro, Nash se quedaría cuando pudiera conmigo y no se olvidó de cancelar con los padres de Andrea, gracias a Dios.

Miré aburrida por la ventana, el día estaba algo sofocado. Me coloqué los auriculares. Nash se había dormido. Mierda, ¿qué sería de mi vida sin la música? Horrible, una completa mierda. Es que amo escuchar música, me encanta, y la verdad es que no entiendo como hay personas a las cuales no les gusta, y lo respeto, pero vamos, ¡LA MÚSICA ES LO MEJOR DE ESTE MUNDO QUE ESTA TAN JODIDO!. Por mí, que se vayan todos a la reverenda mierda, yo que quedo tranquila con mis auriculares, quítenme lo que quitan, menos mi móvil y los auriculares.

-¡MELODY QUÍTATE ESA COSAS QUE TE ESTOY HABLANDO!- escuché el grito de mamá y me sobresalte haciendo que me golpeara contra el vidrio. Me queje acariciando mi frente. Mierda.

-¿Qué?- dije de mala gana.

-No sabes cuanto deseo tirar eso por la ventana y hacerlos inexistentes. Los odio, siempre estas con eso, te hablo y nunca me haces casó...- si, no te escucho, la música esta demasiado alto. Lo siento mamá.

-Si, no volverá a pasar.- dije fingiendo haberla escuchado. Sólo vi como me fulminaba con la mirada por el retrovisor y solté una pequeña risa.

[...]

-Melody, no te he visto con Cameron, ¿están enojados o algo?- dijo Nash.

-No es sólo que... Él esta muy ocupado en... Cosas, supongo- solté nerviosa -. ¿Por qué lo preguntas?

-No es que, antes los veía juntos siempre y ahora están más distanciados.- respondió concentrado en el esmalte que colocaba en mis uñas. Nash es tan... Nash. Joder - ¡Termine!

-Hey, lo hiciste mejor que yo.- dije sonriendo. Se encogió de hombros.

-¿Qué puedo decirte? Soy el mejor.- dijo haciendo una pose graciosa. Reí. Amo a este chico.

-¿Podemos ordenar pizza?- dije abrazando una almohada. Oh Dios, esto tiene impregnado el perfume de Nash.

-Claro, vamos.- respondió. Nash tomo mi mano y juntos caminamos hasta el living de su casa, yo me separe de él para poner una serie mientras él se encargaba de la comida no tan saludable que comeríamos.

-¡Nash!- exclamé desde el sofá -, ¿podemos ver The walking dead?

-Si tú quieres sí.

Sonreí. Era mi serie favorita, la mejor sin duda. Oh Dios, recuerdo que lloré como una bebita cuando murió Dale, también cuando murió Hershel, y Noah, y... Santa caca, yo amo tanto a Carl, pero también amo al sensual de Rick y no nos olvidemos de Glenn y Daryl y...

-¿Melody, estas aquí?- dijo Nash interrumpiendo mis pensamientos. Asentí avergonzada y él se limitó a reír - Veamos, traigo palomitas, nutella, jugos de manzana, helado derretido, oreos y la pizza esta por llegar, ¿veremos Th...

-Sí.- solté de inmediato con una sonrisa. Ya quería ver a Carl y a Rick.

-¿Por qué tanta emoción?

-Quiero ver a Glenn, a Daryl, Rick, Carl, Abraham,...

-Basta, no permitiré que veas a tantos chicos. Veremos Teen Wolf.- dijo cruzado de brazos y con el ceño levemente fruncido.

-¡Veremos a Dylan O'Br...!

-No. Mejor veremos Pretty Little Liars.

-Amo esa serie, pero si yo no veo a mi esposo Rick, tú, señorito, no verás a Ashley Benson.

-¡Oh vamos!, tengo derechos.

-¡Yo también!- exclamé sentandome como indio en el sofá.

-Pero tú...- el sonido del timbre lo interrumpió y salí corriendo para tomar la pizza. Oh, pizza te amo.

-Aquí esta tu cambio.- dijo el chico de ojos avellana. Le sonreí y sentí la presencia de Nash detrás de mí.

-¿Por qué le sonríes?- soltó él mirando mal al chico. No por favor...

-Sólo le entregaba el cambio de su ped...- lo interrumpió.

-Largo, o te demando.

-Nash...

-¡Él pudo haberte violado!- chilló Nash cuando el chico se fue y cerro la puerta.

-¡Por favor, tenía como quince años!- exclamé incrédula.

-De igual forma.- dijo Nash tomando una rebanada de pizza entre sus gigantescas manos. Bufé.

Será una larga tarde.