Capítulo 18

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Su mercedes también era deslumbrante, debió de esperar mucho para obtenerlo [...]
Llegamos y entramos en su casa, puso música y un delicioso olor entró por mis fosas nasales:

-Mmm... ¿Qué has hecho para cenar?-Le pregunté dejando el abrigo en la percha.

-Sorpresa. -Dijo-Tú siéntate y espera.

Así hice, llegó con la comida y dijo:

-Solomillo con verduras y hojaldre, acompañados de frutos secos.

-¡Vaya!¡Qué buena pinta!-Dije.

-Espero que te guste. -Dijo.

Brindamos y cenamos, ¿qué hice bien en la vida para merecer aquel regalo? Vale, quizás era la niña buena de nota altas, tampoco era un ejemplo, pero.... ¿enserio? Blanca cocinaba de maravilla comparado conmigo, yo no sabía hacer ni un simple puchero de toda la vida, para mí era algo gracioso.

-Estaba riquísimo.-Le dije ayudándole a recoger la mesa mientras ella metía los platos, vasos y cubiertos en el lavavajillas.

Terminamos y regresamos al salón, justo comenzó a sonar 'Thinking out loud' de Ed Sheeran.

-¿Me concede este baile?-Preguntó sonriendo.

Asentí y puso sus manos en mi cadera y yo las mías por su cuello, sus tacones le hacían más alta aún y los míos no le alcanzaban ni en broma, le miraba y no podía retener la sonrisa... ¿Os preguntabais por su perro? Estaba acostado en el suelo pasando del tema. Volvamos. Sabía llevar los pasos y muchas veces me manejaba a mí, pues aún era patosa en eso de bailar, y al final acabamos como tuvimos que acabar...... No, aún era virgen tranquilos/as.

31 de diciembre

Pasaba las navidades con todos, sin dejar de lado a nadie, unas veces quedaba con mis amigos y otras con Blanca, sin retirar los días con mi madre y Claudio. En conclusión, repartí bien los días y a las personas.

Ya era la mañana de Noche Vieja, el ultimo día del año que daba comienzo a uno mejor o peor.
Mi madre y yo preparamos bien la ropa que nos íbamos a poner, los tacones, accesorio y nuestro mejor perfume, sí, éramos de tener perfumes para ocasiones muy especiales. No íbamos a celebrar fin de año en nuestra casa, sino en la casa de Claudio, era grande, con un jardín amplio y una decorada azotea.

-¿Solo estamos la familia?-Le pregunté a mi madre dejando todo ordenado.

-No, Claudio me ha dicho que también irán amigos suyos con sus familias, hoy vamos a ser un mogollón de personas. -Dijo.

-Genial, así Robinson y Esteban conoceremos a más personas.-Dije marchando a la ducha.

El tema de cepillarme el pelo y plancharmelo se me complicó un poco por los nervios, me quemé dos veces el dedo y una la oreja, luego ya pude concentrarme mejor.
Para hechar tiempo me ocupaba de Rocky, incluso me dio tiempo a bañarlo, de sacarlo a pasear, cortarle las uñas y hacer el intento de lavarle los dientes, pero no pude, quería mucho a Rocky, lo tuve desde los 7 años cuando solo era una cría, siempre ha estado conmigo y solo me obedece a mí.

No Todas Son Profesoras.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora