Capítulo 2: En el hospital

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Estoy parada en el pasillo y veo muchas habitaciones, decido entrar en la primera, una mamá que acababa de tener a su bebé y esta en recuperación. Salgo y paso a la siguiente.

Una mujer mayor de aproximadamente 80 años, a su lado el que parecía su compañero de vida, su esposo. Entro en la tercera y encuentro a un chico joven ¿Será de mi edad? Veo que tiene los brazos vendados, además de sus piernas y torso. Su cara está muy lastimada y con algunos puntos. Me quedo a su lado mirando, me intrigaba saber que le había ocurrido.

-¿Acaso nadie te ha enseñado modales? - Quedo paralizada- ¡Está no es tu habitación para que entres sin pedir permiso!

La adrenalina corre por mi cuerpo fantasmal, me giro y formulo la respuesta.

-¿Acaso me hablas a mi? - Pregunto temerosa de la respuesta-
-Si te puedo ver -En ese momento me doy cuenta que es el mismo chico que está en la camilla, pero tiene la cara tan hinchada que cuando lo vi no lo reconocí-
-Eres... ¿El que está en la camilla?
- Si y como tú soy un maldito fantasma que no puede tocar nada y que sólo puede contemplar su cuerpo como un idiota sin poder hacer nada, esperando a que suceda un milagro -respira hondo- bienvenida a mi mundo, mil disculpas soy Isaac Coral.

Me incomode un poco con su discurso, fue muy fuerte; pero tiene mucha razón. Enrojesco un poco, creo que por la vergüenza de la situación.

-Soy Jackeline Lostvelt, un gusto.
-Nueva, ¿No? -sonríe-
-Si, hoy desperté que estoy en este estado. Estoy en coma. -respondo frustrada-
-Yo también estoy en coma... -pausa incómoda- ¿Cómo terminaste así?
-Aún no lo sé Isaac
-¿Cómo que no sabes? -pregunta horrorizado-
-¿Tu sabes el motivo?
-Si, Yo estoy aquí por conducir ebrio luego de salir de una fiesta y choque contra un camión.
-murmuro- Madre de Dios... Y sabes cuando vas a ...?
-Despertar? No se sabe, pero escuche que no falta mucho para ese día.
-Que suerte! Yo no se nada sobre mi estado - nos quedamos en silencio- Fue un gusto conocerte, pero voy a seguir con mi recorrido en el hospital.
-De acuerdo, pero no te pierdas!
-No lo voy a hacer -respondo graciosa-

Salgo de la habitación, estoy confundida. ¿Hay alguien más como yo? "Nadie es especial o único en esta vida, ni mucho menos esencial para todas los demás" . Esa frase quedo dando vueltas en mi cabeza, tengo suerte de no estar sola; pero tengo que concentrarme en encontrar una respuesta.

Por alguna razón termine en maternidad, en los cuneros de los bebés. Son todos muy tiernos y adorables, me hacen acordar a mi hermanita Rose de 7 meses.
Me arrimo a uno que dice "Carlos Jr" tiene los ojos grandes y cafes. Me mira, o eso creo. Le hago juegos con las manos y caras y ríe. ¿Acaso me puede ver? Lo intento de nuevo y sucede lo mismo, el pequeño ríe.

Allí me quedo, jugando. La estoy pasando bien y el niño también.
De repente se acerca una enfermera con la que parece ser la mamá de Carlos.

-¡Mira como ríe! -Dice la enfermera- ¡Seguro está jugando con un angelito!
-Gracias señora, pero soy un fantasma, no un ángel -respondo sarcasticamente-

Se llevan al bebé y yo también me retiro de maternidad y voy a los quirófanos. Entro en uno y estában realizando una operación. Era un hombre que estaba recibiendo un transplante de corazón. Me paro al lado del medico que está realizando las suturas, observando todo sus movimientos. Levanto la mirada y del otro lado del la camilla de operación estaba es fantasma de la persona a la que estaban operando.

-¿Es feo el interior de las personas? Y también es feo no saber si vas a sobrevivir...
-Supongo que si, es feo -conteste-
-¿A ti también te han operado?
-No yo estoy en coma...
-Ah, me parecía. Porque yo no me puedo alejar de mi cuerpo, es como una condena el mirar la operación.
-Espero que tu operación sea exitosa! -le deseo-
-¡Gracias! Espero que puedas despertar
-Ojalá que si. Ya debo irme - me retiro-
-Adiós, me llamo Jonh
-Lo siento, soy Jackeline. ¡Adiós!

Sigo el paseo por el hospital, llego a una sala llena de médicos. Seguro que es donde descansan.
Algunos tomaban cafés y se contaban cosas que habían visto durante el día. Otros dormían sentados y algunos estaban con sus celulares.
Un grupo de médicos llamó mi atención, porque estaba el mismo que había hablado con los periodistas sobre mi estado. Me hacerco a la mesa, sobre ella habían placas de radiografías de cráneo, tomografías, estudios y muchas más cosas.

-Enfermero, dígame un resumen de la situación -solicita el medico-
-Todo normal en sangre, cicatrización segura, no hay posible foco de infección y la operación fue concluida con éxito al reconstruir parte del hueso, colocar una placa de titanio y reconstruir la cara.
-Pero el golpe fue tan fuerte que su cerebro está muy débil para dejar el hospital, por eso está en coma -agrega otro enfermero-
-¿Qué golpe?-pregunto furiosa- ¿Alguien me cuenta que me pasó? ¿Eh? Soy toda oídos
-Doc -lo llama una enfermera- Usted cree que lo que pasó fue un accidente?
-No lo sé, pero si lo fuera o no a nosotros no nos incumbe. Sólo tenemos que salvar su vida, hacer que despierte del coma y que salga bien.
-La madre está preocupada por si esto puede afectarle de tal manera que no pueda seguir bailando.
-¿QUE ME PUEDE AFECTAR EN MI BAILE? ¡MIERDA NO QUIERO DEJAR DE BAILAR NUNCA!
-Supongo que no, pero si pierde la memoria, ya saben es poco probable que recuerde su nombre y menos de como bailar. Además eso casi la mata en un escenario.

¿Que casi muero?

¿En un escenario?

¿Cómo es eso? De nuevo esa sensación me recorre el cuerpo y todo pasa lento a mi alrededor, me desvanesco y me desplomo en un sueño o algo parecido.

Me despierto denuevo en la camilla del hospital. Compruebo que soy un fantasma, y estoy en lo correcto. ¿Por qué me desmayo cada vez que descubro algo de mi accidente?

-Yo te puedo decir el porque -responde una voz-

Quede pálida por un segundo, porque hasta donde sabía todavía era un ente invisible. Luego recordé que no estaba sola, volteo y allí estaba Isaac.

-Feo golpe te has dado- cara de sufrimiento-
-¡No me he golpeado!
-¿Y todo ese vendaje? ¿Acaso te has disfrazado para día de brujas? ¡Ya sé! Te has disfrazado de momia -ríe-
-Ja ja ja ja -sarcasticamente- ¿Nadie te ha enseñado modales? La puerta se toca antes de entrar
-Lo siento, como tu disfrutaría mucho de poder tocar una puerta, pero no puedo. Mala suerte
-Me dijiste que sabías el porque de lo que me pasa
-Si, claro que lo sé. A mi también me sucede
-¿En serio? -sorprendida-
-Si es muy sencillo, tanto que lo descubrí hace dos semanas cuando...
-¡Al punto Isaac!
-Bueno -respira- Ocurre cuando descubres algo sobre tu accidente. Como terminaste aquí, como fue, quienes estaban y esas cosas...
-Como para resolver el misterio.
-Y poder despertar -termina Isaac-

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Segundo capítulo! Espero que les guste tanto como a mi ♥

Amor Entre ComasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora