CAPÍTULO 13.

2.7K 194 8
                                    

Las clases transcurrieron normal, nada fuera de lo común.
Pero yo no estaba tranquila.

Bueno, no tan normales...
Lawrence se sentaba a lado de mi en todas las clases que compartiamos, y eso era muy lindo. Pero no lo era cuando en la clase también estaba Brisa, su novia.

¡ni siquiera le dirigía la palabra!

Debería de estar satisfecha o algo por el estilo, pero me sentía mal por ella; si mi novio me ignorara todo el día estaría destrozada.

Claro que yo no tengo novio...

****

Cuando tocaron para salir de la escuela, caminé hacía el estacionamiento, ahí encontré a mi amiga y a Lawrence. (Hablando demasiado cerca para mi gusto)

¿Enserio? ¿Lo celas con tu mejor amiga?
Ah ese nivel no habías llegado, loca.

Al llegar ahí dejaron de hablar. Me abrazaron y dijeron que ya era hora de irnos.

No quería ir, bueno si, pero no...
Estaba nerviosa, empecé a lastimar mis dedos de las uñas,  quitando las cutículas al grado de salir sangre.

Muy raro lo sé,  pero no puedo evitarlo, eso hago cuando estoy nerviosa, ni siquiera dejo de hacerlo cuando hay dolor. Muy masoquista.

- No deberías de preocuparte por ellos, la que importa aquí eres tu; créeme ellos están nerviosos. -dijo Lawrence apretándome la mano, mientras que Karely me sonreía. 

Subimos al auto. Ellos trataban de ponerme tranquila,  bueno más Karely,  ya que Lawrence no sabía el grado de desesperación que tenía por dentro.
Me tengo que calmar, es mi día; y además ni que fuera mi novio...

¿Brisa ya los conocerá? 

Llegamos a un edificio, un muy muy lindo edificio; subimos por el ascensor.
Estábamos en la puerta, Lawrence tocó el timbre, pero no abrían,  así que cogió sus llaves y pasamos.

- ¡¿Querido eres tu?, la tarta no me ha quedado del todo bien! -Se escuchó una voz al fondo.

- Creo que te tienen una sorpresa -dijo Max, para así correr hacia la cocina y abrazar a su hermosa madre.

Muy corto, pero espero lo disfruten. Ya no abandonaré tanto aquí ❤

EL PRINCIPE Y YODonde viven las historias. Descúbrelo ahora