3CAPITULO

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Kai está nervioso, el consejo de chen, no le agrada bastante, odia estos encajes, pantis; sabe que si se lo pone lograra que kris lo quiera y aran cosas de mayores, aunque fuera mayor tenía miedo mucho miedo era inexperto en aquello ¿Cómo deba de actuar? ¿Y si defraudaba kris? No chen el aseguro que kris lo amaría con eso puesto y aran el amor

Era fácil, y terminaría fácil si asía lo que le aconsejo su nuevo amigo

Con el rubor en sus mejillas, se sentía descubierto, desnudo sobre todo avergonzado por presentarse de esta forma frente su señor esposo, se puso el gorrito que le hacía ver jodidamente tierno, con ese par de rubores en su mejillas, se sentó algo incómodo en la cama, esperando la llegada de su esposo

Esposo que nunca llego

Así fue como jongin se quedó profundamente dormido, cubierto por un pedazo de sabanas

Esa mañana nadie fue a despertar a jongin, hasta la llegada de kris, quien ingreso se quedó sorprendido, casi atraganto con su propia saliva, su joven esposo estaba con una medias, jodidamente sexy como para hacerlo suyo ahí mismo pero todo aquello se iba cuando recordaba la condición del chico, temía tanto miedo que si llegara embarazarlo, su hijo naciera en esa condiciones en las que se encontraba su joven esposo, ni siquiera sabía si jongin tenía experiencia sobre el ámbito marital, sobre todo tener sexo, tocarlo por donde quiera, meter su mimbro en su entrada, sabia, lo predecía si llegaba hacer eso; el niño ese terminaría traumado o aun peor asustado. Se limitó a pasar su lengua por sus labios secos, tragarse todo, veía al pequño como un lobo hambriento, admitía que el niño era tremendamente sexy aún más con esa lencería, estaba seguro que jongin estuvo esperándolo todo la noche. Sacudió su cabeza alejando todo pensamiento impuro ante el pequeño

Si bien jongin no era un niño, tenía 19 años el problema era que era un niño en el cuerpo de un joven

Un joven el que toda la clase social más alta de corea desconocía

Un joden que tenía una esperanza de ser amado en otro lugar, y no sufrir desprecio como encasa por sus propios padres.

Kris tomo su bóxer, una camisa, unos pantalones cuando escuchó un ruido; algo estrellarse contra el piso cuando se giró se encontró con su esposo despeinado, tallándose los ojos

Jongin olvidaba que tenía puesto aun su lencería de esa noche

-buenas días –dijo contento, se acercó lentamente beso la mejilla de kris, este se sorprendió por el atrevimiento, si ayer habían quedado en algo y al parecer su joven esposo no lo entendía. Kris no quería ningún tipo de intimidad con su esposo. Kai se sentía en las nubes, sus pies flotaban nunca se había sentido como se sentía en esos momentos, se dio cuenta como se encontraba, los colores el subieron al rostro, se sentía incómodo su cuerpo ardía y no sabía ¿Por qué?

-¿qué ases así? –señala de pies a cabeza kris

-¿te gusta? –Dice jongin emocionado – ¿me quieres?

-¡uf...! Como hago para que me entiendas, que no quiero nada que provenga de ti.

-¿no te gusta?

-¡¡me ases el favor y te me cambias!! –grito, asustando a jongin

-sí, lo siento –jongin torpemente busca su ropa, las lágrimas no cesan, caen con escaso recursos por su mejillas, no quiere demostrar ese lado llorón a su esposo, se limpia con el brazo las lágrimas que se deslizan, sus manitas tiemblan, se siente ridículo sobre todo tiene miedo es la segunda vez que su esposo le grita. Logra ponerse unos pantalones holgados, una playera doblando su tamaño

-note bañaras –jongin niega con la cabeza gacha. Corre fuera de esa habitación tiene miedo que kris lo golpee como lo solían hacer cuando le gritaban, corrió por el pasillo chocó con alguien no le presto mucha atención, tenía suficiente con ese dolor en su pecho, ese inconforme

SEÑOR ESPOSO (kriskai)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora