Capítulo 8. Feliz cumpleaños, idiota (2)

Start from the beginning
                                    

Me dijiste: "Te odio, idiota".

Todo iba bien, pero exactamente eso me asustó. No podía ser normal que me sintiera bien a su lado, que tuviera ganas de abrazarlo, que me sonriera, me mirara de esa manera, que me dijera esas palabras...

-¿Hasta qué?

Su gesto fue adorable y yo... yo me siento confundido cada vez más.

-Nada, olvídalo – sacudí la cabeza. Es mejor olvidar estas cosas – Mis tripas gruñen, sabes...

Continuamos caminando en silencio. Mis manos en los bolsillos.

Este cumpleaños apesta.

No esta Luke, teníamos un plan. Festejaríamos a lo grande... o eso eran los planes. Y ahora estoy aquí, caminando con Mike a mi lado mientras en mi cerebro se hace un batido de pensamientos impuros y mi corazón se empeña en confundirme cada vez más...

-¡Hemos llegado! – salta Mike y yo... yo no sé qué decir.

-¡Es una broma, cierto! – reclamo.

Maldición.

¿Cómo demonios pagaré tal cosa?

-¿Qué? – preguntó como si nada.

-Yo no entraré aquí – gruñí, cruzándome de brazos – ¡Ni siquiera es un local de comida!

-Tú aceptaste venir a donde yo quería.

-¡Y creí que iríamos a un McDonald's, KFC o a una cafetería local no Disneylandia!

-No es Disneylandia – frunció el ceño.

-Como si lo fuera – gruñí.

¡Es un maldito parque de diversiones!

-Adentro hay locales de comida – soltó con media sonrisa.

-¡Ni siquiera me alcanza pagar medio boleto, ni hablar de la comida!

-Andas muy gruñón hoy – hizo un mohín con la nariz.

Rodé los ojos.

-Sé cómo entrar, vamos – me tomó del brazo y todo mi enojo se esfumó por completo.

-¿Qué demonios haces? – Interrogo después de varios minutos cuando lo veo examinando la gran reja de aluminio - ¿Acaso piensas saltarte la reja y no pagar la entrada?

-Corrección, saltaremos – sonrió de manera macabra.

-Mike, serás mi perdición – susurro asustado.

-No seas... tú– dice entre risas. Alzo una ceja, no me ha llamado descerebrado, fenómeno ni ningún otro apelativo – Vamos, entremos por aquí.

-Mejor no... - niego rápidamente con la cabeza, él rueda los ojos.

-No pasará nada, lo prometo – me extiende la mano.

¡Demonios, me arrepentiré de esto!

En menos de cinco minutos ya estábamos dentro del parque.

-Esto está mal, Mike, ¿y si nos descubren?

-Lo harán si sigues comportándote como un animal – fruncí el ceño – subamos ahí – señaló hacia un juego de atracción. No se veía muy amigable que digamos. Eran toros mecánicos, en lugar de forma de toro, eran grandes tubos donde se podían montar más de dos personas. Eran tres largos tubos con dos metros de distancia del otro.

-No lo sé... y sí... - no me dio tiempo de responder, tomó de mi brazo y nos fuimos a formar en la fila – cómo demonios nos subiremos, no tenemos puls... - no terminé la oración, no sé de dónde demonios sacó las pulseras, esas que te ponen al momento de pagar la entrada y te da derecho a subir cuanto juegos quieras gratis - ¿Cómo...?

Idiota || Mashton || FinalizadaWhere stories live. Discover now