Tentación

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Sofía empujó a Marco a la solitaria enfermería y sin apartar la vista de él cerró lentamente la puerta, sintió como el corazón de Marco se aceleró y vio como esto hacia efecto en su cuerpo, pudo ver como su pecho se movía más al respirar y la involuntaria forma en la que él apretaba la tela de su pantalón , esto le produjo mucha satisfacción y abrió su mente a toda una serie de traviesas ideas, recorrió a Marco con una feroz mirada, desde los pies hasta su cuello, algo tenía su cuello que provocaba en Sofía toda clase se lívidas ocurrencias, no tenía claro que era, sus perfectas y seductoras clavículas, la fuerte mandíbula, el fragante perfume que ahí viví, o solo su grueso cuello en sí, subió un poco más su deseosa mirada para la estocada final, miro directamente a los ojos a Marco y se acercó sonriendo levemente, Sofía ni siquiera recordó respirar, bajar la mirada en ese momento era la derrota, esta oportunidad de oro se había convertido en su más grande prueba, esto era una guerra despiadada de la cual saldría victoriosa, esa enfermería representaba el campo de batalla, Marco la víctima, su timidez un enemigo al cual doblegar y retorcer de deseos a Marco la más radiante medalla.
Sofía volvió a observar el agitado pecho de Marco , se resistió a las ganas de abalanzarse sobre él, morder su boca, abrazar su cuerpo y besar su cuello, colgó su mano de un extremos de camisa que sobresalía de forma desordenada de su pantalón, la halo con malas intenciones , rosando peligrosamente la hebilla del cinturón, lo que tensó cada milímetro del acalorado cuerpo de Marco, haciendo que por un par de segundos que este olvidará las funciones básicas de su cuerpo y su temperatura se elevara peligrosamente cual fiebre mortal. con la punta de los dedos recorrió cuesta arriba el torso de su víctima, suavemente pasó por su delgado abdomen, la manera en la que su camisa se hundía al contacto , hacía temblar la curiosidad de Sofía , hasta ese momento ella nunca se había puesto a pensar en cómo lucia el torso desnudo de Marco, él era un chico delgado, pero no demasiado, por bendecida genética había sido dotado con una gruesa estructura, característica que siempre le había parecido muy masculina a ella, al ser un hombre muy alto, aunque él no lo buscara, se destacaba lo ancho de su espalda y lo largo de sus brazos, en especial cuando usaba camisa, como en esta oportunidad.
Sofía seguía con la mirada su juguetona mano, ella hubiese deseado no terminar nunca este recorrido tan sugerente, deseó muy profundamente que estos segundos durarán para siempre, al fin llegó al pecho de Marco en donde apoyó su mano extendida, el bombeo enfurecido del corazón de Marco traspasó piel y ropa he hicieron eco en aquella pequeña y calurosa habitación, casi pudieron estremecer la mano de Sofía impacto tras impacto, quien al sentir cada latido presionaba con más fuerza , Sofía camino en dirección a él, sin detenerse, sin titubeos, Llegó a una peligrosa distancia y aun así siguió, esto hizo a Marco retroceder y ella con su mano lo guío hasta una camilla tras él, una vez que el extremo de esta tocó por detrás sus piernas , él supo que no había escapatoria y pasara lo que pasara esa tarde, él lo recordaría para siempre como el mejor día de su vida. La presión de la mano de Sofía hizo a Marco sentarse.
-creo que tienes fiebre- dijo Sofía con una voz suave tratando de parecer inocente.
- tienes la frente muy roja y te ves algo agitado- Sofía apenas podía mantener la compostura, al escuchar su voz y lo que estaba diciendo, en total contraste con lo que sabía que tenía en mente, la estaba volviendo loca.
Marco no encontraba la manera de responder, sus neuronas se habían calcinado con la temperatura de su cuerpo, y había olvidado por completo hasta lo más básico del lenguaje, sólo pudo mover su cabeza de un lado al otro en señal de un no.
- yo juzgare eso- dijo Sofía mientras ponía cuidadosamente su mano derecha en la frente de Marco.
- Estás muy caliente- deslizó con suavidad su mano por el rostro de Marco, rozo su oreja y enredó sus dedos entre sus cabellos, este era muy suave y dócil, había algo de sudor en él, pero esto no incómodo a Sofía, todo lo contrario, la ánimo a sujetarlo con fuerza desde la nuca, haciendo que marco levantará la cabeza.
La violencia del agarre que logró Sofía la lleno de confianza, esta hazaña le parecía muy atrevida, lo que la hizo sentir muy sensual, y más la forma tan embobada en que Marco la miraba. Sofía disfrutó un segundo de la escena que tenía en frente , era adictiva, excitante, y sobre todo, justo lo que ella quería, Marco en ese momento no era más que un juguete, un pedazo de carne sin voluntad alguna, cosa que le encantaba y la llenada de calurosas sensaciones, haciendo crecer su maldad y ambición por más, mucho más.
Se acercó suavemente al rostro de Marco, sintió la brisa de su respiración, el calor adictivo de esta, olió profundamente la fragancia en él, mezcla perfecta entre perfume y sudor, rozo a modo de tentación su nariz con la de él, no dejaba de mirarlos a los ojos, esa expresión en su rostro, era el paraíso, puso sus labios sobre su frente y los dejó ahí unos segundos, con la intensión de comprobar la "fiebre" que atacaba a Marco.
Marco se sentía morir, los latidos de su corazón retumbaban dentro de él tan fuerte como un terremoto, ensordeciendo sus oídos, y extinguiendo, fulminando por completo la voluntad de resistirse , se sintió al borde de un ataque de pánico, un paro cardíaco o ambos, al ver a Sofía tan cerca de su rostro, tan Perturbadoramente cerca de sus labios, se sintió tentado a ponerle fin de una vez por todas a este sufrimiento, a esta agonía y comerle los labios con un beso, pero él tenía muy claro que estaba siendo víctima de una cacería, Sofía era el más peligroso de los depredadores y desde el momento en que cerró la puerta tras sí, con sus feroces ojos carmesí había paralizado su cuerpo, tan potente y efectivo era el veneno formidable de su mirada que aunque se encontrará en patética agonía él ya no era dueño de su cuerpo, pensamientos o voluntad , ella lo dominaba todo, cada parte de él le pertenecía.
Marco se sintió desvanecer por la agitación cuando sintió los labios de Sofía sobre su frente, pensó en cerrar los ojos para disfrutar el excitante aroma de su cuerpo, pero una hermosa, perfecta, delirante escena lo impidió, su vista tenía asiento en primera fila hacia el cuello y escote de Sofía, su mente no lograba comprender la perfección de aquellos senos, su rosado color, la curvatura de su forma, cada perfecta peca en ellos y sobre todo el doloroso aroma que poseían, provocaba explotar en llanas los labios de Marco al imaginar lo extasiante de su sabor , prometían llevarlo a la demencia, elevarlo al nirvana y evaporar su cuerpo al ebullecer a causa de tanto ardor.


\ Siguiente capitulo\
Su cuerpo, mis ganas, pasión. ..

La Inocenciaحيث تعيش القصص. اكتشف الآن