Sentí como si mi cuerpo quisiera caer al suelo en un ataque de sollozos pero me mantenía de pie, Su miraba conecto con la mía y fue ahí donde se me partió el alma. Sus ojos reflejaban tristeza y decepción, todavía sin entender nada corro hacia el.
-¿Podemos hablar? -Sentía mi voz cada vez más débil y agitada sin saber el por qué.
-No -Contestó fríamente, Me extraño y a la vez me dolió ese tono de voz que jamás pensé que lo utilizaría conmigo. Después de darme una rápida mirada que me hizo sentir escalofríos Se marchó, me dio la espalda y fui viendo como su figura desaparecía poco a poco como una especie de humo sin siquiera yo poder hacer nada por alcanzarlo.
Me tiré al suelo, destrozada y sentí como todo mi cuerpo se rendía.
▶
Sentía que en mis brazos tenía una gran parte de mi felicidad.
-Te extrañe tanto, prima. -Mis voz estaba demasiado quebrada como para poder formular otra palabra, Podía oír mis propios sollozos mezclados con los de ella en un abrazo lleno de cariño y felicidad.
-No sabes cuanto te necesité, cuanto he lloré extrañandote... -Ella no respondía a mis palabras, sólo me abrazaba -Fui una estúpida, Tu eres como una hermana, De verdad... Debes perdonarme porque yo... -Dejé de Balbucear al no sentir su abrazo, no sentirla a ella, su calor. Cuando me doy cuenta ella ya no estaba, Se había ido... Se había espumado a algún lugar de mi memoria.
▶
-Ven y abrazame, Perra. -Escuché esa voz tan familiar que hace que me voltee feliz. Era ella, mi querida amiga. Siento que mis pies no me funcionan mientras trato de caminar hacia ella. -Vamos, ven y abrazame. -La veía a ella mirandome feliz y con los brazos extendidos.
Luché lo que más pude por llegar a ella, una batalla contra mis pies que ya no me respondían.
-Apresurate! -Seguía habiendo felicidad en su voz aunque iba volviendo cada vez más ansioso su tono se voz.
-Ayudame -Grité pero fue como si no me escuchara. -Ayudame, por favor. -Mi voz se estaba debilitando a medida que hablaba.
-Vamos, antes que sea tarde. -Ella senguia alentandome con todas sus ganas, como si el tiempo se estuviera evaporando poco a poco.
-Ya llegaré. -sentí que mis pies por fin reaccionaban y corrí con todas mis ganas y.... la abrace.
Sólo escuche como me susurraba al oído...
-Despierta.
▶
