UNA PÉRDIDA IRREPARABLE

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_Cállate (su grito retumbó por todos los pasillos)  nunca vuelvas hablar así de ella o te juro que...(la cogió por los hombros fuertemente).

_O qué, ¿me vas a golpear, golpearás a la madre de tus hijos?,  hazlo y te destruiré, todos sabrán lo canalla que eres.

_(Soltándola) Estamos muy alterados para tener una conversación alturada, regresaré en otro momento.

_Si te vas será para siempre, te lo juro.

William's  abrió la puerta, pero se detuvo al escuchar lo siguiente.

_Quiero el divorcio.

Volteó hacia ella mientras volvía a cerrar suavemente la puerta a sus espaldas.

_¿Qué dijiste Christina?

_ Lo que escuchaste, me iré mañana mismo con mis hijos, el divorcio lo tramitaremos a través de nuestros abogados (se volteó hacia el espejo abrazándose a sí misma),  qué más quieres, te dejo el camino libre, sé feliz (las lágrimas no paraban, el dolor era desgarrador, estaba claro que él no la amaba y nunca la amaría porque su corazón ya tenía dueño, era mejor así,  cada quién por su lado; pero la respuesta que dio william's no se la esperaba, tanto así que giró a mirarlo fijamente porque no se creía lo que dijo...)

_ Los niños se quedan conmigo.

_No puedes estar diciéndolo en serio,  ¡cielos!  son mis hijos, no puedes separarme de ellos.

_ (su tono se volvió duro) No permitiré que te lleves a mis herederos,  ellos son unos Barrington, algún día todo esto será de ellos y ni tú  ni nadie  evitará que gocen de lo que por derecho les corresponde.

_(se fue acercando a él mientras perdía el control), Solo eso te importa,  tu maldita herencia familiar (lo dijo gritando), eres un gusano, un asno asqueroso (comenzó a golpearlo en el pecho, en los brazos), un animal insensible, solo a un animal se le ocurriría.... suéltame,  me lastimas (la había cogido de las muñecas para evitar los golpes)

_Te quedarás,  criarás a nuestros hijos y serás una buena esposa, y si vuelves a comportarte de esta manera no responderé de mis actos ¿entendiste?

Lo  escupió en el rostro como respuesta, la llevó hasta la pared casi a rastras aplastándola con su peso e imponiéndose con su gran tamaño, apretó más sus muñecas _¿Entendiste?

_Sí, Sí (contestó gritando, mientras lágrimas de humillación bañaban su rostro, la soltó)

_No quiero volver hablar de este asunto. (La puerta se cerró detrás de él haciendo que retumbarán las paredes)

Dejó su peso caer al  piso mientras sujetaba sus muñecas lastimadas, no podía creer que esto le estuviera pasando. Allí estaba Christina Middleton, una famosa actriz, humillada y maltratada, su llanto era tan vivo, real que dudaba que los empleados no hubiesen escuchado, seguro estarían festejando, se echó, con sus mejillas húmedas sobre el  suelo de aquella solitaria habitación, cerró los ojos, tardó solo dos minutos en reconocer que su decisión ya estaba tomada.

_ Te arrepentirás de esta humillación William's Barrington,  juro que te arrepentirás... (  )

La semana había pasado deprisa, entre festejos y bienvenidas, risas y brindis. Danna se encontraba a media mañana  tomando el sol, era una hermosa mañana,  la pequeña Ariza estaba recostada en sus brazos, estaba despierta y sus preciosos ojos miraban fijamente a su madre, quien le sonreía y cantaba una tierna canción: 

_(con una voz melodiosa) "Arrorro mi niña, arrorro mi sol, arrorro pedazo de mi corazón. Esta niña mía se quiere dormir y el pícaro sueño no quiere venir. Esta niña linda se quiere dormir,  cierra los ojitos y los vuelve abrir...

La maldición de los MelfordDonde viven las historias. Descúbrelo ahora