Reí ante lo absurdo que me parecía lo que me habías dicho para después incorporarme y dirigirme de nuevo a la mesa.
Tomé asiento y le besé castamente para después seguirte con la mirada hasta que tomaste asiento, enfrente mía.
Tras aquella cena, todo siguió igual.
Mientras hacia el amor con él, tú no habitabas en mi mente. Mientras dormía, tú no habitabas en mi mente.
Simplemente era como si no existieses.
ESTÁS LEYENDO
Someday.
Short StoryÉl tenía pareja. Ella también. Ambos lo sabían, pero aun así, arriesgaron lo que podían. ¿Qué pasa si conoces a tu amor de tu próxima vida?