Capítulo 2

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Budín de papas... Budín de papas... Budín de papas ¿Por qué la vida se empeña en destruirme? Budín de papas para despedirme al campamento, esto era una broma. El budín de papas es como tomar vómito de perro, ponerlo en un plato y llamarlo "budín de papas". En serio ¿A quién podría gustarle tanto este plato? No me imagino a alguien comiéndose esta basura con ganas.
Si, esta bien, soy una maldita malcriada pero lamentablemente fui criada así y hay poco de mi que pueda cambiar. A veces detesto un poco a mis padres por darme todo lo que quería desde pequeña ¿sabes? Me gustaría ser como los jóvenes normales de mi edad, que deben portarse bien para conseguir cosas, algunos trabajan y cosas así pero lo único que se hacer es... Comer, cagar y dormir. Así es, esa es mi vida.
Intenté comerme lo más que pude del maldito budín de papas, me encanta repetir su nombre y saber que lo odio. Budín, budín, budín ¡joder budín como te amo!
Me despedí de mis padres, quienes por cierto hicieron un gran alboroto con abrazos y regalos ¿qué sucede con ellos? Volveré en 2 semanas, me despedí de Betty, quien más que ser la ama de casa es la única persona que realmente estimo y que me entiende de verdad.

- Intenta conseguir un noviecito - dijo mi madre sonriendo y la mire con un instinto asesino - es una broma, lo sabes - se retiro a seguir haciendo sus cosas
- Cuidate hija - dijo mi padre, tenia un tono preocupado, no sé porqué, ya estaba lo suficientemente grande como para saber cuidarme en un campamento al que iba desde pequeña. Además, nunca participaba de las actividades, siempre estaba sola haciendo cosas que me gustaran a mi. Dibujar, tocar guitarra, caminar, pensar sola, todo sola. En fin, salí de casa y subí al auto con Frederick (nuestro conductor personal).

- Bien, vamos - dije poniéndome los audífonos de inmediato y abriendo Cuentos de amor, locura y muerte en la página 56, me encantaba ese libro, todos esos relatos tan intrigantes. Cualquiera que me viera, de primera impresión pensaría que soy una chica oscura a la que le gusta ver sangre y horror y pues... Tendría razón ¿no?
Faltaban aún dos horas para llegar al campamento y ya había terminado de leer el libro completo, no pensé que lo terminaría tan rápido por eso no llevaba otro libro. No pensé en un plan B ¿cuándo he tenido plan B en la vida? Nunca. Deja de hablar tonterías Jaz. Me quedé dormida, mirando por la ventana, escuchando En mis genes y pensando en un montón de cosas sin sentido.
Al llegar, bajé con mi maleta en mano y me despedí de Frederick. Todo estaba igual que siempre, el suelo lleno de hojas secas, árboles gigantes moviéndose de un lado al otro por el viento que corría tan fuerte ese dia; olor a leña, cabañas dispersas y personas caminando, algunas parejas escondidas tras los árboles pensando que no eran vistos... idiotas. Me reí en silencio justo cuando algo se desplomo frente a mi, casi me da un infarto joder.
- ¡hey, ten más cuidado! - grite un tanto furiosa mirando al sujeto que estaba en el suelo con una escalera encima quejándose de dolor y al mismo tiempo riéndose - ¿te parece gracioso?
- Oh, disculpa, en serio, no fue a propósito - dijo aun riéndose y levantándose al fin, se limpio la ropa con las manos y estiró su mano - estaba intentando volar pero creo que no soy pájaro para eso.
- ¿Volar? ¿Estás jugando conmigo?
- Un momento, antes dame la mano
- ¿Qué? ¡No! ¿Eres idiota? - puso sus ojos en blanco y tomó mi mano a la fuerza
- Que testaruda ¿eh? - comenzó a revisar mi mano y pude darme cuenta de que tenia sangre ¿cómo? - de verdad perdona, tal vez te rasguñé al caer con la escalera, tenia un par de clavos sobresalidos al costado. Ven, vamos a la enfermería - me libré de su mano y lo miré enfadada.
- Puedo ir sola, idiota - pasé por su lado dándole un pequeño empujón.
- ¡Oye! ¿Cuál es tu problema? Solo quiero remendar mi error - hice como que no lo escuchaba y me fui camino a la enfermería ¿Creerá que por tener bonita cara y pecas puede venir a hacerse el héroe conmigo? ¡Ja! Eso le funcionará con las demás chicas pero conmigo no. Llegué a la cabaña de urgencias y me pudieron una venda en la mano, tenía un rasguño un tanto profundo pero nada grave.
Al salir de la cabaña, tomé mi bolso para ir a la cabaña más alejada de todas.
Cada cabaña tiene 4 habitaciones, es difícil encontrar una cabaña que no tenga ninguna habitación ocupada pero no imposible. Así que me dispuse a buscar una. Mientras caminaba observando como salían personas de las habitaciones y por ende verificando que esa cabaña no sería la escogida, seguí un camino que no conocía pero sentía curiosidad así que seguí caminando. De pronto comencé a sentir el silencio, ya no existía el ruido de las otras personas, ni siquiera escuchaba un murmullo, solo las ramas de los árboles crujiendo y los pájaros volando de un lado a otro. Me sentía tranquila, pero cuando miré hacia atrás me percate de que había perdido el camino, las hojas habían tapado el sendero, miré a todos los lados y me di cuenta de que estaba perdida. Mierda. Caminé en sentido contrario recto para ver si llegaba al campamento pero lo único que podía ver eran más árboles, cada vez me estaba metiendo más en el bosque y comencé a desesperante. El sol se estaba poniendo y la luz ya no llegaba con fuerza. Me imaginé un montón de historias viviendo en el bosque.

- Te ves perdida - escuche esa voz y me di vuelta de inmediato, tomando mi bolso con fuerza, ahí estaba el chico que se había desplomado frente a mi. Me sentí aliviada de verlo pero al recordar lo sucedido todo se esfumo.
- ¿Qué haces aquí? ¿Me estás siguiendo? - él puso una cara extraña
- ¿Qué? ¿Crees que seguiría a chicas engreídas? No, como se te ocurre. Me gustan las chicas humildes y bonitas - me miró fijamente - Tú eres bonita... Pelo lacio y negro, ese flequillo te sienta muy bien, tus cejas gruesas y oscuras me hacen pensar en Cara Delevingne y ella también es guapa, tus ojos creo que son muy llamativos, tienen un color extraño, una mezcla de azul y gris, me gustan... Eres guapa - intente mantenerme tranquila pero este chico era muy osado - pero... Niña eres muy testaruda y engreída.
- ¿Yo? ¿Engreida? - dije riendome sarcasticamente - Tú eres el engreído que crees que por tener pecas, un pelo onculado y ojos lindos puedes tener a cualquier chica con solo llevarla a la enfermería
- ¿Qué? ¿Crees que estaba coqueteando contigo?
- ¡ja! No te hagas el tonto ahora ¿Quieres?
- Bien... Bien - dijo dándose la vuelta - No me haré el tonto, volveré al campamento, te deseo suerte en encontrar el camino de vuelta - mierda... Es verdad, estaba perdida. Comenzó a caminar
- Espera... - se detuvo - Lo... Lo siento ¿Puedo seguirte?
- ¿Puedes estar tan cerca de alguien tan engreído como yo?
- Eso creo... Mientras no presumas tu belleza - miro de reojo y sonrió
- Vamos
- Idiota - Murmuré, el chico comenzaba a agradarme.

Mientras caminábamos, se hizo de noche, las estrellas se dieron a conocer y el panorama que teníamos frente a nuestros ojos era hermoso.

- La cabaña en la que estoy... - dijo él luego de mucho rato sin hablar - solo la estoy ocupando yo, me pareció que estabas buscando una cabaña más alejada y vacía ¿no es así? - asentí - bueno, yo estoy ocupando la parte delantera de la cabaña, si quieres puedes ocupar la trasera.
- Vale... Gracias - intente sonreír pero creo que no lo logre
- No debes intentar ser buena gente, se sincera contigo misma - me quede en silencio.

Llegamos a la cabaña y me di cuenta de que en realidad solo estaba él en ella y la cabaña estaba muy alejada de las demás, me gusto.

- Bueno, aquí está y creo que ya es tarde así que me voy a dormir. Buenas noches niña terca - sonrió al decir esas últimas palabras y le devolví la sonrisa. Ni siquiera sabia como se llamaba pero el tipo me caía bien, era muy similar a mi en cuanto a la forma de ser descarada así que supuse que nos llevaríamos bien.
Me fui a la habitación desocupada de atrás, hice mi cama y me acosté de inmediato, estaba cansadisima así que en unos segundos estuve sumergida en el sueño.

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⏰ Недавно обновлено: Jan 07, 2016 ⏰

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