- Leils, tenemos que ir a comprar para la fiesta de esta noche.
- Bah hay tiempo, Jay.- Hice una mueca ya que yo iba a ir al partido de Luke. Alzó la ceja sonriendo de una forma que daba miedo.- ¿Tienes planes con Luke no?
- Sí, no tiene nada de raro ni especial.
- Eso dices tú...- se rió mientras comía. Le miré mal, siempre estaba igual con que debería estar con Luke, ¿no podía entender que sólo éramos amigos? ¿Tan difícil era de entender?- ¿Qué vais a hacer?
- Tiene partido esta tarde, luego iremos a cenar y después vendremos a la fiesta, ¿no te importa que venga no?
- Qué va, me cae bien, además en las fiestas suelen pasar muchas cosas... Igual cae breva hoy.
- Leia, cállate ya. A veces eres como un grano en el culo.- gruñí llevando mi plato vacío al fregadero.
- Me amas, bebé.- me lanzó un beso haciendo lo mismo.- en una o dos horas vamos a comprar y así te da tiempo.

Y así fue, dos horas después estábamos en el súper con la lista de la compra. Podría haber sido un día normal, para hacer una compra normal, pero por mucho que no quisiéramos admitirlo, después de aquel concierto nuestras vidas dejaron de ser normales y claro, algo tenía que pasar siempre.

Leia.

Esa noche me fui a dormir pensando en lo que Louis había dicho durante su entrevista. Según él, no había vuelto a salir con chicas de manera prolongada desde que lo dejó con Eleanor, todas ellas eran rollitos de una noche, amigas, "o ni siquiera eso".

Supuse que yo ya entraba en el último bloque, pero no me lo podía creer. Después de cómo me trató antes de irse, después de todo lo que pasamos juntos, él me consideraba como mucho un rollito de una noche. No, no me lo podía creer.

Y tampoco me podía creer que aún siguiera dándome mal por él. Ya me había quedado todo claro en el momento en que se fue y ahora... Ahora no merecía la pena comerse la cabeza.

Él salía con una tía distinta cada vez que se iba de fiesta, y últimamente lo hacía a diario, pero yo hacía lo mismo, así que no tenía derecho a molestarme. Bueno, pues aun así me molestaba.

Me había dejado sin ni siquiera dejar que me explicara y había vuelto a llevarse con Niall como si tal cosa... Incluso llegué a pensar que lo de la foto sólo fue una excusa que le vino demasiado bien.

Joder, debería dejar de darle vueltas si quería dormir algo aquella noche.

Pero era imposible. Cada vez que cerraba los ojos, la imagen de Louis venía a mi memoria y me destrozaba por dentro. Yo sabía que era impulsivo, que le costaba morderse la lengua a menudo, pero jamás pensé que algo de lo que dijera fuera a dolerme tanto. Y menos desde que empezamos a salir juntos.

Se supone que él me quería, me lo dijo la noche anterior a que todo se fuese a la mierda. Y yo le quería a él, joder, jamás le engañaría con nadie, y mucho menos con Niall. ¿Cómo había podido pensar eso de mí?

"Deja de torturarte, Leia. Eso es pasado y no va a cambiar por mucho que no te guste que termine así"

Suspiré y di una nueva vuelta en la cama. El reloj marcaba las 5:28. En dos minutos sonaría el despertador y de nuevo no había pegado ojo. Había llegado la hora de encarar este maravilloso día con una gran sonrisa. Me miré en el espejo y casi me asusto; tendría que ensayar más lo de la sonrisa.

Salí a la cocina y preparé el café que solía tomarme a diario, sólo que esta vez con un café doble. Necesitaba la cafeína si no quería ir durmiéndome por las esquinas, aunque aún así sería difícil.

Como habíamos quedado, este día cogí yo el coche, algo muy recomendable para una persona cuya media de sueño era inferior a una hora.

Mi mañana en la universidad pasó sin pena ni gloria; cada vez se me hacía más cuesta arriba acudir a unas clases que habían perdido todo el interés para mí. Pero algo tenía que hacer con mi vida si no quería pasarme el resto de esta vendiendo hamburguesas o algo así.

Make Me LiveWhere stories live. Discover now