Vivir sin tí, no puedo

#1 : ¿Él? ¿Con nosotros? Mala idea.

¿Debería ser cierto? Los mejores amigos de mis papás, vendrían a mi casa por un tiempo, y hasta donde sé, tienen un hijo, el cual estudiará en mi ecuela. Solo deseo que no sea un tipo egocéntrico e irritante.

Después de un mes...

- ¡London! ¡Jace! ¡A desayunar! - gritó mi mamá desde la primera planta.

A veces me ponía a pensar, en que la vida me odiaba. Tuvo que traerme a un chico totalmente irritante, presumido e infantil. Jace era alguien que detestaba a veces por su comportamiento, alardeaba de todo lo que tenía: su auto, su cuerpo, su ropa, su móvil, absolutamente todo.

Era todo lo contrario a mí, aunque claro... ambos somos demasiado sarcásticos, ese es el único parecido entre nosotros.

Pero... dejemos de lado esas críticas y me presento: Soy London White, tengo 17 años, y la vida me odia, aunque eso ya lo dije.

Se podría decir que mis papá son adinerados, ya que tienen un gran estatus en la ciudad. Mi casa es gigante, es por eso que la familia Morgan se quedará por un largo tiempo, ya que el espacio es de sobra.
Pero jamás pensé que su hijo tendría que sacarme de quicio cada mañana.

- ¡Londres, tu mamá nos llama! ¡Será mejor que te apures, no quiero llegar tarde el primer día de clases! - gritó desde el pasillo, fuera de mi habitación.

- ¡Púdrete! - grité esta ves yo.

Para ser claros, odio que me llamen Londres, aunque ese sea su significado, y Jace, me llama así solo para molestar.

- ¡No lo creo! ¡Soy demasiado bello como para podrirme! - exclamó claramente presumiendo su "belleza".

¿Lo ven? Admitan que ya les cayó mal.

Decidí ignorarlo, y me concentré en atar las agujetas de mis Vans blancas.

- ¿Londres? - susurró en mi oído.

¿Cuándo fué que se acercó tanto?

- Aléjate Jace, y deja de llamarme así - le dije, poniendo mis manos en su pecho, empujándolo para marcar distancia entre nosotros.

- Tranquila. Yo sé que me quieres cerca.

- Preferiría tener cerca a un perro rabioso, que tenerte cerca.

- ¿Un perro rabioso es mejor que Jace Morgan?

- Créeme, es mil veces mejor que tú.

- Oh no, me ofendiste muy en el fondo, creo que mejor me suicido - habló fingiendo estar "ofendido".

- Házlo. Vé, tírate del puente de San Francisco, y házle un favor al mundo.

Jace cambió su actitud, sé que lo enfadé, y eso a veces alegra el día que él quiere destruir, créanme, es insoportable, y será mucho peor en la escuela, de eso estoy segura.

- Ahora Jace, sal de mi habitación.

- Esto no se quedará así, Londres - habló amenazante, tratando de enfadarme, pero no le iba dar el gusto.

- Solo véte - le dediqué una sorisa demasiado falsa.

Lo ví salir de mi habitación con algo de frustración. Sí, este definitivamente va a ser un día exasperante.

Decidí relajarme almenos por hoy, mi mente está algo cansada, y la verdad, Jace empeora las cosas, no sé cómo es que tiene tiempo para todo eso.

Cogí mi mochila, y bajé al comedor, donde ya todos estaban desayunando, estaban los señores Morgan, mi papá, y el presumido de hace un rato.

Al fijarme bien, pude ver que Jace comía unas Oreo, lo que significa que alzó una de MIS galletas, nuevamente repito, lo hizo por molestar mi día.
Lo fulminé con la mirada, y él me dedicó una sonrisa "inocente" cargada de maldad.