Hopes « Rick Grimes [Terminada]

Capítulo uno

Estaba exhausta; esa era la descripción correcta para su estado en aquel momento. Sentía como si cada pierna le pesara una tonelada y aumentara con cada metro que el vehículo avanzaba. Sin embargo, algo bueno ocurriría ese día, y es que el viaje estaba por acabar.

Soltó el aire contenido en sus pulmones de forma lenta, como si le costara hacerlo, pero sonrió satisfecha. Frente a ellos los muros de Alexandria anunciaban que el largo viaje había acabado.

Seis semanas fueron las que pasaron en el exterior, viajando de ciudad en ciudad, evadiendo hordas y acabando con grupos de muertos, trayendo consigo todo lo que la comunidad necesitase.

El vehículo se detiene frente a las puertas de la comunidad y luego de que su fiel amigo Heath, dialogara un par de minutos con la persona al otro lado de las rejas; convenciéndolo de ser realmente habitantes del lugar, el vehículo vuelve a avanzar, esta vez ingresando al lugar. 

—¿Quién era? —Kate, asomándose entre el asiendo del conductor y del copiloto interrogó con gracia al ver el rostro de frustración del moreno.

—Eugene —arrastró la palabra dándole cierto toque de ironía—. Dijo que llegó hace unos días junto a su grupo.

Se rió por lo bajo y le palmeó el hombro con suavidad.

—Ve el lado positivo; ya estamos de vuelta amigo —habló tranquilamente, dibujando a su paso una sonrisa en el rostro de las tres personas, además de ella, dentro del vehículo.

Así, el vehículo avanzó por las calles de Alexandria lentamente hasta llegar a la casa en el extremo  de ella que utilizaban como bodega. Kate abrió la puerta a su izquierda y con calma salió al exterior, permitiéndose echar una rápida mirada al sitio. Volver a ver el lugar completamente intacto y tal cómo cuando lo abandonaron hace algunas semanas le resultaba reconfortante, además de brindarle esperanza e incluso fuerzas; seguían aquí, aún resistían.

Sin prisa se acomodó su gastada mochila en los hombros y caminó hacia la cajuela del vehículo, para posteriormente coger una de las cajas con alimentos que habían conseguido en la expedición.

—Yo hablaré primero con Deanna, no se preocupen —avisó Scott.

Kate asintió agradeciéndole, y se encaminó hacia el interior de la casa frente a ellos, para dejar la caja en un sitio en el cual a Olivia, la encargada de repartirlos, no se le dificultara tanto trasladarlo al interior de las despensas, para finalmente dirigirse a su propia casa.

***

No tardó más de treinta minutos en salir nuevamente.

Tras despojarse de toda la suciedad que su cuerpo llevaba encima, y llenar un poco su estómago volvió a salir, esta vez en busca de aquellos con que compartía hogar, pues la casa estaba vacía al llegar, y no había rastro de ninguno de las dos personas con quien convivía.