La Historia de Harry Potter Y Ginny Weasley

Capítulo 14: Un día antes...

Ya era un hecho, mañana ya sería la señora Potter, pensó Ginny con una sonrisa radiante en su rostro, después de tanto esperar, ya llego el día que siempre soñó desde que era niña...
Ginny soltó una carcajada al recordar que desde pequeña quería ser la esposa del famoso Harry Potter, y sus hermanos simplemente se burlaron diciéndole que eso nunca iba a pasar, dijeron que era más probable que Fred y George dejaran de hacer travesuras a eso. Sintió una punzada horrible al recordar a su hermano Fred...sacudió su cabeza al quitar ese pensamiento, no quería arruinar el momento, así que puso sus pensamientos en Harry, recordó la primera vez que lo vio en persona, cuando apenas tenía 11 años, con cara de asustado al darse cuenta que tenía que cruzar un pared para entrar  a la estación 9 3/4.
Harry, Harry, Harry...
En este momento su prometido debe de estar en su fiesta de soltero, idea que por supuesto no le agrada ni una pizca y menos, sabiendo que quien la organiza es Ron, que como es su mejor amigo, se encargara que Harry se divierta en su última noche de soltero. Si acaso Ginny se entera que Ron pago a unas...muggles...se encargaría de pegarle...o mejor en la despedida de soltera de Hermione encargaría unos hombres muy musculosos y galanes dispuestos a bailar con Hermione. FIN.
Bajo las escaleras y con una cara de mala gana se sentó en el sillón tratando de distraerse con la televisión. Cambio de canal en canal y nada le apetecía...de pronto entro su papá con una taza de café y al ver a su hija enojada, se dispuso a asentarse a lado de ella
Con el ceño fruncido pregunto.- ¿Qué tal va todo?- le dio un pequeño sorbo a la taza, esperando a que se enfriara el café.
-Bien.- contestó frívola Ginny, pensando que si tan sólo hoy hubiera sido su despedida de soltera no estaría pensando en que estaría haciendo Harry en este momento, ¡Pero no! decidió que fuera el fin de semana pasado...bueno vale, se la paso de maravilla, sólo hombres sensuales bailando enfrente de ella y ya, no paso de ahí, nunca le sería infiel a Harry, JAMÁS.
-¿Qué te preocupa cariño?- preguntó su padre, dándole un respingo a Ginny.
-Nada...-cambio de canal de nuevo.- sólo pienso ¿Qué estaría haciendo Harry?
-Ya.- masculló el señor Weasley, mientras se acomodaba. Silencio.- ¿Sabes que un día antes que me casara con tu madre estaba muy nervioso? porque pensaba que si no era lo suficiente bueno para ella, sino le pudiera dar lo que ella necesitaba, me dejaría...-hizo una mueca de disgusto.- Pero estaba muy equivocado, tu madre no necesitaba una casa grande ni mucho menos que fuera rico, sólo me necesitaba a mi y ya.
Ginny le dio una leve sonrisa.
-Papá, ¿Por qué me dices esto?
-Porque siento que estas insegura de ti misma, siento que no le tienes la suficiente confianza hacia Harry...
-¡Si le tengo bastante confianza!- interrumpió Ginny excitada.
Su papá meneo la cabeza.- Si así fuera, no estarías tan alterada como estás en este momento ni estarías preguntando que estaría haciendo Harry.
Ginny sólo gruño y cambio de nuevo el canal, haciendo que le interesaba como unos leones estaban cazando.
-Mira Ginny, como tu bien sabes nunca he sido un buen hablador...no se me dio ese talento, talento que por supuesto tú tienes...sólo quería darte esto.- le tendió su mano que agarraba con fuerzas una carta de color azul cielo, que decía:
Un regala de papá para mi pequeña.- Ábrela...- Ginny desconcertada la tomo, mientras su papá se salía de la sala.

Con dedos temblorosos la abrió con cuidado, le bajo el volumen a la tele y leyó.

Mi pequeña:

Se que hace años que ya no te digo así, porque tú me lo prohibiste, diciéndome que ya no eras pequeña, pero si fuera por mi todavía te lo seguiría diciendo. Por favor déjame decirte pequeña una última vez.
Parece ayer cuando estaba descubriendo como funcionaban los ventiladores, cuando tu mamá pego un grito diciendo que ya se había roto la fuente.
Cuando te alce por primera vez, no podía creer que ¡Ya tenía una niña! ¡UNA NIÑA! la primera niña Weasley desde hace muchos años. Vi tus ojos verdes que hacían alegrar a cualquiera y tu poco pelo rojo...¡Claro, tu pelo no tenía que ser de otro color! Desee que te protegería cueste lo que cueste, y alegre que estuvieras en mis brazos, así nadie te pudiera lastimar.
Pasaron los años hasta que todos tus hermanos entraron a Hogwarts y tú llorando diciendo que ya no querías estar en la Madriguera sino en el Colegio de Magia con tus hermanos. Me puse triste, porque sabía que inmediatamente que pisaras Hogwarts estarías enamorada de ese lugar y ya no habría marcha atrás, serias una maga hecha y derecha. Sabía que ya no te vería en las mañanas con tu cabeza en el plato de cereal, porque tú nunca haz sido muy mañanera que digamos, que ya no te vería todos los días y ¿Qué crees? Todos mis temores se hicieron realidad, ya no estabas con nosotros, ahora estabas en Hogwarts con tus hermanos y haciendo nuevas amistades. Ahora en la Madriguera sólo estábamos tu mamá y yo. Pasaron los años, y mi mayor temor: Perderte, se estaba haciendo casi-realidad. el que no debe ser Nombrado había regresado, y tú tan testaruda como yo, querías luchar en el ejercito de Dumbledore, aunque eso te constara la vida.
Yo sabía como todos tus hermanos que tenias un...¿Cómo le dicen los jóvenes? ¿flechazo? ¡da igual! Con Harry Potter, (nada mal ¿eh?) y por supuesto él lo tenía también contigo, aunque no te diste cuenta, el lo ha tenido desde casi siempre, pero el muy imbécil (lo siento por la palabra) no se dio cuenta. Pero yo si, sólo esperaba a que se diera cuenta. Lamentablemente se dio cuenta, cuando El que no debe ser Nombrado había regresado y tu no podías estar más cerca de él, porque evidentemente ya eras mucho más que una amiga. Pensaba que como tú eras de lo mas preciado hacia Harry, El que no debe ser Nombrado iba ir hacia a ti. Lo bueno que no fue así...
Cuando acabo la guerra...yo te vi a ti, tu mamá y tus demás hermanos, desconsolados por...(hasta escribir me cuesta trabajo) Fred, por supuesto yo también lo estaba, fue como si una parte de mi ser, desapareciera y nada ni nadie pudiera recompensarlo. Pero tenía que ser fuerte, por ti, por George, por tu mamá, por todos. En las mañanas me veían trabajando, organizando el funeral, pero por las noches lloraba, era el único momento donde dejaba que mis emociones tomaran mi cuerpo.
Lo único  que hacía que sonriera de verdad, era verte a ti y a Harry abrazados, y besándose. Si, escuchaste bien: ¡Besándose enfrente de mi! Sí, Aunque eso este en contra de mi moral. Porque era la única chispa de amor y felicidad que había en esta casa.
Ahora, te casaras...mi única hija se casará. Y ahora es mi momento de dejar a esa pequeña que jure que cuidaría desde el primer momento que te vi, ahora es momento de decir adiós a mi pequeña.
Adiós a madrugar para llevarte al colegio, adiós a las salidas para comprar tus utilices, tanto muggles como para Hogwarts, adiós a la niña que me peinaba, y me esperaba a que llegara del trabajo aunque fuera muy noche, y que hacia que todo mi esfuerzo valiera la pena.
Ya se que te veré, pero ya no será igual...creo que lo más difícil va ser decirle adiós a mi pequeña y un hola a la mujer que te estás convirtiendo. Estoy tan orgulloso de ti, por todo lo que haz logrado y lo que tienes que dar. Mi amor no puede caber en este mundo.
Me siento muy afortunado de tenerte, mi Ginny Weasley, o debería decir Ginny Potter...Ginny Potter...Hum, suena hermoso, ¿No crees?
Te deseo una vida llena de emociones y felicidad junto con Harry.

-Con todo mi amor Arthur Weasley.

P.D: ¿Cuándo me darás mis nietos? que este viejo no puede esperar más.

Al acabar de leer, Ginny puso la carta en la mesilla, y con las lágrimas en los ojos, salió a buscar a su papá, para abrazarlo y decirle cuanto lo quiere.

Pasaron las horas, las horas y todavía no aparecía Harry ni Ron, así que para despejar su mente, decidió ponerse su pijama. Los minutos parecías horas y ya no aguantaba la espera. Decidió meterse a la cama para intentar dormir, porque en su boda no podía aparecer con ojeras...¡No, señor!

Después de varios ¿minutos? Sintió como alguien se quitaba los zapatos, movía la colcha para después ponerse a lado de la pelirroja, y después poner su brazo cerca de su pecho, sus piernas entrelazaban con las de Ginny y puso su cabeza en su hombro y por último dijo:

-Te amo Ginny.- con un suspiro, dejando a Ginny quieta...bastante quieta.

Vale, se habían dicho infinidad de veces un "Te quiero" pero un "Te amo" era la representación nivel dios, de decir lo que sienten en palabras.

-Te amo.- dijo Ginny, haciendo que Harry diera un pequeño salto de sorpresa, porque evidentemente pensaba que estaba dormida.

Ginny se movió del otro lado para ver a Harry. Mirando sus ojos color verde, que siempre la dejan fascinada.

-Ginny...- Harry, le acaricio con pequeños círculos su cachete.- Potter.- lo dijo con emoción.- ¡Mañana serás mi esposa!

-Lo se.- contestó excitada Ginny.- hoy es nuestra última noche de novios.

-Podemos celebrarlo...-Harry se acercó más a su prometida.- si quieres.

La pelirroja trago saliva.

-¿Estás...hum...ya sabes, precavido?- preguntó Ginny.

-Claro.- se fue al cajón y saco un pequeño envoltorio plateado.

-Entonces...

-Entonces...

Harry se acercó aún más a Ginny, para hacerle el amor.

Era uno noche hermosa, llena de estrellas y la Luna su cómplice. Harry y Ginny una vez más se hicieron uno mismo disfrutando con ternura y pasión su última noche de novios.

Mañana sería un día épico. Ginny sería Potter, y nada le entusiasmaba más. Sabía que él, era la persona indicada y quería pasar con Harry... el resto de su vida.

¿continuará?

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¡Feliz Navidad! (Atrasada) y ya desde ahora les deseo un buen año 2016.

Este capítulo se lo dedico a:
@PecasGoodman
@Silem16vw
@suseyxx4554
@FerGryffindor
@Ushio_Okazaki

¿Alguien quiere que le dedique un capítulo?

¿Qué creen que pasara en el siguiente capítulo?

35 votos y subo el siguiente. ¡Me siento on fire! Jajajaja *Se marcha vergonzosamente.*

-LunaticaParisiana.