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" capitulo 9 "

Me situaba en la calle fuera de mi casa, esperando a que un taxi se dignara a pasar por aquí, por lo general esta calle no es muy transitada ya que esta ubicada en frente de una playa, en la cual no hay muchas casas, porque si no me equivoco solo se encuentra la mía y....la de mi vecino...mm... el sr. Rodríguez, su casa era hermosa, era completamente blanca, y sus paredes eran literalmente de vidrio y estaba ubicada a unos 3 kilómetros de mi casa, lo se, un poco lejos, pero hay tranquilidad, y lo prefiero así, a que estar en la ciudad, no es que no me agrade la ciudad, pero creo que Leah se lleva mejor con el silencio.

Monte el taxi que finalmente paro luego de esperar 20 minutos en la calle, le indique al conductor la dirección a donde iba, que al parecer la entendió muy bien, el viaje duro el tiempo que había establecido hace un rato. Diablos, no quería ir a u casa, no me gusta ir a casa de otras personas, me siento incomoda y aun peor si esa persona es Camill, nunca me ha gustado el trabajo en parejas, prefiero hacerlo por mi cuenta, pienso que así puedo evitar ciertos problemas pero bueno, el sacrificio por buenas calificaciones es grande.

Baje del taxi, que ya se había estacionado frente a una casa, me pare frente a la casa, la contemple un momento, era grande, parecía una mansión, pero me parecía que la decoración exterior era un poco exagerada, en fin, no vine hasta aquí para juzgar una casa. Me acerque a la entrada de la casa, toque el timbre, pero nadie abrió, levante mi mano de nuevo para tocar de nuevo pero la puerta gigantesca fue abierta, de allí salió una mujer de aproximadamente 50 años, tenia su pelo pintado de un color rojizo para cubrir esas hebras blancas que sobresalían de su cabeza

-buenas tardes, disculpe busco a camill, se encuentra aquí ella? – dije forzando una sonrisa en mi rostro. La señora me miro de pies a cabeza, al parecer no le agrade mucho por la expresión de su rostro

- quien es usted? – pregunto la señora con cierto desagrado en su voz. En un momento se vino a mi mente el dicho ¨de tal palo, tal astilla¨, quiera reír, pero ahora debería de enfocarme a lo que vine.

-soy compañera de trabajo de ella – dije, la señora dejo de fruncir su seño y su rostro se mostro tranquilo.

-si, mi hija me conto de usted, Srta. ...Parker, no? – dijo nuevamente con ese tono de voz desagradable. Yo asentí con una especie de mueca – adelante – me abrió paso con su cuerpo y finalmente me dejo pasar. creo que me equivoque al decir que la decoración exterior era exagerada. Eché un vistazo al recibidor, muy amplio por cierto, y con cientos de estatuas blancas de diferentes animales, de cierto modo esto me aterraba un poco. Me volví a la señora y pregunte

- donde esta su hija? – pregunte mirándola

-se supone que en su habitación – dijo siendo un tanto grosera, se supone que necesito saber donde diablos esta.

-ajam...y podría saber donde esta? – dije mordiendo mi labio inferior, conteniendo las ganas de gritarle. Pero se que de todos modos no lo haría, mis padres siempre me enseñaron a respetar a los mayores, desde que era una niña, me educaron lo mejor que pudieron. Pero eso se fue destruyendo a medida que pasaron los años luego de su muerte, y ahora con suerte logro tolerar a las personas que suelen ser estúpidas, engreídas, egocéntricas, y un gran ejemplo de esas personas es Cristian.

La señora me explico la dirección hacia la habitación de camill, me confundí un poco mientras lo hacia, eran muchas puertas, pasillos, viradas, pero al final de todo logre encontrarla, no fue tan difícil como pensaba, ya que el nombre ¨camill¨ estaba en la parte superior de su puerta con letras rosadas de madera. La señora antes me había advertido que limpie mis pies y toque la puerta antes de entrar, y también dijo algo acerca de un visita, así que era importante que tocara su puerta. Estaba en frente de su puerta, vire los ojos, no quería estar aquí, pero lastimosamente tenia que. Mi mano hizo contacto con la madera de su puerta, toque repentinas veces, a la tercer vez, se digno a abrirme, mis ojos se digirieron a la persona parada en frente de mi, no era camill quien abrió la puerta,....era Niall.