III

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Harry se miró una última vez en el espejo, acomodo su cabello y sonrió, tomó el arma y la escondió en su pantalón. Salió de la casa y subió a su auto manejando hacia el salón del Ministerio.

Una vez ahí espero a ser revisado por un par de guardias, el beta que sacó el arma de su bolsillo mientras arqueaba una ceja.

-Seguridad. Puede quedarsela si desea - Harry habló mientras le sonreía

-Tranquilo. La mitad de la gente ahí adentro lleva armas incluso más grandes - Harry asintió mientras el beta le cedía el paso.

Su mirada viajó por el lugar hasta que encontró su objetivo, el castaño llevaba puesto un traje gris mate que se ajustaba a su figura, el brillo de la tela contrastando con la piel ligeramente tostada, una sonrisa dibujada en su rostro, aún así Harry podía ver la incomodidad en su rostro. Louis lo miró y alzó una ceja, Harry desvío la mirada y se acercó a un grupo de gente pretendiendo poner atención a la conversación. La mejor manera de ser invisible es no siendolo.

Las horas pasaron hasta que Harry perdió a su objetivo y se maldijo, desapareció con la excusa de ir al baño, disculpándose con las señoras que entablaban una conversación con él. Harry sabía que ellas hacían trata de personas, podía verlo en sus ropas y joyas, bastante corrientes en su forma de hablar incluso cuando usan esa cara seda y esos ostentosos rubíes. Camino por los pasillos hasta que entró en la primera habitación del lugar. Él ni siquiera sabía que el Ministerio tenía un lugar para invitados con habitaciones incluidas, Harry tarareo una canción mientras pretendía acomodar la manga de su camisa, volteando justo en el momento exacto.

-Si aprietas el gatillo mi bala llegara a tu corazón antes de que la tuya siquiera me roce - el rizado habló dejando ver una arma lo suficientemente pequeña para no parecerlo.

-Te aseguró que atravesare tu garganta antes de que pienses usar tu juguete - la aguda voz resonó en la habitación y entonces Harry entendió a Liam. Ese chico frente a él era un omega pero imponía presencia y descaro, no era un pedazo de debilidad sustituido con sumisión. A Harry le gustaba eso

-Intentalo... Vamos Louis Tomlinson dame tu mejor tiro - Harry se recargo en la mesa que adornaba el lugar

-¿Quien te envió?

-¿Importa? De cualquier forma voy matarte. Sin importar si sabes o no quien me envió

-No... No lo harás

-¿Que te hace creer eso?

-Estas excitado - el castaño no dejó su posición descarada y tampoco bajo el arma - puedo notar cuanto deseas tenerme debajo de ti ¿que pasa asesino? ¿Resulta que soy tu omega? ¿Quieres estar entre mis piernas? Todos los alfas son iguales. Olvidan sus responsabilidades en cuanto un olor a omega los envuelve. Un bonito culo es todo lo que se necesita para que se vuelvan más imbéciles de lo que son.

-Eso le pegó terriblemente a mi orgullo - Harry se enderezó y camino hasta quedar frente a el castaño - ¿que me dices de ti? - posó si mano sobre el arma obligando al castaño a bajarla y rodeándolo hasta quedar tras de él - ¿crees que no note tu ereccion? - Harry posó su mano sobre el estómago de Louis - Ese es el problema sobre los omegas siempre pareciendo tan necesitados frente a cualquier alfa - los labios de Harry susurrando en la oreja del castaño - escucha Louis Tomlinson... Podría dispararte justo ahora, cobraría mi dinero y sería feliz. Pero eres bonito y ciertamente estoy duro gracias a ti. Así que te daré el beneficio de la duda. Pero a cambio esperó poder verte otro dia - Harry tomó el arma de Louis entre sus manos y la dirigió hacia su hombro - dispara

-¿Que?

-Si voy a perder tres millones de euros necesitó una buena excusa, tal vez algo como que disparaste y eso hizo que fallara... Asi que dispara

-¿Hablas en serio? - el rizado asintió - bien - jaló del gatillo y Harry sólo cerro los ojos mientras trataba de no gritar, el dolor subiendo por su brazo y llegando a cada rincón de su cuerpo como fuego. Tomo su arma y disparo hacia la pared en un ángulo desigual.

-Nos vemos luego Louis Tomlinson

-No sé tu nombre

-Ve mañana a la casa que se encuentra abandonada a las afueras de la ciudad, justo donde comienza el campo.

-¿Que encontrare si voy? - Harry tomó el pomo de la puerta girándose hacia el castaño una última vez

-Mi nombre.

~

Esa noche Harry no durmió, los recuerdos se agolpaban en su cabeza impidiéndole conciliar el sueño. Cabello castaño y ojos azules era en todo en lo que pensaba, podía recordar a la perfección el calor que inundó su cuerpo cuando lo vio en el salón, la necesidad de acercarse a él y marcarlo, como esta sensación se intensificó cuando su olor lo envolvió en el reducido espacio de la habitación, siendo puro al no haber intervención de otro cuerpo, su necesidad creciendo en el pecho como fuego extendiéndose. Harry sabía lo que significaba, había escuchado bastantes historias sobre encontrar a tu omega, la sensación de adoración y calor, sus entrañas estrujandose al sentir la pérdida del blando olor a lirios que emanaba del cuerpo del castaño.

Y luego estaba la otra parte, el lado animal que estaba despertando, esa era la razón más poderosa para que Harry estuviese seguro sobre su teoría, aquella cosa acumulándose dentro de él a sabiendas de que nunca había sentido algo así, pero sabía lo que significaba, había observado a Zayn sufrir su martirio la primera vez que vio a Liam, el martirio del primer celo. El celo sólo aparece cuando tienes contacto con tu omega y viceversa, Harry sabía que en unas horas esto dolería y sabía que Louis vendría porque él también iba a necesitarlo.

Please, Kill Me HarryDonde viven las historias. Descúbrelo ahora