Capitulo 14: Creo que lo amo

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Me costaba mantener la respiración a un ritmo al que se le pudiera llamar normal, este chico me tiene las revoluciones a cien, seguíamos besándonos, hasta que de la nada me toma en brazos y sube las escaleras, llegamos a su cuarto y me depositó en la cama, gateo hasta quedar sobre mi, con una mano en la cadera y otra afirmando ambos brazos, por sobre mi cabeza, repartió besos que me hacían enloquecer de mi oreja hasta mi hombro, de pronto empieza a subirme el vestido, reacciono y lo paro, me mira sorprendido, pero luego sonríe, yo también pero algo más nerviosa, no me entregaré así de fácil, osea que no soy mojigata y pienso llegar virgen al matrimonio, pero si se trata de tu primera vez, debe ser un poco más romántico, o estaré mal?, su mano vuelve al principio de mi vestido, pero esta vez me alejó de él, esta vez esta furioso, mira la pared, pero es como si viera la nada misma en ella, -fuera de mi cuarto- que? no lo entiendo, lo miro, trato de ver una pizca de humor en su rostro, pero nada, no hay nada -¿que no me oyes? FUERA!- me sorprendo ante su volumen de voz, de a poco comienzo a levantarme, en cuanto estoy en la puerta y me paro un momento, quizá esperaba que me detuviera, que se arrepintiera, que me pidiera disculpas por su mal comportamiento, pero no, no había nada, como siempre nada, giro el pomo salgo, y cierro tras de mi, me apoyo en la puerta y me deslizo por esta, sentada en el suelo pienso, entonces para esto me trató bien? Sólo se quería acostar conmigo y ya? Quizá así debe ser, él es él y yo, bueno, soy yo y punto, hay que admitirlo de una vez, pero, porque duele? Quizá, quizá.... No, si lo digo en voz alta será peor, con tan sólo pensarlo ya me hace daño, escucho unos pasos detrás de mi, me levanto y corro escaleras abajo, no paro hasta llegar al establo que esta en la parte trasera de la casa, me siento en uno de los cubos de paja, e intento ser positiva, todo estará bien, sólo fue un beso, no?, un tonto y simple beso, pero si es así, entonces porque me siento mal, no sólo por lo que siento en mi pecho, si no por la falta de respeto hacia su madre, quien me a ayudado bastante, esto para acá, no puedo ser así de desconsiderada, eso no, escucho un relincho, levanto la vista y veo a un lindo caballo, color capuchino y de cola y crill negras, es hermoso, puedo ver que en la placa de su corral dice Philip, como más se iba a llamar, río para mis adentros, me acerco y lo acaricio, es suave, y muy simpático a decir verdad -espero que no seas como el idiota que esta adentro- el animal pareció entender, pues relinchó y se paro en dos patas, era majestuoso, vi una montura, recuedo cuando de pequeña cabalgaba con mi hermana y mi padre, sacudo la cabeza, pues ese recuerdo es un poco nostálgico, voy por la montura, la palpo, es de cuero, y vaya que pesa, me dirijo hasta Philip, se la muestro como pidiendo permiso, el se voltea, entró al corral, y con la ayuda de un piso, se la puse, apreté las amarras, y la intente girar, para ver si estaba bien puesta, al parecer si, dejé quité el seguro de la puerta y me monte sobre Philip, una vez arriba, le hice cariños y luego patee la puerta para que Philip pudiera salir -arree- Philip se paró a dos patas y salió disparado, siempre he considerado al caballo como un ser majestuoso y libre, eso es lo que me gusta de ellos, son libres, pero desgraciadamente la gente los ocupa para labores, o fines domésticos, no me doy cuenta cuando paso por fuera de la ventana del señorito, quien esta en si balcón, y al verme, se nota que no le gusta la idea de que monte a su animal, voy a dar una segunda mirada, cuando de pronto no está, no me preocupo, así que sigo en lo mío, tengo ganas de que corra, de que saboree la velocidad, de que sepa que es estar vivo, hago una pequeña carrera por el terreno y luego escucho un silbido, el Philip se detiene bruscamente, y si no es porque me afirmo, yo me doy un porrazo que no cuento dos veces, tratode buscar de donde proviene ese silbido, pero claro, no es de nada más ni nada menos que del agua fiestas de Sam, quien corre en dirección a nosotros, acaricia al animal, para luego mirarme de mamá gana, no dice nada, sólo me mira, y tras unos minutos toma las riendas, y nos dirige de vuelta al establo, ahí deja a Philip en su corral y me acerca un taburete, bajo, le doy las gracias al gran Philip, y me voy, sin hacer caso de los gritos reprobatorios de iceman -que te detengas he dicho- me toma de la muñeca y me para -que cojines sucede contigo?- suspiro -señor no ocurre nada conmigo, lamento lo que he hecho, pero nadie me ha dicho que no puedo tocar a Philip- su mirada se ensombrece y no se si es porque le dije señor, o porque le molesta mi falta de conciencia -bueno diana, que no se vuelva a repetir entendido?- hago una pequeña reverencia como si fuera una maid, y se que eso lo cabrea más, después de todo esa vena no se hincha porque si -sólo vete si?- me soy media vuelta y me marcho, no es tan difícil ser fría, quizá sea ese mi problema he mostrado mis debilidades al llorar frente a él, y eso ya es mucho. Desde ahora se acabó la simpática, yo vine a trabajar y ya esta, fin del tema y punto final.


La próxima semana me toca la reunión con el sindicato, y siempre a estas ceremonias se les lleva a un hijo familiar etc, yo llevaré a Heimish, es mi más fiel servidor y se lo merece...

Fin del capítulo, cortito pero era algo para avanzar cualquier falta de ortografía, mis más sinceras disculpas, si les gusto den le estrellita, les doy un beso con mucha mucha baba 💚💚 y nos leemos pronto💜💜

La SirvientaWhere stories live. Discover now