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Era 15 de Marzo de 1993, en Miami. Ese día fue el nacimiento de mi mejor amiga, Thea, y coincidió con un suceso que cambio mi vida desde entonces.
Eran las 9:25 de la mañana; iba de camino al jardín, yo me encontraba sentada en la parte trasera del auto mientras que mi madre iba al volante. En el trayecto cantábamos juntas canciones y nos reíamos a carcajadas. Luego de veinte minutos, de salir de mi casa, llegue al lugar. Estaba parada frente a la puerta del jardín y yo muy emocionada ya que era mi primer día. La maestra se nos acerca. Se le presentó a mi mama amablemente y luego se inclinó para saludarme.

-Hola, ¿Cómo te llamas? - me preguntó con una sonrisa en su rostro

-Sarah - le dije

-¿Cuántos años tenes? - me preguntó

-Tres - le respondí mostrando mis dedos

Ella volvió a pararse y yo me quede mirando a mi mamá como hablaba con ella. Cuando terminaron su conversación, mi madre se agachó para saludarme.

-Bueno amor acordate que viene papi a buscarte después, te amo - se despidió dándome un beso en mi mejilla

-Te quero -le dije

Ella sonrió, se subió al auto y se fue rumbo a su trabajo. Al pasar de las horas, hice unas amigas, como Thea, y luego más tarde vino a buscarme mi papá. Parecía muy enojado y le pregunté tímidamente.

-¿Qué pasa pa? ¿Me porté mal?

-Sí, vos tenes la culpa de todo - me contestó

Largue en llanto, al segundo de escuchar esa frase. Me subió al auto ignorándome y me llevó a mi casa. Lo noté enojado y con un aroma, qué era extraño, y que no era perfume precisamente. En el camino manejaba en zigzag y eso me provocaba más miedo y que mi estómago estuviera revuelto. Al llegar a casa, mi madre, estaba en la cocina preparando la cena.

-¡Hola mis amores! - exclamó desde lejos

Cuando nos acercamos más a ella, notó que mi rostro estaba enrojecido y empapado en lágrimas. Vino corriendo hacia mí.

-¿¡Qué te pasó mi amor!? - me preguntó - ¿¡Qué le hiciste!? - le cuestionó a mi padre

-¡Nada! ¡Ella es una malcriada de mierda! - le gritaba

-¡No le hables así! ¡Ella no te hizo nada! - le dijo en mi defensa

-Amor anda a tu cuarto que yo ahora voy para allá, ¿Dale?, así yo hablo con tu padre - me dijo intentando tranquilizarme

Obedecí a lo que me pidió. Me fui a mi cuarto, pero deje entreabierta la puerta para saber que sucedía.

-¿¡Qué demonios te pasa!? - le preguntó enojada - ¡Ella también es tu hija!

-¡No me grites! - se defendía

-¡Entonces no la trates así! - le dijo ella

-¡La trato como se me da la gana y a vos también! - le dijo él

-¡No tenes derecho a tratarnos así!

-¡Ustedes siempre van a ser mías! - le dijo agarrandola fuertemente del brazo derecho y con una mirada agresiva

-¡Soltame! ¡Me estás lastimando! - le gritaba mientras intentaba soltarse, pero fue en vano

-¡No me importa! - le dijo sacando un arma

-¡Calmate! ¡Por favor Harrison no lo hagas!

-¡No me importa! - repetía - ¡Nunca me podrán culpar por esto!

-¡Por favor, para! - le gritaba con desesperación

-¡Esta arma no es mía! - le dijo apuntandole a la cabeza - ¡No me pueden acusar!

Dark Girl (Rubius y Tú)Where stories live. Discover now