Amigo

7.9K 1.2K 208
                                    

Bill se mantuvo un par de segundos ahí apreciando los ojos del más pálido quien en cuestión de segundos se ponía tan rojo que le preocupaba el aumento de su temperatura, finalmente se separó y estiró, llevaba poco tiempo sentado pero siendo alguien tan inquieto necesitaba estar con la mayor movilidad posible.

— Vaya vista que tienes —Dijo mirando en dirección a la gran ventana que iba de la altura del suelo hasta casi el techo.

— Gracias —Murmuró Dipper mientras abanicaba con sus propias manos sobre su rostro en busca de refrescarse mientras el mayor aún continuaba viendo por la ventana.

— ¿No te dan ganas de hacer algo romántico?

— ¿EH? —Cuestionó Pines arqueando una de sus cejas y mirando a Bill asustado.

— Digo, cuando invitas chicas —Especificó.

Mason soltó un suspiro de alivio al mismo tiempo que su sonrojo al fin se disipaba a lo que Bill volvió a reír ante las cómicas reacciones del muchacho quien negaba sobre su pregunta de las chicas.

— De casualidad ¿No te gusta también tocar instrumentos? —Continuó el invitado de la casa entrelazando sus manos tras su nuca dando una vuelta sobre su propio eje volviendo a quedar en dirección al castaño.

— Una vez intenté tocar piano —Comenzó mirando en dirección a su lienzo y lo poco que había avanzado de los garabatos de Bill. —Pero de verdad soy un asco —Murmuró arqueando las cejas, dejando caer sus hombros un tanto avergonzado de sí mismo por no tener ni el más mínimo talento para tocar instrumentos.

— Pero tu talento es increíble, admirable a decir verdad ¿Has intentado técnica con gises pastel? —Preguntó de nueva cuenta un poco emocionado.

— Mmh, no.

— Mira yo tomo clases aquí —El chico sacó un bolígrafo y se acercó hacia Dipper tomando su mano y escribiendo una dirección sobre ella a falta de un trozo de papel. —Toma, podrías darte una vuelta mañana y ver mi arte

— Claro... Lo haré si prometes tocarme...

— ¡Wow! Qué comprometedor Pino.

— ¡No! Me refiero a un instrumento —Contestó con velocidad agitando sus manos frente a Bill.

— Ya lo sé, sólo quería molestarte —Agregó pasando juguetonamente su lengua por el interior de su mejilla. —En fin, ¿Irás mañana?

— Tal vez...

— Es a las 6:10 p.m.

— Pero...

— Vale te esperaré.

— Per... —Bill se acercó a él rodeándole con la confianza del mundo entero en un abrazo algo superficial que lo hizo quedarse con las palabras en la boca. —Está bien —Accedió palmeando con ligereza la espalda del mayor aprovechando del contacto antes de que se separara. —Mmh, ¿Quieres cenar?

— ¡Sí! Te ayudo ¿Sabes? Ya eres como un amigo cercano para mí.

Déjame PintarteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora