Lost in you. Songfic BillDip (one-shot)

Perdido en ti.

ME LA JUEGO! Quiero entrar con este fic al concurso de one-shots de Candybluetart :3
Número de palabras: 1200 (perdón, creo que me fui muuy en la volá)
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Después de pasar tanto tiempo en soledad, lo único que pensaba era que nunca volvería a ser el mismo, estaba notablemente decaído y ni siquiera me molestaba ya en ocultarlo, ¿para qué seguir fingiendo que yo estaba bien cuando a nadie le importaba realmente? Aunque Stan se preocupaba de vez en cuando, para ser sincero nuestra relación no era más que familiar y era mi excusa perfecta para quedarme con él y no volver a casa.

Después de que Mabel me dejara y Ford muriera, me replanteé muchas veces mis razones para vivir. Suena trágico el sólo recordar que, un día, de algún modo, se me pasó por la mente terminar con mi vida. Pero ya no importaba, no iba a hacerlo, además aún me quedaba algo de cordura.

Era prácticamente una rutina para nosotros, que Stan tratara de llevarme a un psicólogo o que me quisiera convencer para regresar con mis padres.
Ése día, me cansé de discutir con él, salí de la cabaña y caminé entre los árboles, tratando de controlar todos los pensamientos e impulsos que llegaban a mi, hasta hallar un lugar despejado y tranquilo. Fue entonces cuando me encontré con él. Se dió cuenta de mi presencia y desvió su mirada hacia mí. Estaba sentado en el pasto, vestido con unos pantalones negros y una camisa amarilla, su cabello rubio tapaba uno de sus ojos y el otro ojo era de un curioso color dorado.

Él... me preguntó qué es lo que hacía allí y por qué estaba tan alterado. Me sorprendió que a pesar de que no me conociera me preguntara eso. Bueno, es que nadie me preguntaba realmente nada sobre mí. Ya todos tenían asumido que me conocían y eso era frustrante.

-Bueno, es una larga historia...-

-No te preocupes, yo tengo todo el tiempo del mundo...-

Desde entonces, me encontraba con él cada vez más seguido, era la única persona que en verdad me escuchaba y yo me sentía tan cómodo con su compañía. A medida que pasaban los días me sentía más feliz que el día anterior, porque sabía que por fin tenía una persona a quien le importaba.

De a poco me iba dando cuenta de que me gustaba su sonrisa, la forma en que me miraba a los ojos cuando hablaba y la forma en que me trataba. Y cuando lo dejaba ni siquiera podía pensar en otra cosa que no fuera volverlo a ver. Al verme al espejo me veía con cara de imbécil sonriendo, pero claramente estaba más feliz.

Pero cuando todo parecía ser perfecto, llegaba la realidad a arruinarlo todo otra vez.

Era de noche, no tuve tiempo para reaccionar y avisarle, parecía que no había salida, ese auto iba a atropellarlo. Pero no lo hizo. No le pasó nada. A pesar de que yo vi tan claro cómo éste iba a máximo de velocidad y él estaba en medio de la calle. De inmediato crucé la calle donde él estaba de rodillas con unos raspones cómo si sólo se hubiera tropezado.

-¿¡Cómo hiciste eso?!- fue como verlo desaparecer por un momento, pero estaba ahí al frente mío.

Me dirigió la mirada y lo que ví me dejó paralizado. Su ojo, el único que dejaba a la vista, era completamente amarillo y su pupila era una línea prácticamente, me miraba fijamente.

-¿Quién... eres?- retrocedí unos pasos, me dí cuenta de que no sabía nada sobre él, pero él lo sabe todo sobre mí y hasta ése día no me lo había preguntado.