MINI HISTORIA

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La puerta de mi escuela era blanca, blanca color paz.

En mi salón hay 43 compañeros... En todos los grados hay un guapo, una zorra, un pervertido, la chica guapa, un gracioso, un nerd... Y...


Llegué a la casa y subí las escaleras corriendo, hoy no salude a mamá, ni la felicité por el buen olor de la comida siendo hecha en la cocina, no besé a papá, ni me tiré a jugar con mi perro... No. Este día fue distinto, venía con lágrimas desbordando y las piernas temblando, traía tiras de papel en el cabello y el corazón hecho un colador de insultos.

-la prepa es así- me había susurrado mil veces, había ignorado tanto. había sido fuerte. Llevaba falda larga y eso me causó el apodo de " La monjita", eso hasta me hizo gracia... Pero el día en que dos chicas me acorralaron en un baño gritando cosas sexuales... Ese día dejó de ser gracioso.

Tenía buena amigas, me querían, las quería... Éramos las mejores, pero las masas se mueven al mismo lado y en este caso la masa se movía contra mí, mi casillero se dañaba a diario, yo poseía todas las infecciones sexuales posibles, era una ninfomana y virgen... Todo según el día.

Pero eso lo soporté... Aguanté, la escuela era así, no podíamos tenerlo todo. Yo siempre supe que no era perfecta, pero ese infierno... Ese pequeño regalo del mal, no era para mí.

Mantuve la paciencia, la resistencia, la fuerza interior y tuve la capacidad de sonreír diario y contarle a mi madre mi excelente día, soporte llorar solo en las noches. Comer poquito porque nadie quiere a las gordas y yo ya tenía mucho con un par de venas en las piernas izquierda... Sé que se marcaban por mi color de piel y no mi condición física, pero a ellos no les importaba... Tenían balas, y las usaban, diario, cada clase surgía un nuevo método de tortura.

Me dolía despertar, me cortaba la garganta escucharlos... Me acostaba.
No podía estar en ninguna red social porque de inmediato aparecían montajes míos teniendo sexo, era tan malditamente infernal. 

Pero éste día... El día que subí las escaleras corriendo y sollozando como un animal condenado a muerte, éste día era insuperable... Llegué temprano, como cada día... Cuando entre habían fotos en todas las paredes... Fotos de mi padre, de mi padre revolcandose con mi director. Habían mil frases ofensivas... ¿Mi madre? Yo sólo pensaba en mi madre... Tenía ganas de gritar, quería morir. Yo no era de acero, no era fuerte... Era sólo una niña asustada, una niña frágil que acababa de perder a su héroe.

Las clases fueron una tortura... Eran dardos. Sus palabras y risas eran dardos... «Quizás seas así por tu padre» decían, tanta mierda... Quería defenderle, defenderme... Pero no podía, mis manos y voz eran inútiles... Los profesores, ellos sólo veían y no los culpo.

Estaba tirada en mi cama cuando llegó mamá... ¿Debía decirle? No. Ella no lo merecía... Mentí y dije que había reprobado un examen, mamá me creyó, ¡Qué tontos son los padres a veces!, cerro la puerta y continué llorando, no quería volver, no quería pisar mi escuela, no quería ver a papá... Deseaba morir, necesitaba morir.

Me levanté. Fui al baño de mis padres y trague. 43 pastillas en total... Una por cada compañero de clase, en su honor. Deje una carta. Espero papá la leyera y se le partiera un poco el corazón.


Carta.

«No me gusta la escuela. Tiene una puerta blanca, blanca color paz. En mi salón hay 43 compañeros... El nerd, la guapa, el guapo, el divertido y muchos más, pero siempre es necesario el patito. Ese patito era yo.
Buenas noches papá, buenas noches Mamá, los he amado tanto... Papá, no invites al director a mi funeral»

Son las 3:18, estoy despierta en el hospital. Mi padre está en la silla llorando, mamá no está. Hace frío y mis sabanas son blancas, blancas color paz.

Frases c:Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz