Prólogo

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"Tu corazón se ha convertido en piedra, la dirección de tus ojos la banqueta y sabes bien que el acero también tiembla y tu valor no es tan fuerte como era. Cuelga ahí, en la pared toda tu gloria, que sea nomás un altar a la memoria y piensa que en el futuro hay más victorias. Olvida ya, el pasado y sus historias". José Madero Vizcaíno, Consejo al Espejo.

Camino inmerso en mis pensamientos, divago mucho y no me gusta pensar en que he caído en un sedentarismo extremo. En mi vida casi no hay ni un cambio, todo es igual; las mismas interacciones, las mismas actividades aburridas, la misma forma de pensar, los mismos temas en mi pensar, la misma actitud, la misma personalidad apagada que trato de aparentar con una sonrisa a donde vaya que de igual manera son siempre los mismos lugares.

¿Qué puedo hacer para cambiar? me pregunto a mí mismo y se me ocurren mil respuestas pero aun así estoy seguro que nunca intentare hacer nada mientras no se den las circunstancias perfectas...

Mil cosas me han hecho caer a este hoyo del que no puedo salir: la sociedad, mi mala suerte, mi actitud, mi terquedad, en general yo.

Desde que caí en este hoyo me he conformado y quedado como estoy: apagado, sin ánimos, zombificado, desconectado.







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