El asesino insospechado

Capítulo 4 La vida de Martín

Sonó la alarma. Martín agarró el celular y apago la alarma. Gruñó un poco y se sentó en la cama medio dormido. Se pasó las manos por la cara y se paró para ir al baño. Se lavó los dientes y miró la hora en su reloj que se había puesto en la muñeca cuando se levantó de la cama. Eran las 5:04 a.m. Él entra a trabajar a las 6:00 a.m; así que tiene tiempo para prepararce.

Levanto a Lucas, él de inmediato se cambió la ropa que tenía para dormir y se fue a lavar los dientes. Su papá bajó las escaleras y se puso a preparar desayuno para ambos.

Luego de varios minutos, llegó Lucas al lado del y le preguntó a Martín:

- ¿Ya esta?

- Casi, ¿Habías terminado la tarea que tenías?

- Sí, me habías preguntado ayer antes de salir a jugar.

- ¡Aaah verdad! - dijo sonriendo.

- Buenos días - dijo Lucas sonriendo - se me olvidó.

- Buenos días - respondió riendo

Lucas se sientó en una silla que queda de espalda al televisor de la sala y Martín al frente del, quedando frente al televisor y dijo:

- Lo que me habías pedido, unas tostadas acompañadas de dos huevos hervidos - dijo masticando

- ¡Sí!, gracias papá - dijo lleno de emoción

- Buen provecho Campeón.

- Igual papi.

De momento se escucha una voz del televisor:

Y hora las noticias de último momento.
Las autoridades encontraron otro homicidio que dicen ser obra del asesino misterioso que aun sigue libre por estos últimos cinco años. Con este asesinato ya se suman quince homicidios. ¡Es increíble! . . .

Martín dijo:

-Bueno, hijo vamos a llevarte a la escuela.

- Sí - dijo mientras se paraba de la silla y agarraba la mochila.

Salieron, y se montaron en el carro. Mientras Martín sacaba las llaves, vio que a lo lejos el hombre de la gorra. Esta ves el hombre estaba más descubierto, pero aunque estaba lejos logró reconocer que era aquel hombre. Se le veía una cicatriz bastante larga que recorría casi todo el lado derecho de su cara en forma de media luna. Martín prendió le carro y se dirigió a la escuela.

Llegaron. Lucas se bajó del carro inmediatamente después de darle un beso en la mejilla a su papá. Él siguió de camino a su trabajo. Prendió el radio para entretenerse con música. Drrrr - suena el celular. Y dijo, mientras refrenaba en el semáforo:

- Debe ser del capitán.

Dirigió la mirada a el celular que se encontraba a su derecha, lo agarró y sí, era un mensaje en el cual había una dirección. Y dijo luego de analizar la misma:

- No esta tan lejos.

Luego de varios minutos, Martín llego al lugar de la dirección.

Era un callejón entre una tienda a la derecha y una biblioteca cerrada. Las paredes de dicha biblioteca estaban escritas con "spray". Al fondo habían dos basureros grandes (de esos para basura de restaurantes o de alguna tienda) y encima estaba el cadáver. Martín se bajo del carro después de haberlo estacionado detrás del carro del capitán y se dirigió hacia él.

- Josué Román, 31 años, era maestro de la escuela de la plaza. - dijo el capitán

- ¿Tenía esposa, hijos? - respondió Martín

- Sí, pero sin hijos y ahora Alan y David te esperan para interrogarla cuando termines tu trabajo. - respondió el capitán

- Sí - dijo Martín agarrando la cámara que tenía colgando sobre su cuello.

Le sacó varias fotos al rostro del cadáver y enfocó la cámara para sacarle fotos a el cuello que parecía tener marcas de unos dedos. Las botas que traía puestas tenían residuos de comida de gato y un extraño hilo que parecía provenir de una alfombra de color crema y marrón. Guardó esto en una bolsa de evidencia. Luego, observó que alrededor de la boca, que se encontraba cercada, habían unos moretones y restos de cinta adhesiva pegados alrededor de sus labios, de las manos y pies. Había poca sangre alrededor de las heridas de bala ubicadas en su pecho.

Todo parece indicar que ahí no fue donde lo mataron.

Eso significa que hay una escena del crimen por encontrar .   .   .

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TAN TAN TAAAAN
( música de suspenso )