La noche había caído sobre nosotros como un oscuro manto lleno de brillantes estrellas. Los sonidos de la selva hacían eco, las alimañas advirtiéndose entre sí de nuestra intrusión en su dominio. Nuestro entorno estaba vivo, podía sentirlo. Desde el susurro caluroso del viento hasta la húmeda vegetación bajo mis pies, todos pendientes de nuestra presencia.
Odiándola.
—Ian —llamé.
—¿Uhm?
—¿Tú crees que algún día se acabará la lucha? —pregunté, mi voz susurrada en la noche.
—Algún día, sí —contestó de igual modo.
—Quiero llegar allí, a ese día.
Ian agarró mi rostro, obligándome a encontrar sus ojos marrones inyectados en sangre y cansados, pero alertas y llenos de decisión.
—Yo también, Juliette, pero no vamos a rendirnos.
Me mordí el labio, dudando un instante antes de asentir.
—No vamos a rendirnos —repetí.
Existe un dicho africano que dice: "No puedes esconder el humo si encendiste el fuego"
Había encendido el proverbial fuego en mi vida y ahora me encontraba rodeada de humo, éste esparciéndose sin control con sus inclementes tentáculos, buscando cobrarse su venganza.
Conmigo. Con Ian. Con todo aquel a mí alrededor.
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The Way We Fight (The Way #2) ©
RomanceAVISO: Se recomienda encarecidamente leer la primera parte antes, The Way We Are (The Way #1), para así comprender la obra en su totalidad. Huye. Llora. Grita. Lucha. Cual sea tu elección, recuerda: nunca, bajo ningún concepto, te rindas. La derrota...