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Detuve el ascensor en la planta cinco para poder ir hacia la risa maniaca.

Seguí la risa hasta un pasillo sin salida.

Me aseguré bien de la zona, pero no encontré nada.

¿Para qué necesitan un pasillo sin salida si ni siquiera hay habitaciones?

Es una tontería, realmente, la gente es idiota.

Volví al ascensor para llegar a la séptima planta.

Entonces el aroma a sangre fresca volvió a inundar mi ser. Me tomó por completa.

Respiré profundamente ese olor como si de droga se tratase.

Nunca ha habido cosa tan placentera para mi, más que la sangre.

Seguí ese magnífico olor, hasta encontrar ahí tirada a Cyian, fui a ayudarla y vi que estaba riéndose.

La risa maniaca era de ella. Nada más.

La deje ahí tirada, vi en sus ojos la maldad más profunda, no era ella. Esa voz no era suya.

Me levanté y salí de esa habitación.

Entonces un ser se me hecho encima. Y me mordió el brazo.

Me lo quité clavando el cuchillo en su cuello.

Era un ser horrible y asqueroso. Enorme y peludo.

Me separé de el, dejándolo morir en el suelo.

Empecé a gritar, la mordida había sido muy fuerte. El brazo me sangraba mucho. Dolía mucho.

¿El consuelo? Ver tanto liquido rojizo.

Vi como Cyian dejaba de reírse... Al final se levantó mirando a todos lados. Cuando me vio se me acercó.

Cyian: ¿Te he mordido?

Nina: ¡Tu no idiota! Ese perro maldito.

Cyian: Limpia la herida, aún hay más seres aquí.

Nina: ¿A que te refieres?

Cyian: Unos hombres de máscara blanca rara me han metido gas de la risa. Y me dejaron aquí tirada.

Nina: ¿Siguen vivos?

Cyian: Supongo que sí.

Nina: A por ellos.

Cyian empezó a buscar algo. No sé muy bien el que. Le pregunté y me respondió que buscaba su guante metálico.

Ese maldito guante es una cosa tecnológica que Cyian construyó en su taller, no se muy bien que tiene ese guante.
Pero sé que lo que Cyian le hizo lo convirtió en una máquina de matar.

Buscamos el guante durante un rato.
No encontramos nada.

Me empecé a cansar, el brazo me sangraba y estábamos buscando un guante.

Cyian: ¡Ese guante es único! Lo construí específicamente para mi. Con mis medidas. Solo yo me lo puedo poner. Es imposible que hayan podido cogerlo.

Nina: A lo mejor te usaron mientras reias.

Cyian me miró como si comprendiera.

Entonces se oyó un grito. Otro de esos perros gigantes, esta vez cabalgado por un niño de aparentemente diez años, se nos vino al ataque.

Ambas le clabamos los cuchillos.

Y nos dimos un baño en sangre.

Otra vez, ese aroma me atraía. Me llenaba por completo.

Salimos ambas de la sala y empezamos a recorrer todo el hospital.

Ver a Cyian cubierta de sangre me estaba volviendo loca. Era como ver a otra de mis víctima.

Un gran impulso en mi decía que la matara, que le quite la vida, que la asesine.

Pero por otro lado, no podía, era mi mejor amiga.

No podía matarla así por que sí.

Aunque suponga no obtener ese placer de ver a alguien sangrar.

N/A: ¡¡¡Espero que les este gustando la novela!!!
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-California

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⏰ Última actualización: Feb 18, 2016 ⏰

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Psychological Bleeding || Nina || #CCDonde viven las historias. Descúbrelo ahora