Haré que me desees (Taiga Kagami X Lectora) LEMON

El otro lado de Kagami Taiga

(T/n) = tu nombre
No les quitó más tiempo así que a leer
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Llevaban 2 años enteros saliendo, ahora ambos tenían dieciocho años, oficialmente mayores de edad, seguían en la preparatoria por lo que aún no se consideraban adultos.
Kagami Taiga no era el novio más perfecto que puedas imaginar pero si el que más se esforzaba por serlo, era lindo y considerado, atento y te llegaba a tratar como una princesa de ve en cuando, simplemente te sentías en las nubes cuando estabas con él.
Era una bonita tarde mientras paseaban de la mano, algunos chicos te miraban y se acercaban a pedirte tu número aunque tú les decías que no y Taiga miraba como maniático a los que trataban de ligarse a SU chica.
-entonces lindura, me pasas tu Número?-
Al parecer el peli rojo no soportó más, te tomó del brazo y comenzó a llevarte a algún lugar, al ver el recorrido viste que era su casa, qué haría? Te reclamaría? Te daría de esos vestidos de monja que no dejan ver ni los tobillos? Creías que la última opción era la más probable.
-Taiga Taiga- lo llamaste pero él solo seguía caminando a su casa -Taiga!!- estabas a punto de volver a gritarle cuando el abre la puerta de su casa y te arrinconó contra la misma puerta dentro de la casa. Ambos se miraban directamente a sus ojos, había algo diferente en esos ojos rojizos, se veían más oscuros, demasiado oscuros.
Sin más te besó con pasión, no tenía cuidado ni paciencia, parecía que quería comerte la boca, después de unos minutos lo empujaste para tomar algo de aire, sus respiraciones estaban agitadas, por la cercanía sus alientos se mezclaban.
Kagami tomó tus muñecas con una mano y las posó sobre tu cabeza, te sentías vulnerable, cualquier cosa que él te quisiera hacer no lo podrías evitar.

-(t/n) dime-

-q-qué quieres oír?- preguntaste algo agitada al sentir su respiración sobre tu cuello

-dime que puedo hacerte mía- antes de darte cuenta el había comenzado a besar tu cuello sin piedad alguna

-ah- gemiste al sentir una mordida suya

-dilo ahora- su mano libre estaba a punto de colarse debajo de tu blusa -necesito oírlo nena-

-n-no- el aún así no se detuvo -pa-para-

-por qué? Yo veo que lo disfrutas- decía con una mirada lujuriosa hacia tus ojos
-y mucho- estabas completamente sonrojada, como Taiga puede cambiar de ser el mejor novio a ser un pervertido?

-agh deten-te- su mirada te incomodaba, pensabas que tarde o temprano te comería

-quiero saber que me perteneces- sus labios comenzaban a descender cada vez más

-de-detente ah- él te excitaba de sobre manera

Él se separó de ti soltando un suspiro -lo siento- susurró un poco inaudible

-Taiga- mencionaste tratando de acercarte

-aléjate- dijo mientras daba un paso atrás -en estos instantes si te acercas un poco más no podré controlarme- te miro, seguía teniendo esos ojos llenos de lujuria pero esta vez no en tus ojos sino a tus labios, después fue bajando poco a poco desvistiéndote con la mirada, se relamió los labios -i-iré a tomar una ducha de agua fría espérame aquí-
Te sentaste y en el sillón y viste como él iba subiendo las escaleras desapareciendo de tu vista, a penas no lo pudiste ver te recostaste en el sillón, tentaste tus labios, todo lo que acababa de pasar fue demasiado repentino, por qué? Por qué tuvo que pasar? Ella aún estaba muy nerviosa  como para hacer "eso" y él al parecer ya quería, jamás te lo hubieras imaginado que el inocente peli rojo te hubiera mirado con tanto deseo
Prendiste la tele, posiblemente con eso se te aclare la mente, oías el caer del agua fría con la que tú novio se estaba bañando, eso era tu culpa, quizá sí hubieras sugerido ir al cine en vez de ir al parque nada de eso hubiera pasado.
Pasaron los minutos hasta que tu novio salió con un short y la toalla en su nuca, o sea que ... Y la camisa?!

Te le quedaste viendo, su torso desnudo era demasiado.... Cómo decirlo? SEXY sin darte cuenta te encontrabas mordiéndote el labio
-te gusta lo que ves?- preguntó el con simpleza

-eh? Yo pues - antes de que pudieras terminar el se sentó a tu lado recargándose en el respaldo del sofá, le aventaste una camisa y te acomodaste en su hombro

-(t/n)- mencionó el
-si?-
-perdón- volteó a verte, sus inocentes ojos rojizos volvieron a aparecer y se comenzó a acercar a ti
Tu corazón se aceleraba mucho, ya lo habías besado millones de veces, pero siempre sentías algo mágico en cada uno de ellos, sus labios se juntaron, comenzó como un beso inocente, hasta que inconscientemente exigiste más y él te apegó más a su cuerpo por lo que terminaste a gatas sobre él
-Cómo quieres que me controle si me andas pidiendo más?!-su voz se tensó a media frase al sentir tu "delantera" contra su pecho y las piernas de los dos entrelazadas
Te levantaste para no estar tan cerca de su cara y te sentaste sobre (ejem cómo decirlo?) el amigo de la zona sur de Kagami, Taiga dos. Sentiste algo duro y sabías perfectamente que era, el Yaoi te había enseñado mucho, pero esta vez decidiste hacerte la inocente y torturarlo -qué es esto?- comenzaste a frotarte (aún con ropa claro) sobre "eso"
El soltó un gruñido al sentirte -qué estás haciendo?- su voz le salía entrecortada al sentir esos movimientos
Lo tomaste de la camisa y lo besaste
-agh quieres hacerme enloquecer (t/n)-

Le guiñaste un ojo

-maldición (t/n)!- gritó él con un tono de súplica, él mantenía los ojos cerrados y el entrecejo fruncido

-mírame- ordenaste

Sus ojos se abrieron y te miraron como antes, sus ojos lujuriosos
Antes de darte cuenta el estaba sobre ti y tu aprisionada contra el sillón, el se acercó a tu oído
-Así que te gusta el juego de quien resiste más- mordió el lóbulo de tu oreja -quieres jugar? Juguemos-

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Aquí está el primer capítulo, o prólogo o como le quieran decir, les advierto que esta historia tendrá lime en algunos capítulos y lemon
Espero les haya gustado.
Besos
Bye