2. UNA CABAÑA AISLADA CON CHIMENEA

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ROLAND (PIKACHU) NARRA

Voy todo el tiempo bajando casi ha pasado la mañana y parece que nunca voy a llegar a ninguna parte, pero al final de toda la pendiente, cuando el camino comienza a ser más horizontal, veo lo que nunca imaginé dadas las circunstancias: una cabaña de la que, además, sale humo por la chimenea. Me dirijo allí como una bala y en poco tiempo llego ileso, aunque me ha rugido el estómago.

Me detengo en frente de la puerta de roble, que para mi es grande. Me recordó a la temporada que viví con humanos. Al cerrar mi pequeño puño y golpear la puerta escucho un sonido hueco "toc", aunque sonó más como "tac". Como sea, es un detalle sin importancia. El caso es que aquí está la puerta, aquí estoy yo y que salen ruidos de voces humanas y gruñidos de pokemon del interior. Me da un poco de miedo que la puerta se abra y que de ella salga alguien, no sé. Odio las puertas cerradas porque no puedes ver lo que te espera detrás de ellas. Sigo temblando, pero el doble que antes, porque además de congelado, estoy asustado. Me asusto con facilidad, y eso lo sabían todos mis amigos. Desgraciadamente eso no es lo único malo que tengo, muchos me dicen que estoy averiado, que mi cabeza no rueda como la de los demás pokemon. Hay algo en mi personalidad, en mi carácter, que no está bien. No puedo mantener el hilo de una conversación, ni concentrarme en nada. Mi comunicación con los demás no es fluida como debiera, no sé si se he sabido expresarme correctamente; tampoco sé si mis pensamientos son normales, y por culpa de eso a veces me siento como un terrible monstruo al que todos odian. Y odio eso, odio la baja autoestima y no formar parte de nada. A veces siento que el mundo aburrido no me desea aquí, y quizás no soy bueno para ella, Shady debe ser feliz...

Un anciano lívido y demacrado abre la puerta "¿Pero que tenemos aquí? Pasa pasa", dice. Yo hago caso y al entrar siento un inmenso alivio, se esta caliente, dejo de temblar y examino el lugar: un sofá ocre que se ve blanquecino por culpa del polvo; una radio que por el momento emite un programa sobre pesca; una lavadora con una montaña de ropa encima de ella, la ropa parece sucia; un taburete puesto frente al sofá con un plato de postre encima que contiene cenizas y un par de colillas; un fogón que funciona con gas si no me equivoco; una sobria lámpara colgando del techo por la que salía luz amarillenta; una vieja mecedora y un zoroark al lado de esta. Ese zoroark me mira de reojo un par de segundos y luego los cierra, como debía tenerlos antes de que yo entrara. El anciando se sienta en la mecedora después de decirme que esa es mi casa si quiero, lamentablemente no, no querría ni en un millón de años en un lugar como ese. En poco tiempo se duerme y el zoroark aprovecha para acercarse y hablar, ¿No da igual que lo hubiera hecho antes?. Él se presenta, se llama Zark, yo le comento que soy Roland, y bueno, a pesar de la primera impresión que me llevé de él me cae simpático.

Zark: ¿Que haces aquí?

Roland: No sé, estar aquí...

El zorro me mira con una expresión que yo no sé reconocer. Me parece que no era eso lo que quería saber.

Roland: Huía del team "Yerba" y no sé como, perdí la consciencia y desperté arriba de este cerro, y perdí a Shady, y hace frío y odio el frío, y Shady no está, sigue sin estar, y me dolía la cola y bajé hasta aquí y vi la cabaña y me detuve ante la puerta y yo he visto puertas, he convivido con humanos, y luego me atreví a llamar, he visto puertas de roble, y también puertas metálicas y con cristal, son kawaii...

Zark: ¡Detente! Me estás diciendo todo lo que se te pasa por la cabeza.

Roland: Ya, lo sé, muchos dicen que estoy averiado...

Zark: Jaja, coincido con ellos.

Roland: Oye gracias (irónicamente)

Zark: Okey, y ¿Quién es Shady?

Roland: Mi amiga.

Zark: ¿Es un pokemon?

Roland: Un piplub.

Zark: Okey, funcionamos mejor con preguntas concretas.

Roland: Sip. Oye, estoy muy sucio ¿Dónde podría limpiarme?

Zark: Pues no sé, hay una bañera, pero no hay agua caliente, también hay manguera afuera, pero te congelarás.

Roland: Creo que me lavaré cuando no haga frío.

Zark: Lo estás dejando todo perdido de barro.

Roland: Lo sé.

Zark: Jaja, das un poco de asco.

Roland: Vaale... me voy a dar un baño, pero odio el agua fría, me entra frío solo con pensar en ella, aunque esté asándome.

Zark: A veces hay que hacer cosas que no nos gustan, el viejo está medio ciego y me veo obligado a hacer muchas cosas que no haría porque simplemente las odio.

Roland: Vaya...

Zark: Pero da igual.

Roland: Oye ¿Puedo pedirte otra cosa?

Zark: ¿El qué? (suspira de cansancio, la conversación se vuelve pesada para él)

Roland: Estoy muerto de hambre, necesito algo de comer ¿Tenéis comida?

El zoroark asiente con la cabeza.

Zark: Sí, claro, no mucha pero tenemos.

Roland: ¡Aish! Que alivio...

Desde luego tengo suerte de no pasar frío, poder comer algo y darme un baño, aunque sea con agua fría, cosa que odio...

SI ME DEJAS SOLODonde viven las historias. Descúbrelo ahora