Los hijos de sesshomaru

Cap 1 una aventura

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Pov ahome

Últimamente me han pasado muchas cosas con Inuyasha. Hay ocasiones que no me dirige la palabra e incluso se enoja conmigo de la nada, a veces no llega a dormir o se va a media noche. Una noche decidí seguirlo para ver a dónde se dirigía, paso a paso entre las sombras ocultando mi esencia para no ser detectada. Después de pasar unos minutos Inuyasha llegó al árbol sagrado, entre las raíces del árbol se encontraba postrada una figura femenina a juzgar por la tenue luz que alumbraba la luna. Inuyasha se fue acercando poco a poco a aquella mujer pronunciando su nombre "Kikyo". Al poco tiempo, se encontraron cara a cara, sus ojos no podían despegarse de los ojos de la otra persona y sin perder más el tiempo comenzaron a besarse. Fue un beso que demostraba el amor que se tenían.

Luego comenzaron a desvestirse para profundizar más su amor, hay fue en dónde ya no lo pude soportar más, pequeñas lágrimas empezaron a brotas de mis ojos por ver tal escena. Cerré los ojos, me di media vuelta y salí de ese lugar hasta donde mis pies podían resistirlo, ver eso me destrozó mi corazón. Iba corriendo por entre el bosque sin ver hacia donde me dirija y no me importaba, hasta que de repente me tropecé con una raíz de un árbol, al querer levantarme me di cuenta por un gran dolor que provenía de mi tobillo que me había fracturado, fue entonces que decidí sentarme, me recarge en el torso del árbol y comenze a llorar. En ese momento no me importó que me hubiera fracturado el tobillo puesto que me dolía más la traición de Inuyasha y darme cuenta de lo estúpida que era todo este tiempo y todo por creer lo que me decía, al final solo fueron palabras vacías...

Narradora.

Ahome estaba muy afectada por lo que el desgraciado de Inuyasha le hizo, ella permaneció en aquel árbol lamentando lo ciega que fue al creer en él. Mientras tanto, no muy lejos de donde se encontraba, un yukai frío y despiadado se encontraba buscando un lugar en el cual refugiarse de las hembras que usualmente lo perseguían en la época de celo. En ese tiempo, el yukai siempre tratada de tener el mínimo contacto con las hembras, puesto que odiaba tanto no poderse controlar en frente de una.

Al tratar de alejarse de las hembras que lo perseguían con tanto esmero, pudo oler un leve aroma a lavanda con un toque salado. Todo su cuerpo se estremeció, se detuvo unos segundos para deleitarse con el aroma, sin ser consciente de sus movimiento poco a poco se fue acercando, cuando reaccionó, ya era demasiado tarde, él ya se encontraba enfrente de Ahome no más lejos de dos metros.

Pov sesshomaru

Mientras trataba de alejarme de las molestas hembras que me perseguían en busca de que las aceptará en mi cama, pero eso es un acto que me repugna, simplemente pensar en que esté Sesshomaru no pueda tener el control en tal acto es inaceptable. Sin embargo, una fragancia a lavanda me inundó mis fosas nasales,-mmmmm que delicia-, fue algo involuntario lo más extraño fue que lo dije junto con mi bestia interna yako, cosa que me pareció extraña usualmente el no se presenta a menos que se trate de la chica humana. Al salir de mis pensamientos, también pude oler esa fragancia combinada con un toque salado. Sin ser consciente de mí me encontraba dirigiendo me a lugar donde provenía esa fragancia, solo cuando estuve a pocos metros de ella fue cuando me di cuenta de dónde me encontraba, al echar un vistazo a mi alrededor no pude notar de quién era ese olor, al tratar de ver su rostro me fui acercando un poco más, dándome cuenta que era una mujer, y no cualquiera, sino esa chica humana. Al inspeccionarla un poco más me di cuenta que había estado llorando bastante tiempo, ya la había visto llorar anteriormente ( y casi siempre hablaba con ella aunque normalmente lo hacía yako) pero esta ves había algo diferente, posiblemente y casi estoy seguro que tiene que ver con ese hanyou. Sin pensarlo, las palabras fluyeron de mi boca.