Jesus Of Suburbia: The party 1/5

3.5K 116 19
                                    


Esta Historia se divide en 5 partes 





Gruñí por lo bajo. La dirección decía que era una de esas malditas calles más ricas de la ciudad. Donde solo había de esas mansiones, con esas gentes compradas y puras mierdas sociales.

Carajo, era una lata, pero quería algo de droga para elevarme y que mi trasero dejara de arrastrarse por el asqueroso suelo. A veces me gustaba la idea de morir como Sid Vicious: sobre dosis de heroína. Pero vamos, para que la idea fuera cool, necesitaba una Nancy, y que esta Nancy muriera. En todo caso, era una tontería. Como dijo él, "Vive rápido, muere joven."

Era una lata. Pero además de la droga ¿qué tal si hubiese una chica rubia o pelirroja con con quien tirar? alguien que me calentara la cama. ¿Alguien? eh, que la fila no es tan larga.

Me coloqué mis audífonos y puse la canción para el momento. "Sonic Reducer" de los Dead Boys. Sí, esos weones Punks que salieron del CBGB y toda esa wea más.

Empecé a caminar. La coloque una y otra vez, caminando por las calles oscuras como mi oscura alma. Como mi oscuro futuro. Era algo triste, pero en las últimas semanas todo había ido algo mal. "A veces no veo absolutamente nada si miro al futuro.-Pensé.-En un país como este no hay mucho que hacer, aún más si es más jaula que país. ¿Crees que eres libre? Ah, cariño, por favor... Intenta ir a alguna parte sin dinero y luego dime si eres libre o no. Solo es gente aplastando a otra. Aplastando. Aplastando. Y la gente que sabe la sobre la realidad, no puedo hacer mucho por cambiarla."

(8) Yo no necesito a nadie No se necesita ninguna mamá y papá No se necesita ninguna cara bonita No se necesita ninguna raza humana

Y Luego llegué.

Era una mansión muy grande. Las puertas abiertas y una melodía casi reventaban mis tímpanos. Liar de los Sex pistols.

Me apresuré a entrar. A esas horas de la noche había un viento que helaba cojones, literalmente. Deduje que aunque fuera una mansión, había mucha gente como yo. Ya saben, por lo menos se vestían algo igual. Al acercarme a la puerta, luego de pasar por muchos arbustos (y muchas personas meando en ellos) divisé a Mark con sus latas de pintura rayando la muralla con un signo obsceno. Me saludo con un movimiento de cabeza y yo le respondí levantándole el dedo de al medio.

Joder. Amaba estas fiestas donde te podías cagar en lo que fuera.

La gente en las calles Ellos no saben quién soy

Entre y la imagen que pareció ante mí fue grotesca. Miles de chicos y chiscas de todas las edades y de cualquiera tribu urbana bailando descontroladamente y bailando bañándose en alcohol.

Lo primero que hice, por supuesto, fui al bar y pedí un trago. Quería emborracharme demasiado.

Cuando iba por mi segundo vaso, divise a Ben, un conocido que me alegro de encontrármelo. Me acerque a él y saque un billete. Se lo tendí y él lo miro. Luego me miro a los ojos y sonrió. Se lo guardo rápidamente el su bolsillo y me tendió una pequeña bolsa de papel. La recibí y me fui.

~Green day.~ Cortos Smut Muke Clemmings (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora