Civil War: Don't Deserve (Romanogers)

Capítulo 2: Solo cierra tus ojos al pasado

La mañana estaba a unos 14°, el frío se hacía presente en la nueva base de los Vengadores, a partir de las 5 de la mañana comenzaron los pequeños entrenamientos de unos cuantos agentes. Steve Rogers salió de la habitación no sin antes quedarse viendo por lo menos unos 5 minutos la puerta del cuarto de cierta pelirroja, el breve recuerdo pasó por su mente, como su compañera se retorcía en la cama y gritaba el nombre de Clint y de su familia. Agachó la cabeza resignado a aquel recuerdo y siguió caminando hasta la sala de entrenamiento, donde esperaba encontrarla completamente vacía.

—Vaya, pensé que eras de los que madrugaban Rogers... - hablaba Natasha mientras se levantaba de la colchoneta.

—Buenos días, Nat – le dijo Steve que la veía detenidamente.

—Si buscas ojeras, las cubrí... - dijo Natasha sonriendo de lado y buscando unas pesas dentro de unos anaqueles de hierro que estaban pegados a una pared.

—¿Cómo dormiste? – preguntó Steve

—Mejor – dijo la pelirroja, mientras se sentaba en una silla y empezaba con su rutina.

—Si no has descansado bien, deberías... darte tu día libre

—¿No quieres que entrene hoy?

—Nat, me refiero a que. Deberías descansar.

—Y tu no deberías preocuparte tanto – dijo Natasha un poco cansada por aquella discusión con Steve.

—¿Por qué no me puedo preocupar? Se supone que somos amigos.

La pelirroja agachó la cabeza, respirando hondamente y miro fijamente a los ojos color cielo del rubio.

—Estoy bien, Rogers – dijo Natasha esquivando a Steve, pero antes de que se alejara un poco más, él sostuvo su brazo y ella nuevamente regresó a verlo.

—¿Por qué dices que estás bien? Natasha, ayer te trate de despertar y no lo hacías... las pesadillas que tienes no son...

—¿Normales? ¿Buenas? Para mi si lo son.

—¿Por qué no quieres contarme? ¿Por qué no confías en mi? – le preguntaba Steve con voz baja, mirando cada centímetro del rostro de la pelirroja, tratando de recordar aquellas orbes color esmeralda, sus cejas arqueadas y sus labios.

—Cuándo te cuente lo de mi pasado. Créeme que no querrás acercarte a mi... - diciendo esto Natasha se zafó delicadamente de Steve y salió por la puerta de la sala de entrenamiento, topándose con los nuevos Vengadores que la saludaron.

—Hey, Nat...

—Buenos días - saludó la pelirroja cortezmente.

—¿No entrenaras hoy? – preguntaba Sam que era un poco más apegado a Natasha por lo que habían compartido con lo de la caída de SHIELD.

—No... iré a descansar – diciendo esto Natasha sonrió de lado a Sam para perderse por los pasillos que conducían a los dormitorios.

Ella sabía que cuando Steve se enterara de todo lo que hizo, de lo que le hicieron... el se iba a alejar de ella o tal vez no la miraría de la misma forma como lo hacía ahora. Suspiro levemente, metiéndose en el agua fría de la ducha. Preferiría estar en la recamara, quería relajarse, pensar... olvidarse un poco de que su pasado aún seguía intacto, presente en su vida.

Steve seguía insistiendo en que debía de confiar en él y contarle lo que le sucede, Natasha confiaba en Steve, claro que lo hacía, le atemorizaba el simple hecho de que él se enterara de lo que sucedió con ella en su iniciación, en sus entrenamientos, para ser "esa arma letal". Todas las pesadillas, eran todo lo que ella había vivido y que ahora la estaba atormentando más que nunca. Necesitaba irse al menos dos semanas, necesitaba relajarse, necesitaba tiempo, y sobre todo olvidar lo que había sucedido con Bruce, con Ultrón.