Sinopsis

111 16 5
                                    


El fin del mundo cada día está más próximo. Todo cuanto conoces desaparecerá y será como si jamás hubiera existido. Toda persona a quien conoces, a quien quieres, a quien amas, morirá contigo... Del mismo modo que lo hará tu peor enemigo...

Esa es la más fría y cruel realidad del fin del mundo... Esa es la más fría y cruel de todas las realidades, más que la muerte de uno mismo, porque cómo mirar a los ojos a la persona a quien amas, la persona por quien darías tu vida sin dudarlo un solo segundo, y pensar que en breves ninguno de los dos existiréis, que no importa lo que estés dispuesto a hacer por la persona a quien amas porque ambos moriréis, que vuestro amor no será ni tan siquiera un simple recuerdo puesto que no existirá nadie para recordarlo, que ni siquiera las fotos serán testigos de vuestro amor porque no existirá nadie para verlas... Cómo mirar a los ojos a tu propio hijo siendo consciente de que no tendrá la posibilidad de vivir ese futuro que deseabas para él... Cómo mirar a la gente que te rodea y ser consciente que no importará quienes sean, no importará lo bondadosas o crueles que hayan sido sus acciones en vida, no importarán sus posesiones, su inteligencia, su belleza... No importará nada... La Muerte nos igualará a todos... Para la Muerte no habrá distinciones...

La Muerte, con su caballo y su guadaña, recorrerá cada rincón del planeta Tierra llevándose consigo toda vida que encuentre a su paso... No importa que sean las vidas de hombres, mujeres, o niños... Ella se los llevará a todos... Todos perecerán bajo su letal fiereza... Irónicamente será la Muerte la única superviviente al fin del mundo, la única y real superviviente al apocalipsis... porque será ella quien dé muerte al último superviviente sobre la tierra, será ella quien arrebata la última alma viva, será ella la única testigo de la decadencia del ser humano sobre la faz de la Tierra...

Pero ¿quién guía realmente el caballo y la guadaña de la Muerte? ¿Los guía la propia Muerte a su más ansiada voluntad? ¿O existe alguien, o algo, que está usando a la Muerte como si ésta no fuera más que un simple mercenario a su favor?

Solo unos pocos... muy pocos... lograrán escapar del campo de visión de la Muerte y sobrevivirán al apocalipsis desatado sobre la Tierra... ¿Afortunados? Yo no diría eso... Supervivientes que han perdido a sus seres más queridos, supervivientes que han perdido todo cuánto tenían, supervivientes que venderían su alma al diablo por recuperar su vida anterior, supervivientes cuyas vidas están amenazadas, a cada segundo, por aquel que guía realmente el caballo y la guadaña de la Muerte quien los quiere muertos a todos... Muchos de los que habrán perecido desearían vivir y luchar como verdaderos supervivientes, como verdaderos guerreros... Pero para algunos supervivientes, el dolor por lo que han perdido, puede ser tan desgarrador que desearían la muerte... Y no me estoy refiriendo al dolor físico... No... Sino a ese dolor invisible, ese dolor que no es causado por ningún arma que el hombre haya inventado, pero que es mucho más lacerante que el dolor causado por cualquier arma por el hombre creada... Ese dolor que deja una cicatriz tan profunda que jamás se borra... una cicatriz que queda dibujada en el propio corazón... una cicatriz que queda dibujada en el alma... una cicatriz que vive contigo hasta que la muerte te lleve...

A veces la supervivencia es la calma tras la tempestad... Pero hoy, ahora, en este instante... la más violenta de las tempestades viene tras la supervivencia al más temible de todos los males... y esa tempestad quiere arrasar con todo lo que encuentre a su paso... El fin del mundo ya tiene fecha... El fin del mundo ya está aquí... ¿Estás dispuesto a enfrentarte al fin del mundo?

Mortale RenaissanceWhere stories live. Discover now