3.

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  Mis ojos se abrieron una vez escuché una fuerte explosión en la esquina de mi habitación. Fruncí mi entrecejo y me incorporé, mirando el reloj, 3:59am.  Miré alrededor de mi tranquilo cuarto preguntándome que había sucedido. Lentamente me acosté de nuevo, cerré mis ojos, Pero sólo para abrirlos de golpe nuevamente una vez que una mano tapó mi boca,bloqueando mi grito.¡No de nuevo, por favor!  Me quedé mirando al intruso, y todo lo que podía ver eran mechones de cabello revuelto en la oscuridad de mi habitación. 



–Sé que dije que odiaba la oscuridad; Juro que esto es lo más cerca a lo que voy a llegar de estar en la oscuridad– empecé a retorcerme una vez que el intruso se subió a micama, colocando sus piernas en ambos lado de mi cuerpo. Él sacó algo desu bolsillo atando mis muñecas. Sacudí mi cabeza furiosamente y le supliqué que parara, pero sabía que él no podía escucharme y que él no querría escucharme. Él sacó una cosa más colocándola sobre mi boca. 




De repente se bajó de la cama y me arrojó en sus hombros antes de caminar fuera de mi habitación. Apreté mis ojos cerrándolos y golpeé su espalda, mis sollozos se hacían cada vez más ruidosos. Él empezó acaminar más rápido tan pronto como él escapó de mi casa conmigo sobresu hombro.— ¡Cierra la boca! No querría que esa linda cara sea arruinada ahora¿Verdad?— Habló de repente. Inmediatamente paré de llorar, mis ojos se abrieron,Era él. Él era el hombre del túnel, Su voz, es la misma voz.Me moría de ganas de saber a dónde estaba llevándome. Pero ¿por qué yo? ¿Y cómo él sabía donde vivía?   Luego reconocí el camino familiar por el cual él estaba caminado. Este camino solo llevaba a un lugar, y ese lugar era el  túnel. 



Empecé a pedir a través de la tela, esperando que él parara de caminarhacía el túnel. No tenía sentido que le pidiera que me bajara y me llevarade nuevo a mi casa. Todo a mí alrededor se volvió oscuro y mis gritos ahogados eran lo único que se podía oír. Cuando ya estábamos en eloscuro túnel él paró y me arrojó en la carretera. No podía ver las cosas,pero era como si él pudiera.Me estremecí al ver la pequeña mecha en su mano que de repente iluminótodo. Mis ojos se arrastraron a su cara, mi boca se abrió ligeramente –Finalmente tenía la oportunidad de ver quién era. Él lucía joven, alrededorde mi edad –Que es diecinueve– Traté de hablar, pero me di cuenta que unpedazo de tela estaba cubriendo mi boca. Él se rió entre dientes y caminó alrededor del túnel antes de agarrar un gran palo de madera y encenderlo en fuego.Él apagó la mecha y la arrojó detrás de él tan pronto como el palo demadera empezó a alumbrar como una antorcha, Caminó de nuevo hacíami y finalmente desatando la tela, alejándola de mi boca,— ¿Q-Qué quieres de mi?— Le pregunté inmediatamente. 




—Whoa, pide permiso primero ¿no?— El sonrió y rió entre dientes, arrodillándose en frente de mi —No quiero esta boquita hablando sobre lo que sucedió temprano, mi plan es mantenerlo de esa manera. Si eso está bien contigo, ¿Por supuesto no?— Explicó, agregando un poco de sarcasmo sobre sus últimas palabras. 

  


—No le diré a nadie, nunca lo haré, ¡Lo prometo!— le declaré, con la esperanza de que me dejara ir. 


—No lo entiendes— sonrió y movió su cabeza. 


— ¿Entender qué?— Susurré, inclinando mi cabeza, empezando a observarmis manos. 



—Maldita sea, déjame descansar un segundo— Murmuró muy groseramente podía añadir. Él se sentó y frotó sus cansados ojos tanto que no pude evitar el sarcasmo cuando murmuré estas palabras,—Ya ha sido un segundo.Si tan solo pudieras ver el miedo en mis ojos cuando el paró de moverse y desvió la mirada hacia a mí. De repente tomó mi mandíbula fuertemente,inclinándose hacia delante poniendo mi cara más cerca a él. 




— ¿De verdad quieres ser lista conmigo?— Gruñó, sus cejas se fruncieron de una molesta manera. Intenté agitar mi cabeza, pero su mano mantenía mi cara recta. 




—N-No— Murmuré finalmente, mi barbilla temblando al ver lo cerca que estábamos de rozar las caras. 



—Eso fue lo que pensé— Susurró, apretando los dientes. Finalmente soltó mi mandíbula, permitiéndome caminar un poco hacia atrás observando como la madera se iba quemando en su mano. 





— ¿Puedo hacerte una pregunta?— Pregunté amablemente mientras él se levantaba del suelo. ¿No había dicho que necesitaba descansar? 




—Ya la hiciste— Rió y empezó a caminar, adentrándose más al túnel. Inmediatamente me levanté y lo seguí. Él sabía donde vivía, él podría regresar por mi.— ¿Qué estás haciendo en este túnel?— Pregunté, ignorando su comentario anterior.  Él paró de caminar, dándome la espalda aun. 




—Soy un fugitivo— Respondió, mis ojos se abrieron ligeramente. —Pero no soy uno normal—.  




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Túnel ||Sehun||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora