Capitulo 5.

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POV Hermione:
Llegamos a las mazmorras de Slytherin con el prefecto John Rickman y nos dijo:
-La contraseña es "Sangre Pura"-Y una puerta apareció pasamos todos y llegamos a nuestra sala común, era divina.
-Ahora les señalaré sus habitaciones y con quién la compartirán.-Volvió a decir nuestro prefecto.
-Las habitaciones se compartirán por 2 personas y en los hombres quedarán así:
-Draco Malfoy y Blaise Zabini.
-Theodore Nott y Joe Black.
-Marcus Snape y Anthony Lestrange.
Vicent Crabbe y Gregory Goyle.-Y así fue diciendo más nombres hasta terminar y mandarlos a sus habitaciones.
-Ahora las niñas.-Dijo una muchacha rubia.-Quedarán así:
-Hermione Black y Pansy Parkinson.
-Daphne Greengrass y Hazel Button.
-Millicent Bulstrode y Tania White.-Y así se fue nombrando a todas y nos mandó a nuestra habitación. La verdad yo estaba feliz de estar con Pansy, nos llevamos muy bien, aunque hace falta Daphne, y a ella le tocó con una niñita llamada Hazel Button. No la conozco pero espero hacerlo.
-Oye Herms, ¿Crees que Blaise se fije en mí?-Me preguntó Pansy. Me quedé estupefacta.
-¿Porqué preguntas eso Pansy? ¡Apenas tenemos 11 años!-Chille.
-Qué delicada eres Hermione, pero bueno té dejare dormir y no te incomodare con más pláticas, para que no pongas el grito en el cielo.-Dijo Pansy y apago la luz.
No pude dormir. Estaba pensando en una pupilas grises.
¡Pero qué dices Hermione! ¿Te has vuelto loca? ¡Sólo tienes 11!, no pienses en eso.

Pero si estás loca por el.

¡CÁLLATE ASQUEROSA MENTE!

No lo haré.

¡TE LO ORDENO!

No. Soy tú mente y te conozco Hermione Aquila Black Ross. Y has perdido la cabeza por Draco Lucius Malfoy Black, y ni siquiera le haz dirigido bien la palabra. Acéptalo.

Te odio.

Acéptalo.

No lo aceptaré, me reuso.

Pues ambas sabemos que estás....

¡OH NO!

Estás...

¡NO LO DIGAS!

¡ENAMORADA!

Si pudiera lanzarte un Avda, lo haría sin resentimientos.

Pero irías a Azkaban y te darían el beso del dementor.

No me interesa en lo más mínimo.

Pues claro, si todos los dementores lucieran como Draco, no tendrías ningún problema en que te dieran el beso y te chuparan el alma.

¡YA CÁLLATE Y DÉJAME DORMIR!

Y así acabó mi pequeña batalla con mi mente, sí que está chiflada. Aunque tal vez tenga razón... ¡Pero que estoy diciendo!, claro que no.

Una historia, diferente...Donde viven las historias. Descúbrelo ahora