CAPÍTULO 6

1.6K 79 58
                                    


Me encontraba aún en el parque, tumbada sobre el banco donde hacía unos minutos estaba sentada. Solo recuerdo que sentí un dolor en mi abdomen y caí desmayada.

-Gracias a Dios que ya despertó ¿te encuentras bien muchacha?

Una mujer mayor que jamás había visto por allí, estaba de pie a mi lado con cara de preocupación.

-Sí, señora gracias. -le conteste con una sonrisa forzada.

-No, hija gracias al muchacho que está atendiendo una llamada, dice que te conoce, ese de allí.

Señalo hacia una dirección y mis ojos se abrieron de golpe, ¡William!

Él, supongo que por instinto o intimidación miro hacia donde me encontraba y cuando me vio despierta, colgó, y vino a paso rápido hacia nosotras. La buena mujer me vio mejor, le guiñó un ojo a William, nos sonrió y se fue.

¿Y eso, habrá creído que somos novios? Yo con este ni, aunque me sacaran un ojo.

Me acomodé en el banco, me senté, y aun sentía mareos... ¿qué me estará pasando?

-Jessica, ¿estás bien? -su voz transmitía preocupación, igual que el día del accidente.

-Sí, si no sé qué me paso, pero ya me encuentro mejor. ¿Qué me estabas espiando o qué? ¿No es casualidad que estuvieras por aquí no?

-Tu no cambias niña, salí a correr y pase por aquí, cuando te vi me acerque y es cuando caíste desmayada. -sonrió con arrogancia.

Ahora que me fijaba si, estaba en chándal que consistía en un pantalón ancho que le apretaba en la cintura y una sudadera igual que a pesar de ser ancha le marcaba sus músculos. Estaba sexy.

¿Qué hago con mi vida?¡Oh dios! Que idiota que soy, ponte al caso Jessica.

Intente levantarme, pero aun sentía dolor todo esto era muy raro no entendía que me pasaba. Hice el intento y sentí unas manos rodear mi cintura.

-Espera que te ayudo niña, no puedes ni con tu alma.

-Puedo sola estúpido!

William paso de mis palabras y me ayudo a levantarme, pero por la fuerza inmensa fuerza que tiene, me atrajo hacia el rápidamente. Sentí su respiración mezclarse con la mía, estábamos a escasos centímetros.

Me ruborice al instante y mis mejillas ardían de calor, me aparte bruscamente, e intente que no me viera la cara.

-Apártate de mí si no quieres que mi puño ame tu cara. -Grite agresiva

-Eres una salvaje, te intentan ayudar y me lo agradeces así sin duda eres una niña malcriada...ni que te fuera a besar ...ah y se dan las gracias que tu padre no te enseño a darlas o que. Normal debe de ser como tú.

Pensé en papa, me abandono cuando tan solo tenía ocho años, no disfrute de un padre como los demás niños, yo no tenía quien me protegía, ni quien jugaba conmigo, todo el tiempo estaba sola, mama trabajaba día y noche para pagar nuestras necesidades.

-Eres un idiota! Igual que mi padre, sois todos iguales, tienes razón no se dar las gracias porque nadie me enseño, sabes que más nunca voy a saber querer de verdad a un hombre porque ninguno me amo, nadie me tomara enserio porque ni mi puto padre supo hacerlo, también soy una insensible porque con tan solo siendo una niña me obligaron a ser fuerte, a sentir golpes y oír gritos, solo siendo una puta niña...-por fin explote, ya no pude contenerme más, mis ojos se llenaron de lágrimas y mis mejillas solo podían estar húmedas.

-Jesica, yo...no quise...no...lo siento-Estaba nervioso y se sentía culpable yo lo sé.

Les mire a los ojos y sé que sentía arrepentimiento por lo que dijo.

-Eres un estúpido William.

William

Se dio media vuelta y se fue, yo solo podía estar allí plantado observando en la nada. No puedo ni seguirla para pedirle perdón.

¡Que gillipollas soy joder!

No sabía nada de su padre, en realidad no sé nada de ella, esas palabras me dolieron hasta a mí no me imagino como se sentirá ella, estoy realmente jodido, su padre era un cabrón y yo soy igual que él, solo se dañar a las personas.

Y es que soy imbécil que no me salieron ni las palabras, debo disculparme de verdad.

Jessica...se veía tan indefensa llorando de esa manera que lo único que quería era acurrucarla en mis brazos, hasta no poder más.

Sin darme cuenta vi en el banco que se dejó su libro, lo cogí y vi el nombre ONCE MINUTOS de Paulo Coelho, lo cogí fuertemente y me fui corriendo a casa.

Hace mal tiempo, probablemente lloverá.

Jessica

Después de lo sucedido intente irme lo más rápido posible de ese lugar, me dolió en lo más profundo de mi ser todo lo que paso. NO debería de haber reaccionado así pero ese idiota me hizo enloquecer...

Mi casa no quedaba lejos, pero quería llegar lo antes posible, para encerarme en mi habitación y llorar como una niña, eso es lo que era aún una pequeña niña que se rompía por dentro.

Llegue a casa timbre y me abrió Marc, ni lo mire a la cara y subí corriendo a mi habitación.

Estaba segura que vio en qué estado estaba.

Me tumbé bocabajo sobre mi cama y empecé a llorar por él, por papa, no se merecía ni una lagrima que yo derramaba por haberme dejado, no paraba de maldecirlo porque nos dejó...porque me hacía tanto daño...

Tocaron a la puerta y se abrió.

- ¿Cuantas veces te diré que no entres sin mi permiso? -le grite

-Las que haga falta, para ver cómo estas-me respondió y se acercó a mi cama.

-No me pasa nada solo que odio verte la cara-me intente limpiar las lágrimas mientras miraba al suelo.

Mientras lo hacia, me cogió de las muñecas me atrajo a él y me abrazo.

-Todos necesitamos un abrazo alguna vez cuando nos rompemos por dentro. -me susurro en el oído y me acomode en su pecho mientras lloraba aún más. -Además aprovecha ahora, que muchas se morirían por estar en tu sitio preciosa-. Sonreí.

Arrogante...

William.

- ¡Volví!, espero que hayan disfrutado del capítulo y coméntenme lo que más os ha gustado!

Si necesitan alguna cosa, no duden en decirme y si les gusta la historia inviten a que la lean.

Gracias por leerme, amores<3

-HAFI

r





Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jan 04, 2016 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¿Que me ves Estúpido?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora