esa pequeña figura con cabellera rubia, agitando sus caderas femeninas mientras caminaba dejándose llevar por el placer se la música que se reproducía, sintiendo los flashes y los alagos hacia ella, a medida que sólo se dedicaba a sonreír y hacer gestos sensuales.
y muy en el fondo de la multitud estaba él.
vestido de negro, observándola desde el rincón con una leve pero macabra sonrisa, la cual sólo transmitía deseo y placer, estando a sabiendas de que ella sería suya y que era la chica la cual buscaba para nada más ni nada menos que sumergirla bajo su poder y su mando, volviéndose la chica totalmente de su propiedad.
