❁Oηε ѕհσт'ѕ ❀ KαкαSαкυ.❁

Recuerdos.

¡Buenas! Este es otro one-shot KakaSaku.
La verdad no creo que yo tenga "Potencial", como escritora pero me gusta que vean lo que escribo. ¿Tal vez seré masoquista? ¡De verdad esperó que disfruten la historia! c:

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  Era alrededor de medio día y se podía ver por la ventana de la mansión del Séptimo Hokage como una mujer de unos veinticinco años estaba regañando a un hombre de treinta y tantos años.

—Te dije que llevaras a Sakumo al kinder ¿Y que haces? ¡Te quedas dormido! Al menos dime, ¿A desayunado? Por que si no es así, te juro que te mando al hospital ¡Shannaroo!—Le habló con voz potente y su puño derecho alzado la pelirrosa.

—Sakura, tranquila. Ni que fuera su primer día. Lleva meses yendo. Lo desperté para alistarlo y le hice de desayunar, pero luego de unos minutos me sentí fatal y empecé a ver todo en negro y no me acuerdo de nada más. Por eso estoy en el sofá. ¿No crees que la cama sería la mejor opción para dormir?.—Terminó de relatar su esposo con una sonrisa y agregó—. Además el puesto de Hokage me tiene mucho más cansado que antes. Creo,  que ya esta llegando la hora de mi retiro. Sin mencionar que ayer, usted, Señora Hatake me exprimió cual fruta alguna.

Ante esas palabras las mejillas de Sakura no tardaron en colorearse.—C-callate si no quieres que te golpee—Bromeó—, y deja que te revise, recuestate boca arriba en el sofá. ¿Es la primera vez que te pasa? ¿Sientes dolores estomacales o dolor de cabeza? ¿Últimamente sientes ganas de vomitar o no puedes dormir?—Preguntaba la oji-jade con tono profesional el cual Kakashi conocía perfectamente.

—Sí, no, no y de vez en cuando.—Contestó en orden las preguntas el actual Hokage.

—Bien, tal vez sólo es el cansancio. De igual forma tomarás unas pastillas que traeré del hospital... Pasas mucho tiempo en la oficina.—Una mueca de disgusto se formó en el rostro de la mujer—. Le diré a esa a la que tienes por secretaria que haga tus deberes de hoy y mañana. Me voy.—Lo último lo dijo con un tono de voz tajante el cual para Kakashi no paso desapercibido, lo sabia, ella estaba celosa.

  Esa mujer, su secretaria, se le insinuó varias veces. No le importó que esté casado con una kunoichi la cual a sus 17 años se convirtió en una de los Grandes Sannin, superando después de dos años a la Goidame, cosa que la Hatake niega, sin mencionar lo perfecta que es en Ninjutsu Médico. También hay que contar que tiene un carácter de los mil demonios.
  Todavía recordaba cuando Sakura la mandó a volar de un solo golpe sólo por que ella se sentó en sus piernas. Claro que él estaba dormido. No se había dado cuenta, por más que sea el Hokage, ese día estaba demasiado cansado. Pero le causó mucha gracia cuando su esposa después de mandarla a volar la tuvo que curar, y si las miradas mataran, su secretaria Mikoru estaría tres metros bajo tierra. Desde aquél suceso, jamás volvió a quedarse dormido en el trabajo.

—No vayas.—La detuvo—. Ella lo hará cuando se dé cuenta que me retrasé, tú mejor a ver a Sakumo que debe de estar en su habitación jugando.

Al escuchar aquellas palabras ella decidió que iría por los medicamentos luego y que primero vería cómo estaría su adorado hijo.—Mucho mejor cariño. Me ahorras el verle la cara a esa.

  Y sin más, Sakura se perdió en los pasillos de la mansión,
y él se perdió en sus recuerdos.

  Recordaba como Sakura a sus diecisiete años, meses antes de que la Cuarta Guerra comenzara, se le había declarado a él diciendo que lo amaba mas que nadie en el mundo y que a Sasuke nunca le tuvo amor de verdad, que sólo fue un amor de niños, y por lo único que ella quería que Sasuke regresara a la aldea era porque lo quería como a un hermano al igual que a Naruto.
  Kakashi obviamente rechazó a la pelirrosa, a pesar de que él también compartía los mismos sentimientos. Y tuvo que esconder lo que sentía y pasar eso a segundo plano sabiendo que no estaría bien visto que una chica de menor edad esté con un hombre treintañero.
  La rechazó duramente para que se olvidara rápido de él. Ella no insistió y él pensó que ella se había rendido.